Te veré pronto,lo prometo.

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Dos pequeños niños de 8 y 10 años lloraban abrazados en el cuarto de los dos. El rizado, de tan solo 8 años estaba aprendiendo lo que era sufrir, ya que le iban a separar de su novio solo por darse un besito inocente. Él no sabía que eso era malo, sus padres lo hacían todo el tiempo y nadie les decía nada. Pero es que, ellos no lo pudieron evitar. Se amaban tanto que ni siquiera les importaba que compartieran sangre. Su amor iba más allá que cualquier morbo o besito inocente, ellos en realidad se amaban de verdad.

-Lou... Lou, y-yo no quiero que te vallas. Si te vas, ¿quién me dará mi besitos de buenas noches? ¿quién se bañará conmigo cuando esté solito porque los tontos de mami y papi se van? ¿quién jugará conmigo a la princesa y el príncipe? ¿quién será mi príncipe LouLou? -susurró el rizado con lágrimas en sus ojitos esmeralda. A Louis le partió ver esa escena. Ver a su pequeño novio llorando le partía el alma.

-No... no llores amor. Yo seguiré siendo tu príncipe siempre Hazzita, No importa que los estúpidos de Anne y Des me lleven donde la abuela, yo siempre siempre siempre seguiré siendo tu príncipe. Ya verás que cuando seamos grandes tú y yo bebé, viviremos juntos. -prometió Louis. Los ojitos de Harry brillaron y una hermosa sonrisa se asomó en sus hermosos labios rojizos.

- ¿De verdad Lou? ¿De verdad vivremos juntos y haremos cosas de grandes? ¿Nadie no nos molestará porque eres mi hermano? -preguntó entusiasmado en ojiverde. El solo pensar que viviría con su amado novio sin que nadie les molestara por compartir sangre era algo que el ojiverde anhelaba.

-Si amor, viviremos juntos y haremos cosas de grandes. Ahorita estamos pequeños y solo podemos darnos besitos inocentes. Pero, cuando estemos grandes podremos estar juntos sin que nadie, ni siquiera Anne y Des lo puedan evitar. Ahora amor, quiero que me prometas algo: Sabes que yo no te veré en mucho tiempo y no sabes cómo me duele pero, no quiero que te pongas triste. Es más, cada vez que me extrañes, piensa en la vida que tendremos juntos cuando estemos grandes. En que tendremos una graaan casota, el perrito que siempre quisiste tener y que viviremos felices para siempre, como en los cuentos que a tí te gustan. Y podremos jugar a la princesa y el príncipe toooodo el tiempo ¿okey amor? ¿Lo prometes? -Preguntó el ojiazul, acariciando la mejilla de Harry mientras, entrelazaba su manito con la de su novio, esperanzado con que, su partida no afectara mucho a su novio. Él sabía que Harry lo pasará muy mal cuando él se valla. Tendrá que soportar las miradas feas del colegio y a Anne y Des. Él enserio no quería que su rizadito amado sufriera.

-L-lo... lo prometo Boo Bear. Te amo mucho. Pero, tu también tienes que prometerme algo -el ojiazul lo miró con atención- tienes que prometerme que jamás tendrás a otra princesa salvo yo ¿está claro? No quiero que ninguna niña piojosa te toque. Tú eres mi novio y mi príncipe y eso nadie lo va a cambiar ¿ok? Ni siquiera mami y papi - el ojiverde alzó su pequeño meñique.

-Ni siquiera Anne y Des amor -respondió el ojiazul, entrelazando su meñique con el de su rizado.

Luego de prometerse cosas, salieron del armario en el que estaban escondidos llorando para empacar las cosas de Louis. Louis, a cada momento le decía "Te amo" a Harry y él solo se limitaba a sonrojarse y contestar con un "Yo también amor". Luego que, terminaran de empacar, se escuchó un fuerte portazo en la puerta principal y, los dos niños entraron en pánico y las lágrimas aparecieron enseguida. Los dos soltaron las cosas para fundirse en un abrazo. Pasos se escucharon afuera de su habitación y, ellos aprovecharon sus últimos minutos juntos y se besaron... se besaron como siempre lo hacían cada vez que nadie los veía, se besaron como si no hubiese un mañana. Y es que, aunque a simple vista pareciese un beso inocente, para ellos transmitían miles de sentimientos.

Escucharon la puerta abrirse y se sobresaltaron, pero, sin embargo no separaron los labios.

- ¡Ustedes, sepárense ya mismo! -Escucharon la voz alzada de su padre Des, pero, sin embargo ellos no le obedecieron. Querían aprovechar sus últimos minutos al máximo.

Des los separó bruscamente y es que ¡Qué barbaridad por Dios! ¿Cómo se pueden amar así? ¡Son hermanos, es pecado!

Los pequeños se pusieron a llorar a mares otra vez.

-Ya es hora Louis, ¿tienes todo listo? -Preguntó con voz nerviosa Anne, Ya que, aunque le repudiase la idea de que sus bebés estuvieran juntos, ella no quería verlos sufrir. Louis asintió dándole una mirada cargada de odio a su padre. Louis, a pesar de tener 10 años, él ya odiaba a su padre con su alma por separarlo de su bebé rizado.

Harry y Louis se despidieron en un abrazo. Anne tomó las cosas del mayor para llevarlas al auto. Des simplemente se fue para evitar esa escena tan asquerosa. Harry le susurró a su novio un "Te amo BooBear, recuerda que no debes tener otra princesa" a lo que su novio le contestó con un "Yo también te amo bebé, y no podría tener otra princesa porque tú eres la mía y eres más bello". Se dieron un último beso de piquito y Louis se fue... se fue dejando el corazoncito del ojiverde roto.

Pero ellos se volverían a ver, ellos vivirían juntos cuando fuesen mayores, ellos tendrían su "feliz por siempre" como en los cuentos. Y es que, apesar de su corta edad ellos se amaban, más de lo que deberían y eso... era algo que ni Anne, ni Des ni la sangre podía impedir.

†One Shots - Larry Stylinson†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora