Décimo Cuarto.

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Capitulo dedicado a:

Larrysunshine28

LuceroFatima

Carla_Espinozaa

esmeralda-romo

SofiaMalikHoran

Abii_Dun_Styles

meligarcia71

Muchas gracias a todas preciosas por leer mi fic las aprecio un montón.

...

El pequeño cuerpo se removió en la cama, percibiendo el calor sobre su cuerpo que envolvía por completo toda su piel. Sonrió satisfecho y aferro aún más fuerte sus delgados brazos alrededor del torso del chico a su lado.

Pudo sentir las grandes manos deslizarse por todo el costado de su cintura, hasta tomar su cadera con cierta delicadeza que le derritió el corazón y contrajo cada músculo.

Había pasado un largo tiempo sin recordar exactamente como se sentía despertar con alguien envolviéndote por completo, proporcionándote caricias que sabían a chocolate caliente en invierno y nieve de limón en verano. No creía realmente haberse sentido así de cómodo y feliz nunca.

El calor lo arropaba tan agradable que no podía borrar esa sonrisa tonta en su rostro, no quería levantarse de la cama lo que restaba de su existencia. Le gustaba encerrarse en esa habitación, fingiendo que todo estaba bien. Que no había problemas y que solo eran ellos dos, rozando sus pieles, contemplándose el uno al otro.

No recordaba ni un solo momento así de placido en su vida, le agradaba la sensación. Mucho. Anders no pudo lograr eso.

Louis no creía que podía existir algo mejor que las caricias de Anders, para él no existía nadie mejor que Anders y ahí estaba Harry, respirando sobre su cabello, abrazándolo con atención y suavidad, demostrándole que sí, habían cosas mejores que las de Anders.

Estamos tan aferrados a la costumbre, a creer que no hay nada mejor más allá de lo que creemos que podemos poseer, de lo que podemos merecer, que cuando llega no podemos controlar la emoción, no sabemos cómo actuar. Y lo arruinamos, se pierde en los recuerdos poco a poco y nos convencemos de que tenemos un tope, ese tope determina que tan lejos puedes llegar.

No es verdad, no perdemos porque no lo merezcamos, sino que, nos asustamos. El miedo es el peor enemigo para cuando deseamos algo y cuando llega la oportunidad de obtenerlo arruinamos todo con cada paso que damos. Y Louis tenía tanto miedo de arruinarlo, estaba tan asustado que sus decisiones cambiaban drásticamente de un momento a otro y le asustaba perder aquello que le costó tanto trabajo encontrar.

Louis lo entendía muy bien y quería colocarle una cerradura a ese momento, quería encerrarse en esa habitación para siempre, hacer desaparecer la llave para nunca, nunca perder a Harry.

La barbilla del chico rozaba la coronilla de su cabeza, sus piernas estaban enredadas con las contrarias y su nariz quedaba en el punto exacto para olfatear a la perfección el dulce y varonil aroma del mayor.

No quería soltarlo jamás, no quería que aquel momento terminara.

Louis pudo quedar dormido de nuevo, con la seguridad de los brazos de Harry resguardando todo su ser y el suave roce de su pulgar en la piel descubierta, ahí donde la camiseta se alzaba un poco y dejaba a la vista el suave color dorado de su piel.

Sweet Desire ⁽ᴱⁿ ᴱᵈᶦᶜᶦᵒ́ⁿ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora