-¡Emiliano!- de repente vi a mi hijo tomando una enorme bolsa de harina y tirándola al piso-¿Cuántas veces te he dicho que no toques las cosas de papá?.
-Perdon mami. Es que quiero aprender a hacer pizzas como él.
-Vale, pero primero debes lavarte las manos y hacer tus deberes.
-Bueno, como digas-me dió un beso en la mejilla y salió corriendo-¡Tío Rubius!
-Hola mi muyayito- entraba con Sammantha y Catherine. Catherine era la hija que había tenido con Sammantha unas semanas después que yo tuve a Emiliano-hola chica violeta.
-Que raro tu por estos lados-dije con sarcasmo. Les dí un abrazo a ambos.
-Cathy,¿quierés hacer una pizza conmigo?-Emi le preguntó. Parecían novios. Ella accedió y se fueron a la cocina donde se encontraba Skip.
-Lola, ¿que harás para su cumpleaños?-preguntó Sammy.
-Planeaba en irnos de viaje, pero no estoy segura a donde.
-Si quieres nosotros nos ocupamos de la pizzería- los abrazé y les dí un beso a ambos, ellos si eran buenos amigos.
-¡Hola!-Stacey entraba por detrás con un enorme muchacho a su lado. Era gigante, casi del tamaño de un ropero. Parecía un motoquero- El es mi amigo Spencer, espero que no les moleste que lo haya traído aquí.
-Claro que no amiga- me agradeció y se fueron a un costado del mostrador a hablar. Ya casi ni me hablaba con ella. Ella se había enfocado más en el estudio y en buscar chicos. Ahora estudiaba diseño gráfico, pero también lo estaba dejando algo de lado. Se puede decir que ya no era tan amiga mia, luego de una serie de conflictos que tuvimos con el local y la parte de quien sería la que llevaría mas gastos y ganancias, pero de todos modos la seguí queriendo.
-Amor, estuve pensando- Skip me tomó por la cintura- ¿Qué tal si nos vamos todos a Disney?.
-¿Todos?-preguntó Rubius.
-Si. Nosotros tres, ustedes tres y también Stacey y su amigo.
-¿No crees que es mucho el dinero?.
-Eso es lo de menos. Tengo ahorros de hace unos años. Empecé justo después de que haya nacido Emi, para que nos diéramos el gusto.
-¡Nos vamos a Disney!-Emi gritó. Reímos y festejamos con un gran almuerzo lleno de pizza y además por el resto del día, a todos los clientes no les cobrabamos nada.
Era increíble como había pasado el tiempo. Emiliano ya iba a cumplir 6 años y nosotros estabamos felizmente casados.
-Te has equivocado en algo-le dije a la noche a Skip- no somos tres, somos cuatro.
-¿Cuatro?. Tu, Emiliano y yo. Somos tres.
-¿Y él?-tomé su mano y la apoyé en mi estómago. Sonrió y me beso.
-Es verdad. Somos cuatro- y nos hundimos en un largo y cálido beso.

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Un Amor por Celular
Fiction généraleLola es una joven de 20 años, trabaja en una pizzería como repartidora,donde conoce a una mujer llamada Becca. Ella le pasa el número de un desconocido al que comienza a hablarle, pero sin saber ni quien, ni como es. ¿Logrará conocer al hombre que l...