Llevaba dos días sin dormir y sin comer bien, pensando en Gabriel y su aterrador mensaje: "Mi padre quiere deshacerse de ti". Estuve buscando algo de información sobre él en Google, pudiendo refrescar mi memoria sobre aquel tema de religión básico que cualquiera sabría de escuchas. Como que era el mensajero de Dios. Trabajo que me demostró ayer. Su nombre significa "La fuerza de Dios" y, al parecer, es el Ángel de la anunciación, de la muerte y la resurrección, como también de la venganza y la compasión.
Eso último no creo que lo tuviera conmigo...
Hoy empezaba las clases después de un largo puente y, aunque era absurdo ir a clases si en un mes ya no estaría por aquí, tampoco podía hacer gran cosa. No había dinero para cumplir los sueños pendientes, y no hablemos de disfrutar estos últimos días con alguien, porque no existía. Así que intentaría mantener estos últimos días como un día más.
Miré la pulsera, comprobando que los símbolos estaban dorados, llevaban así desde que me fui del departamento de Luzbel, no volvían a ser plateados como las anteriores veces.
Me creaba curiosidad y, a la vez, miedo de saber el porqué.
Subí al autobús a tiempo y paré una manzana lejos de la universidad, iba bien de tiempo, así que fui con paso lento.
Entré al edificio, hasta llegar a mi taquilla, donde guardé los libros que me había llevado a casa para estudiar y los sustituí por los de las clases de hoy para, posteriormente, irme a la biblioteca.
Me aseguré de que no llegaría tarde a clase, tenía diez minutos antes de que sonara la campana, así que aproveché para mirar algunos ejemplares. Me acerqué al hombre que se encargaba de la entrada y salida de los libros de la universidad; al darse cuenta de mi presencia, sonrió amablemente.
-¿Necesita ayuda? - preguntó, sin levantar la mirada de una montaña de libros que estaba sellando.
-Sí, me gustaría... - dudé por unos instantes en cómo pedirlo -. ¿Tendrías libros sobre la historia de los Ángeles o Arcángeles y la caída de Lucifer? - me observó con seriedad, pensativo, hasta que se incorporó de su silla de escritorio y me hizo un ademán con la mano para que lo siguiera por uno de los pasillos que creaban las numerosas librerías.
-Aquí está todo lo que tenemos sobre ese tema - me apuntó la estantería con los pocos libros que había.
Sonreí agradecida antes de que se marchara de nuevo a sellar los libros.
Acaricié con mi dedo índice el lomo a la vez que leía los títulos, notando que eran algo antiguos; elegí dos sobre los Arcángeles y la guerra contra los caídos y la mítica Biblia. Regresé con el señor para entregarle los tres libros, permitiéndolo escribir los nombres en su ordenador y picar mi carnet de la universidad para que constara mi nombre en el registro, pudiendo meterlos en mi mochila y llevármelos.
Fui a mi clase de Derecho Financiero y Tributario, sentándome por la parte del fondo, sacando uno de los libros.
La gente empezó a acomodarse en sus asientos hasta que se llenó, tocó la campana y el profesor entró, causando que la clase se quedara en completo silencio. Empezó la introducción sobre el temario nuevo, aunque no presté nada de atención, estando completamente centrada en el libro que sostenía mis manos.
"Lucifer era uno de los seres más hermosos de la corte celestial de Dios. Su inteligencia y belleza eran tales que el creador supremo lo convirtió en su favorito, o al menos en el más querido. Confiaba ciegamente en éste y lo puso muy cerca suyo."
¿Luzbel era el favorito?
En lo único que estaba de acuerdo era en que es uno de los seres más hermosos que había visto en mi vida, porque el resto no lo había podido corroborar, pero Dios tenía a Luzbel como el hijo más querido, y confiaba en él ciegamente, sin embargo, no dudó en expulsarlo del cielo.
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Lucifer (1° Parte) || En Físico ||
Teen FictionSi un día te despertaras en mitad del desierto, ¿qué harías? ¿Y si lo hicieras esposada a alguien que no conoces y dice ser el mismísimo Lucifer? Ashley Wells deberá dejar toda su vida de lado cuando el Arcángel Gabriel le transmite el mensaje del A...