-¿Cómo es que has vuelto? - inquirió Azael.
-Tengo mis razones - sonrió Tamiel.
-Y esas son... - insistió Turel, un poco más calmada agarrada a su brazo con una sonrisa.
-Me he convertido en Ángel de la Guarda... - carraspeó con incomodidad.
Todos lo miraron en completo silencio hasta que Azael se echó a reír, pero al ver que no lo seguía se puso serio, dándose cuenta de que no era una broma.
-¿Por qué? ¿¡Qué te ha hecho venderte a los Arcángeles!? - cuestionó molesto.
-Un poco de respeto que hay uno presente - me reí por la molestia de Gabriel, quien se cruzó de brazos y se sentó a mi lado con el ceño fruncido.
-Tengo a alguien que proteger cueste lo que cueste - reconoció.
Turel se apartó de él lentamente, mirándolo con el ceño levemente fruncido.
-¿Es que quieres pasar de nuevo por lo mismo? - cuestionó Azael, negando con la cabeza con desaprobación -. ¿Quién es? - interrogó.
Tamiel sonrió girándose, provocando que todos centraran su atención en mí; sonreí y levanté levemente una mano con algo de incomodidad por la situación. Escuché a Luzbel decir una barbaridad mientras se llevaba una mano a su pelo negro y tiraba levemente de él, frustrado con sigo mismo.
Se masajeó el puente de la nariz, intentando mantener la calma, antes de darnos la espalda.
-No puede ser... - se rio Azael negando con la cabeza y echándola hacia atrás con sus ojos cerrados -. Creo que ya no puede sorprenderme nada.
Noté como Luzbel se acercaba a mí, pero no me moví de mi posición, rezando para que no me pidiera hablar de nuevo.
Paró a dos pasos de mí con la atenta mirada de todos, menos la mía, que seguía mirando a Azael.
-Necesito hablar contigo - anunció con seriedad.
-¿Puede ser en un rato? - agaché la cabeza.
Todavía sentía el nudo en mi garganta y la sensación desagradable por el tema de conversación, debía mentalizarme bien para poder tener una conversación decente sin llorar en el intento.
-No te estaba pidiendo permiso - lo miré con algo de súplica para que me diera unos minutos más para mentalizarme, pero en un movimiento rápido se inclinó sobre mí para agarrarme de la cintura y ponerme sobre su hombro.
-Bájame... - murmuré a su espalda.
-¿No has escuchado que no quiere hablar contigo? - noté como el cuerpo de Luzbel se tensaba al escuchar la voz de Tamiel.
-¿No te has dado cuenta todavía de que no me importa una mierda tu opinión?
Sentí la sonrisa de superioridad de Luzbel aún sin verlo.
-Bájala - me tensé al escuchar la voz autoritaria de Tamiel, ya que no cualquiera llevaba la contraria a Luzbel.
-¡Retiro lo dicho, sí hay cosas que me pueden sorprender todavía! - escuché a Azael, suponía que estaba observándonos con diversión.
Divisé a Gabriel frente a mí, que aún se encontraba sentado con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Sus ojos dorados conectaron con los míos, quedándose pensativo durante varios segundos.
Luzbel retrocedió un paso, asustándome, al notar como su agarre aumentaba.
-No voy a permitir que se quede a solas contigo - el cuerpo de Luzbel empezó a vibrar por su risa desganada.
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Lucifer (1° Parte) || En Físico ||
Teen FictionSi un día te despertaras en mitad del desierto, ¿qué harías? ¿Y si lo hicieras esposada a alguien que no conoces y dice ser el mismísimo Lucifer? Ashley Wells deberá dejar toda su vida de lado cuando el Arcángel Gabriel le transmite el mensaje del A...