ONESHOT REYLO/DAIVER

Deseo

Cómo habían llegado a ese punto era fácil, lo difícil fue parar, porque aunque su mente se los dijera simplemente no podían, eran compañeros de rodaje, el era casado y ella tenía pareja, pero eso tampoco los detuvo, será que es como dicen "lo prohibido tiene un sabor mejor", no lo sabían pero poco importaba ya.

Ahora estaban encerrados en el camerino de Adam, a donde JJ los había mandado para que ajustarán detalles sobre la escena del episodio 9, quería que sus dos estrellas improvisaran.

Tal vez fue la atracción que siempre hubo desde el primer día que se vieron, todo el mundo hablaba de ello e incluso los fans de la saga quería que hubiera algo entre sus personajes, y es que en ese momento todo había pasado tan rápido, hablando sobre Kylo y Rey tratando de hacer una improvisación que fuese recordada siempre.

Ambos no pudieron contenerse y se besaron, el beso fue lento, nada apresurado, él la tomó de la nuca e intensificó el beso, ella se dejaba hacer, se sentía tan bien besar a Adam, era un experto en ello, las cosas fueron tornándose más calientes cuando Daisy pasó su mano por su pecho y lo acarició con tanto deseo y lujuria, la excitación de Adam era obvia, llevó su mano hasta su pantalón la introdujo lento y tocó toda su masculinidad, era grueso y largo.

Se miraron fijamente a los ojos, Daisy hacía un trabajo increíble con las manos, y sin importar que alguien de crew pudiera tocar a la puerta o JJ entrara, se arrodilló delante de él y sin perder tiempo llevo el pene de Adam a su boca y comenzó la felación que duró unos minutos.

Adam la tomó de los hombros y la puso de pie, la recostó sobre el pequeño sillón que yacía en el camerino boca a abajo, le dió un par de nalgas que Daisy juraría que se escucharon por todo el set, volteo y lo vio tocándose mientras la miraba y eso le calentó más.

-Me encantas.- dijo Adam mientras se iba posicionando arriba de ella, le saco la blusa y devoró sus pechos, erectando el pezón hasta doler.

-Adam.- dijo gimiendo.

Adam volvió a su boca, ella se sacó el pantalón rápido, lo necesita ¡ya!

Él tomo su pene y lo acomodó en la entrada de la vagina de Daisy y de una sola embestida entró, Daisy tuvo que taparse la boca para no soltar un gemido alto, entre besos y caricias ambos llegaron al orgasmo, se quedaron unos segundos unidos regulando su respiración.

Terminaron de vestirse, se besaron una última vez y salieron del camerino, con muchas preguntas, ¿qué pasaría ahora?, ¿Sería suficiente una vez para saciar el deseo?

Ambos fueron infieles, pero ahora no importaba, el tiempo les daría esas repuestas, ahora debían concentrarse en acabar ese film.

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