Darkside

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Durante años nunca pude comprender el por qué de muchas cosas que pasaban en mi entorno,lo que para mí era normal, a otros les asustaba, recuerdo perfectamente cuando mi madre se asustaba por lo pequeños animales muertos que encontraba en casa; desde ese día ella y mi padre comenzaron a discutir casi a diario, yo trataba de ayudar dándoles presentes que para mí eran de lo más normal: un gato muerto, un ratón, pero eso parecía hacerles asustar más.

Durante mi tiempo en el preescolar, no tenía amigos, les asustaba, nadie me hablaba y los maestros lo hacía a duras penas, una noche me fui a dormir como cualquier otro niño, a la mañana un grito de mi madre me despertó de golpe, y al notarlo, pude comprender porque, ya no era aquel niño, ahora era un adolescente.

Mis padres llamaron a un sacerdote, dijeron que había algo malo, oscuro en mí, el cura entró a mi habitación donde yo me encontraba jugando videojuegos, e inmediatamente noté que me tenía miedo y no solo por su mirada, también lo pude leer en su mente, él sacó una cruz y un libro y comenzó a decir palabras en latín, palabras que se sentían como cortadas profundas por todo mi cuerpo, un agudo y molesto zumbido en mis oídos, no podía soportarlo, grite a mis padres pero ellos no aparecieron, entonces hice lo único que pude, tomé  un abrecartas que estaba a mi alcance y le corté la garganta al cura.

Me senté a descansar un rato de lo que había ocurrido, en realidad no tenía remordimiento alguno de lo que había hecho y continúe jugando

Al poco tiempo mi madre entró a la habitación y al ver lo ocurrido soltó un grito y me llamó monstruo, tomó un par de mi ropa y me aventó a mi cara y echó de la casa, y aunque llore y grite porque cambiará de opinión, también mire a mi padre y me arrodille ante él, les grité que lo mate porque me estaba lastimando y aún así cerraron la puerta de la casa en mi cara, pase un tiempo que no supe definir rogando y gritando que no me corrieran, pero no lo hicieron.

Resignado, asustado y llorando, me marché de aquel lugar y caminé, caminé por horas, hasta llegar a un parque, comenzó a oscurecer, hacía frío y tenía hambre, no sabía qué hacer, ni a dónde ir, me quedé dormido, estuve vagando por un par de días, rogaba a la gente por algo de comida, pero esto me miraban mal y se iban, había perdido toda esperanza y me tiré en el suelo bajo un puente, esperando mi muerte; una mujer algo mayor se acercó a mí y me sonrió de forma amable, busco entró su bolso y me ofreció un paquete de galletas, solo lo mire y ella insistió y le dije:

-¿Para mí?- ella afirmó con la cabeza,sin dejar de sonreír de esa forma tan gentil, era la primera vez que alguien me miraba así- gracias- le agradecería toda la vida este gesto, tome las galletas y las deberé rápidamente.

-¿Cómo te llamas, hijo?- se puso a mi altura, estiró su mano, tocando mi rostro para así mover un poco el cabello que cubría mi cara.

-Adam- le respondí con una sonrisa, esa señora no me temía, todo lo contrario era como si me adorará -¿Por qué estás siendo amable conmigo?- me atreví a preguntarle

-Porque eres especial, Adam-

Fue lo único que dijo, me invitó a su casa, cosa que acepte, me ofreció un cuarto donde dormir y dijo que para ella sería un honor que yo me quedara a vivir el tiempo que quisiera con ella,se llamaba Amanda, por fin sentía que encajaba en un lugar, al tiempo de vivir allí, me explico que yo era el hijo de Satanás, cosa que me pareció asombro, junto al papa negro y otros cardenales hicieron un ritual para presentarme ante mi padre y reclamada lo que por derecho era mío, y así lo hice al ritual se realizó con el mayor éxito, había visto a mi padre por unos pocos segundos y pude conectar con la oscuridad que había en mi…

Años más tarde

Me encontraba en mi habitación donde gritaba lleno de frustración, sabía que hijo de Satanás pero no sabía cuál era mi propósito en este mundo, Amanda trataba de calmarme, llevaba meses tratando de comunicarme con él y nada resultaba, ningún ritual nada daba frutos.

-Adam- me dijo Amanda- tranquilo mi niño, ya se cómo hacer que tu padre, responda a tus llamados- me dijo con una sonrisa y muy segura de sí misma- la respuesta siempre estuvo frente a nosotros- me mostró un libro, cierta página.

-Sacrificar a una mujer pura- dije leyendo- ¿A qué se refiere?- sabía que podría ser, pero no estaba seguro

-Una mujer que no ha Sido tocada por ningún hombre, que no ha Sido profanada- me dijo emocionada- y ya la encontré- tomo mi mano y salimos de mi habitación, fuimos al sótano y se encontraba una mujer, aparentemente de mi edad, con los ojos vendados y muy asustada.

-Estamos mujer no es pura- le dije en cuanto la vi.

-es una lastima- Amanda de inmediato le cortó la garganta a la chica- te conseguiré una chica pura, te lo prometo mi niño- siempre con una sonrisa y siendo amable, la amaba como una madre, ella me entendía y no me temía, al contrario podía sentir que su afecto hacia mí era sincero.

-tranquila, yo la conseguiré, con mi poder me será fácil- con una sonrisa le tome de la mano y salimos del sótano.

Había pasado un mes y cada día salía de casa y caminaba grandes cantidades para encontrar a la chica indicada, pero no había tenido éxito “es que todas eran unas promiscuas que se metían con cualquiera” ese fue mi pensamiento la primera semana, esta vez tomé un tren, a la ciudad continúa, al llegar continúe con mi tarea, llegue a un centro comercial y justo fuera de una cafetería la encontré, me sentía feliz, al fin la encontré y podría contactar con mi padre, me acerque y ella noto mi presencia, me miró y me dió una gran sonrisa, para ser honesto la más hermosa que había visto en toda mi vida

-Hola- me saludo sin dejar de sonreír

-Hola- devolví el saludo, y también le sonreí

-¿Vas a tomar algo?,puedo darte la mejor mesa- su sonrisa seguía ahí, la chica era amable, no me sería difícil conseguir mi cometido.

-Si, por favor- ella me indico que la siguiera, me dió una mesa con vista al jardín,donde se podría apreciar a más gente- Soy Adam- le extendió la mano y ella la tomó- Adam Driver- al tocar su mano, sentí que ella no solo era pura en el sentido de que ningún hombre la había tocado, era pura de Alma.

-Soy Daisy, Daisy Ridley- con esa misma amabilidad y sonrisa

Está pequeña historia tiene continuación, espero ver sus voto y comentarios si quieren saber que más pasará¿Adam matará a Daisy?

DalysPm DanielaCortezSanchez JudithCortes6  Ladywhiterose
patriciagissel3

ONESHOT REYLO/DAIVERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora