Darkside 2

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-¡la encontré!- grite de lo más emocionado entrando a casa, Amanda debía saberlo, tenía que ser la primera, y la única a decir verdad.

Amanda salió de la cocina, su expresión era todo un poema de alegría,pues al fin su niño iba a cumplir con su cometido y así saber a qué su padre lo había enviado al mundo.

-eso sí es una verdadera noticia- soltó una gran carcajada, llena de felicidad- ¡Alabado sea Satanás!- gritó para que todo el vecindario incluso el mundo pudiera oírlo- debemos esperar a la luna roja, para poder hacer ese sacrificio y así tú padre ilumine tu camino- me abrazo fuerte, y ese abrazo fue correspondido.

Me propuse ir todos los días a esa cafetería, tenía que asegurarme que ella no se fuera con ningún hombre, así que me quedaba en una distancia prudente hasta que ella iba a casa, ahora sabía dónde vivía, sería fácil poder raptarla y llevarla conmigo el día de luna roja.

Pero algo que aún no comprendía, es que las cosas no suelen salir como lo esperas, por más que seas el hijo de Satanás, pues aquella chica comenzaba a llamar mi atención, por alguna extraña razón me gustaba verla, y platicar un poco cada vez que me disponía a tomar un café para ganarme su confianza, intrigado y con mil preguntas que rondaban mi cabeza, seguía preguntándome: “¿Que hay en ella que me hace querer verla?”

La curiosidad iba en aumento y sabiendo que mi padre no me daría las respuestas, me dispuse a buscarlas yo.

-estamos por cerrar- oí su suave voz a un costado mío, sacándome de mis pensamientos, voltee a verla y estaba tan amable como siempre, cualquiera podría pensar que era su trabajo, pero ella no trabajaba cuando me atendía, el trato que me daba a mí, no se lo daba a alguien más.

-Lo siento, estaba muy pensativo que se me fue el tiempo- le dije la verdad, llevaba poco más de un mes, yendo a ese lugar y siguiéndola a casa, pude conocerla mejor, sus gustos, qué libros Leía, que había en sus tiempos libres, Además de que ella siempre se tomaba el tiempo para platicar conmigo mientras me atendía, era realmente buena conmigo.

-¿Problemas?, Adam, perdona si me meto, pero se nota que estás cansado- me dijo con preocupación, sus ojos no mentían,ella era una persona buena conmigo a pesar de no conocerme -salgo en 15 minutos, si quieres podríamos platicar y caminar un poco-  no fui capaz de decir una palabra era raro que alguien quisiera acercarse a mí, solo afirme con la cabeza, ella me pidió esperara fuera.

Al pasar exactamente los quince minutos, ella salió y comenzamos a caminar en total silencio, éramos los únicos en la calle, supongo que ella esperaba a que yo dijera algo, pero no sabía que, llegamos a su hogar, y ella me invitó a pasar.

-bien, bienvenido a mi hogar- se sentó frente a mí

-¿Por qué eres así de amable conmigo, si apenas hemos hablado?- le pregunté, tenía que saberlo.

-¿Por qué no debería serlo?- ella sonrió, su sonrisa me parecía la más linda del mundo -Me agradas y no creo que seas una mala persona.

Me limité a sonreír, si tan solo supiera que he matado gente, y soy el anticristo saldría corriendo.

-te he visto, Adam, a veces tú mirada es la de una persona feliz otras es tan seria que causa escalofríos y algunas veces es la de un niño asustado- ella me miró con compresión- puedo escucharte si algún día lo necesitás, en verdad puedes confiar en mí, jamás te fallaría- por primera vez me atreví a ver si mente y era verdad, ella no era de las que traicionaban o mentían.

-se lo que tengo que hacer- le dije bajando la mirada, pues mis lágrimas amenazaban con salir- pero ahora no sé si tengo el valor para hacerlo- me escuchaba atenta- no he podido hablar con mi padre desde hace un tiempo, él espera mucho de mí, no tengo amigos, la gente se aleja de mí, mi madre me echó de la casa cuando aún era un niño asustado, se lo que las personas piensan de mí, que soy un monstruo, me temen- finalmente Levanté la mirada, las lágrimas cubrían todo mi rostro, ella se acercó a mí y limpio con mucho cuidado mis ojos.

-no está mal no encontrarse a sí mismo, no siempre podemos estar felices, somos seremos humanos, Adam, en ocasiones solo queremos estar solos, y desahogarnos, llorar gritar y sacar ese peso que nos aprisiona- me sonrió de forma comprensiva y honesta- la gente suele temer a lo diferente, a lo que no sigue el patrón que dicta la sociedad-

Solo podía mirarla mientras seguía llorando y ella inútilmente trataba de acabar de limpiar mis lágrimas que seguían saliendo, la mire a los ojos, sus hermosos ojos claros y puros como su alma

Me deje llevar la tomé de la cara y la bese, era mi primer beso, así que no sabía si lo hacía bien, a ella no parecía disgustar si no todo lo contrario, nos separamos por falta de oxígeno, nos sonreímos y seguimos besándonos, no podía parar de hacerlos todo era un mar de sensaciones nuevas y muy placenteras para mí que necesitaba más, mis ojos se tornaron más oscuro de lo normal mi piel ardía y ella lo noto, pero solo me sonrió de forma atrevida.

Deje que mis instintos me guiarán, y comenzar a acariciar su espalda, sobre la ropa que llevaba,ella se aferraba a mi cuerpo y acariciaba mi cabello, necesitaba tocar cada parte de su cuerpo, me atreví a sacar su blusa y note la desnudez de sus pechos, la pena que ella tenía porque la viera así, todo era perfecto en eso momento, la seguí besando, ella quitó mi playera, acarició suavemente mi pecho, la ropa dejó de ser un obstáculo entre los dos, estábamos piel a piel, la penetre suavemente, y ambos nos envolvimos en un placer único, era una sensación muy agradable y adictiva pues entre más lo hacía más quería, una corriente de electricidad recorrió el cuerpo de ambos a los minutos que no súper definir, había sido culminante, fue como tocar el infierno directamente y quemarte con el.

Con la respiración agitada me acosté en su pecho y ella acarició mi cabeza, jugando con mi cabello, ese momento había sido especial y placentero,quería volver a repetirlo, pero solo con ella

-amo el color de tu pelo, es tan negro como la misma noche- me dijo mientras seguía acariciando, después bajó sus manos por mi espalda, sin dejar de acariciar me abrazo fuerte

-Yo amo tu sonrisa y la mirada honesta que me das- ella me apretó más así misma y no dijimos nada más, nos quedamos profundamente dormidos.

Después de ese iba por ella a la hora de la salida, me agradaba su compañía, y los encuentros que teníamos, ella era mía y yo era suyo,estaba muy enamorado como ella lo estaba de mi, pero el único problema es que la luna roja se acercaba y yo no era capaz de asesinar a la mujer que me había enseñado otra forma de amar.

-no puedo hacerlo- le dije tranquilo a Amanda, cuando me preguntó si ya sabía cómo raptarla para el ritual.

-hijo, tienes que hacerlo, es la oportunidad que tienes para poder ver a tu padre- trataba de convencerme y no la culpaba ella buscaba lo mejor para mí

-¡No puedo hacerlo, no con ella!- termine gritando, no, no podía, no podía porque me había enamorado, yo el hijo de Satanás me había enamorado.

-te enamoraste de ella- me afirmó, la mire y ella prosiguió- llegas en las madrugadas oliendo a sexo, y siempre sales con una sonrisa cuando vas a “cuidarla”- hizo énfasis en esa palabra - ella no nos sirve para nuestro cometido, pero aún así, ella debe saber quién eres y es ahí cuando te dará cuenta de si realmente te quiere por quién eres- se marchó dejándome con dudas.

Qué pasaba si ella ya no quería saber nada de mí después de saber quién soy en realidad, y si mejor no le decía nada y seguíamos juntos, no sabía qué hacer en realidad, quería ver a mi padre, la oscuridad era mi camino y no me arrepentía de ello, pero no quería perderla

Adam le dirá quién es?, Se lo ocultara? Y si le dice que pensara Daisy?, Bueno si quieren el final pronto, no olviden votar y comentar


ONESHOT REYLO/DAIVERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora