El Hereje Original ⚜️ TVD & TO

Capítulo 12 - En cenizas

Alida estaba soñando despierta, no sabía que era, quien era, o incluso de donde venía, lo único que retumbaba en su cabeza eran gritos provenientes de algún abismo de penas infernales.
- eres una desgracia... eres una abominación, eres una asesina a sangre fría...
Las palabras no paraban de llegar como granizo en una noche helada.

- ¡Alida! - gritó Kol por segunda vez, tomándola por los hombros y agitándola - ¿estas bien? - preguntó cuando vio que la chica estaba totalmente paralizada.

Alida hizo caso omiso a las palabras de Kol. Miro sus manos, estaban empapadas de sangre, al igual que su ropa, comenzó a temblar con miedo, esa no era Alida, ese había sido un monstruo. Su labio inferior temblaba y sus ojos estaban enrojecidos, como si quisiera soltar el llanto.

Miro a todos y la vez la vista perdida; Klaus y Rebekah comenzaron a asustarse e intentaron ir hacia ella.

- Sa... Salomón - salió corriendo de la habitación.

Kol intentó seguirla pero Elijah lo detuvo.

- debe tranquilizarse, la llevamos a un camino demasiado oscuro para ella - Klaus agachó la cabeza, sabía que había sido su culpa de alguna forma - si intentamos ayudarla en este momento... ella no puede controlarse - Kol quito la mano de Elijah de su hombro con enojo.

Y corrió hacia aquella alma perdida.

- déjalo, - Klaus hablo aun agachando la vista - es lo menos que puedo hacer antes de que nos vayamos.

Alida salió de la casa corriendo y tomando la falda de su vestido para no tropezar y caer. La luz lunar al final del pasillo anunciaba la salida; era media noche ya, había antorchas por todos lados, la luna estaba en su mayor esplendor y en el centro... en el centro estaba su hermano, Alida corrió hacia él sin pensarlo dos veces.

- ¡Salomón! - el la abrazo, abrazo los años perdidos sin poder ver a su pequeña hermana.

Alida se separó del abrazo para poder ver con claridad a las otras personas; Gabriel y el pequeño legado de la familia Godrike-Tulle también estaba ahí. Por un momento Alida olvidó todo lo que sentía, hasta que escucho a Kol detrás de ella, era como si él le recordara una parte oscura de ella que desconocía.
Gabriel dio un paso atrás, como si algo le incomodara.

- Soy... soy un monstruo, ¡Salomón! - Alida lo abrazo de nuevo - mate a muchas personas el día de hoy, ¡no debí de haber nacido nunca!-.

Salomón lloraba con ella. Alida escuchaba en crujido de las botas de Kol.

- No, - Salomón negó llorando - no eres un monstruo Alida, eres una simple chica que tomo malas decisiones - se separo de ella, pero la tomo de los hombros con autoridad, tal y como un hermano a una hermana menor - todos tenemos demonios, pequeña Ali, los tuyos son más grandes, porque tu eres más fuerte, no dejes que te destruyan - Alida asintió, pero las lágrimas no dejaban de caer por su rostro.

El pequeño niño miro a su tía con curiosidad. Alida lo miro asustada, su rostro le recordaba la niñez y la inocencia, algo que jamás pudo tener.

- Salomón - Alida hablaba mirando a la nada - no pude salvarla, intenté transportar al bebe pero...

Salomón la miro confuso unos instantes, el no sabía que iba a ser padreo otra vez.

- Dios mío - Alida se tapo la boca - creí que ya lo sabías, perdóname, no debí dejarlos morir a los dos, pero me debilitaron y yo - Estaba temblando, mirar a los ojos de su hermano y solo ver años de dolor, le hacían temblar.

- tran... tranquila - el pobre hermano mayor apenas podía hablar sin derrumbarse - ambos... ambos sabíamos que esto, esto iba a terminar mal Alida - le dio otro abrazo, buscando poder encontrar algo familiar de la antigua Alida, pero lamentablemente, esa Alida había muerto apenas una semana atrás - tu no tienes la culpa de nada... Alida, pase lo que pase, eres mi hermana pequeña, y siempre, escúchame bien, siempre, te voy a perd...