"No es cuestión de buena o mala suerte, tan solo es el futuro al que estamos destinados"
Alida Godrike es una bruja inglesa rechazada por su aquelarre por no poseer poder propio; pero su linaje oculta un gran secreto, un secreto que a lo largo de la...
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Alida había corrido hasta casi llegar a un precipicio, estaba segura de que se iba a lanzar en el.
- Yo no te lo recomendaría - una voz extrañamente familiar hablo a sus espaldas - dicen qué ahí viven licántropos, y al ser una original eso no te mataría, más bien, te causaría jaqueca un par de días - Alida se recargó en un árbol cercano y se sentó a llorar.
Ni siquiera se digno a voltear hacia la persona.
- Sí antes era una abominación ahora soy un monstruo - El joven se sentó a su costado.
- no, todos los seres sobrenaturales somos abominaciones, Klaus me contó tu caso, tú aquelarre fue muy estúpido - Alida se le escapó una risita - mira, te costará trabajo acoplarte a esto, ya debes de saber que las emociones se intensifican y - El joven sacó un aro de palta con una gema roja incrustada, Alida se sobresaltó - Wow, tranquila, no te estoy pidiendo matrimonio, es un simple anillo solar, solo por si acaso - El joven se levantó y extendió la mano.
Alida lo miro pensativa, como si lo conociera desde años, y recordó.
- Vaya, pero si eres el mismísimo George Willoway - Alida se levantó del pasto haciendo caso omiso a su mano extendida - ¿Como van mis padres sin mi?, ¿Que tal el aquelarre? Mejor sin mí cierto - Alida se sacudió sus faldas y se dirigió a la mansión con un gesto de disgusto en el rostro.
George tenía razón, sentía que sus emociones explotaban por dentro, pero por una razón se sentía furiosa. George Willoway era el hijo de la bruja que se había encargado de llamarla abominación en más de una ocasión, y desde entonces la odiaba y odiaba a toda su desendencia, quería hacerla pagar y demostrarle el gran error que había sido desterrarla de su familia.
- Veo que ya conocías a George - La misma voz conocida que la hacía enfurecer más hablaba de las sombras.
- ¿no te cansas de molestar? - Alida lanzó una mirada amenazante y cruzó los brazos.
Rebekah soltó una risita sorprendiendo a Kol y Alida.
- Mi hermano suele ser así de complicado - Alida miró a Rebekah confundida, había sangre seca donde Alida la había golpeado - Tranquila, te acostumbrarás, en unos mil años - Kol entrecerró los ojos.
- bueno - Kol encogió los hombros - supongo que no querrás saber qué pasó con Salomón - Alida se sorprendió.
Kol comenzó a caminar hacia las escaleras. Alida miro a Rebekah.
- siento haberte lanzado - Alida lo dijo apurada y corrió detrás de Kol - ¡Espera! Quiero saber qué pasó con mi hermano - Kol comenzó a caminar más rápido, pero Alida ya no era una chica normal así que lo detuvo - Basta ya - Alida se puso delante de su camino.
- Está bien - Kol se dirigió hacia una sala y se sentó - pero antes - se estiró y puso sus manos detrás de la cabeza - quiero saber que es lo que eres - Alida lo miro confundida - ¿por qué fuiste desterrada? -.
