"No es cuestión de buena o mala suerte, tan solo es el futuro al que estamos destinados"
Alida Godrike es una bruja inglesa rechazada por su aquelarre por no poseer poder propio; pero su linaje oculta un gran secreto, un secreto que a lo largo de la...
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Ali se había alistado temprano, no tenía ganas de nada, cada día se sentía peor con su nueva forma de vida... y lo que era peor eran sus sueños, y tener la misma sensación de que algo pasaba. Se vistió con uno de los vestidos que Rebekah había dejado en su puerta por agradecimiento la noche anterior, este era un azul agua muy muy claro, de mangas largas y ajustadas y al final flojas; llevaba sus mismas botas tradicionales; se recogió el cabello en una coleta alta, se miró al espejo, era idéntica a su padre, ojos oscuros pero detallados, pestañas largas y rizadas, y la piel tan blanca y pálida como se podía; a, pero también tenía algo de su madre, baja estatura, labios carnosos y nariz picuda, sin contar esa tediosa costumbre de llevar las uñas mordidas, eso sí era fatal.
- Hola perdón por no tocar la puerta, como vi que estaba emparejada yo... - George, el peculiar brujo sin vergüenza había aparecido.
- llegue a creer que habías desaparecido con tu madre después de traer a Mikael a nuestra ciudad - Alida ni siquiera se molestó en mirarlo, tan solo tomó algunos grimorios que había conseguido en la biblioteca de la casa de lo Mikaelson la noche anterior - no tenias que quedarte, dejaste muy en claro que soy un monstruo - Ali salió de ahí con la cara en alto y su coleta de caballo yendo de un lado a otro mientras caminaba.
George la siguió.
- Yo no te dije Monstruo, fue mi madre, recuerda que fui expulsado del aquelarre por defenderte junto con Salomon...
Ese nombre le llegó a Alida como una daga al corazón, y ese presentimiento de que algo malo pasaba volvió a ella.
- si, - Alida volteo el rostro hacia George, llevaba ira en la mirada - pero él dejó en claro que no quiere verme cerca de él ni de su familia, y creo que no tengo porque condenarme eternamente a mi pasado - Alida volvió a su camino y bajo las escaleras - a partir de ahora, no volveré a voltear hacia atrás, por nada, ni... ni por nadie - lo último lo dijo pensando en su hermano.
George la había dejado de seguir en cuanto había dejado en claro lo que quería ella. Había caminado hasta que había llegado a los corrales de los caballos, ahí se había percatado que estos ya estaban listos para un viaje, y era cierto, los Mikaelson no la querían poner en peligro y por eso ese día en la media noche se irían a otro lugar.
Se acercó a un caballo y acarició su melena, tan suave y brillante, de pequeña siempre había querido tener un caballo, pero dadas las circunstancias nunca pudo tenerlo, solo se había ganado un boleto de lotería a un orfanato sobrenatural.
- Ese caballo tiene apenas dos años, lo consiguió Klaus cuando llegamos a la ciudad - Kol había aparecido, parecía que no se había cepillado el cabello, lo tenía todo revuelto y su copete cubría sus cejas - veo que estás ocupada - Kol apuntó con la mirada los grimorios -.
Alida quito la mano del cabello del caballo.
- intentó estudiarlos - Kol pareció desconcertado - a los vampiros, toda clase de ellos, diurnos, originales, nuevos, viejos, destripadores... - dijo lo último con un dolor en el vientre - en fin, solo quiero encontrar como encerrar a Mikael, cómo vencerlo.
