- ¿A donde demonios crees que vas? - dijo Gabriel asustado al ver como Alida guardaba sus pocas cosas en una maleta - no me puedes dejar aquí - Alida lo miro con enojo.
- me voy a Nueva Orleans, por eso te pedí que me acompañaras...
Gabriel la interrumpió.
- no puedes simplemente resolver todos tus problemas al ir a ver a los Mikaelson, cuando veas a Kol...
Alida sintió que le prendieron fuego cuando dijo ese nombre.
- voy a ver a Klaus...
- Vas de mal en peor querida Alida...
Alida giro los ojos.
- es el único que en este planeta que es dos criaturas como yo, y el único que puede explicarme cómo controlarme - Alida se detuvo un momento - ¿en que estaba pensando cuando llegue aquí y creí que un aquelarre de brujas tramposas podían explicar algo que nunca han visto? - Alida cerró su maleta por fin - me larga de aquí, contigo o sin ti -.
Alida tomo su maleta y camino hacia su destino, no le importaba quien quisiera detenerla.
- maldición... - dijo Gabriel entre dientes - espérame en la biblioteca, iré por mis cosas - y Gabriel salió corriendo tal y como el vampiro que era.
Alida había pensado que irse sola era lo mejor, pero, no puedes crear un ejército sin un soldado fiel ¿no? Se sentía mejor al saber que no iba a estar sola.
Espero un momento en la biblioteca, repasando por última vez los libros y grimorios mágicos, como los libros normales; para muchos, vivir 100 años era demasiado, pero para Alida, era muy poco a lo que realmente iba a vivir. Guardo unos cuantos libros en su maleta, y tomo un grimorio, uno que jamás había visto ahí, tan solo tenía un símbolo grabado en el cuero: planetas rodeados de estrellas, brillantemente azules... como si los años no lo hubieran deteriorado; abajo del dibujo había una frase: "ait bestia identitas duorum" por "Princeps Aurum".
- ¿Aurum?... - dijo Alida confundida.
- Ese es mi apellido - se escucho una voz detrás de ella; era Regem - es Latín, como mi nombre; Aurum en Oro - Alida guardo el libro antes de poder decir nada más.
Regem miro las maletas de Alida.
- Por favor - se llevó la mano a la cara - dime que no te corrieron por culpa mía - Alida vio lo tenso que se puso el chico.
Alida volteó a todos lados, para evitar que nadie la escuchara.
- No, me voy por mi cuenta... no creo que nadie que viva aquí, pueda ayudarme - Regem la miro triste, Alida esperaba que el joven volviera a hablar sin parar, como la última vez que hablaron.
Gabriel entro a la habitación con una maleta.
- ¿lista para largarnos? - dijo este sonriendo.
Regem los miro confusos, y tomó una rápida decisión.
- Quiero ir con ustedes... - Alida negó levemente.
- lo siento, a donde voy, tú no puedes ir - Alida tomo su maleta y se dio la vuelta.
Gabriel la siguió, pero Regem la tomó de la muñeca.
- entonces te pido que regreses el grimorio de mi ancestro, ese tu tampoco puedes verlo - Alida se soltó enojada.
- No viste lo que...
- oh, claro, conozco ese libro desde que nací - Regem cito enojado - "las identidades de la doble bestia, por el príncipe oro" - Alida se quedó boquiabierta; Regem mencionó por último con un tono de desdén - No lo necesitarás si ya te diriges con la doble bestia - Regem tomó el libro con su velocidad vampirica.
Gabriel intento quitárselo, pero Alida lo detuvo.
- puedes venir - Gabriel la volteó a ver con sorpresa.
Regem sonrió triunfantemente.
- pero ese grimorio tiene algo sobre lo que soy, y no me lo dices - Alida lo volteó a ver de manera amenazante - te voy a aniquilar...
Antes de que alguien más pudiera decir nada, la habitación explotó de brujos y otros seres por donde quiera. Silver sabía lo que iban a hacer.
- denme la mano ahora - Alida no estaba segura de lo que iba a hacer, así que absorvio un poco de magia de los dos vampiros, sin temor a explotar como la última vez - salgan de aquí ahora - Gabriel hizo caso a su palabra, pero Regem se quedó tieso - ¡que huyas, maldición! Soy un hereje con problemas para controlarme, solo tengo que soltarlo todo - Regem la miro con locura y después le siguió el paso a Gabriel.
Silver y las demás se comenzaban a acercar a ella, rodeándola, intentando poder encerrarla; pero había algo en lo que estaban mal, jamás puedes encerrar a un hereje en un lugar lleno de magia, a menos que quieras que esté te destruya.
- Silver, ¡Basta, no quiero hacerles daño! - Alida dijo intentando sostener todo lo que estaba absorbiendo - Por favor, ambas sabemos que no puedes ayudarme - Silver pareció ignorarla.
Había suficientes brujas en esa habitación para someter a cualquiera, pero tan solo estaban llenando de poder a Alida, un poder que iba a explotar en cualquier momento.
- ¡Silver, déjala ahora, la magia de toda la fortaleza está muriendo, - Ágatha corrió hasta Silver - si su magia explota, todas vamos a morir, y será una carga muy pesada para ella.
Silver volvió a ignorar lo dicho.
Todas las brujas estaban lanzando hechizos contra Alida, dándole poder; Alida sentía como pequeños hilos de luz roja la estaban rodeando «magia» pensó.
- Si no vas a hacer algo tu, lo haré yo - Ágatha corrió a Alida esquivando a Silver e Iss - «portals apertum, pluviis ut ostenderent lucem magicae est soror tua» - citó Ágatha con desesperación al llegar hasta Alida.
Un gran y oscuro agujero se abrió detrás de Alida, pero aun así, las brujas no dejaron de lanzar sus hechizos.
Algo dentro de Alida la doblo a la mitad, y antes de caer dentro del agujero, exploto, lo último que sus ojos cegados vieron, fue el rostro de Ágatha convirtiéndose en un cadaver, y toda la sala llena de hilos de luz roja, gritos.
Alida se despertó de un grito ahogado. Todo a su alrededor estaba lleno de ceniza.
- ¡Alida! - la voz de Regem la hizo levantarse -¡Alida, ¿Donde estas?!-.
Sus ojos están ardiendo, al igual que su garganta, se levantó lo más rápido que pudo, agarrando de las faldas con fuerza, dio la vuelta para saber de donde provenía la voz; sintió como si el corazón le volviera a latir de dolor; la fortaleza de brujas extraordinarias, con más de miles de años y totalmente secreta, había desaparecido, y en su lugar, había un vuelco de llamas y cenizas, llantos y gritos.
Alida se volvió a derribar, sintió como Regem y Gabriel llegaron a derribarse a su costado.
- Mate a Agatha - las lágrimas aun no salían -destruí a un aquelarre de cientos de brujas y otras criaturas- Alida miró sus manos - soy un monstruo - las lágrimas ahora sí que salieron, doblándola por la mitad.
Y la escena terminó ahí, con una fortaleza antigua quemándose en las montañas, y Regem, Alida y Gabriel, derribados en el punto más bajo.
Holaaa, se que no he actualizado últimamente mucho, y es que perdí la cuenta! Si, olvide la contraseña que se puse, y el correo que tiene, ya no lo utilizo, pero recordé (mil años después) que tenía la cuenta abierta en mi celular viejo, y aquí estoy, hablándoles desde un cacahuate.
Sobre la historia, se que está dando un giro muy drástico, pero tiene que ser así, porque Alida no es un ángel, y aunque no decidió ser lo que es, ella siempre va a ser una alma perdida, por otro lado Regem, va a tener un papel más importante en los siguientes capítulos, donde tal vez, lleguen a ver a personajes muy conocidos.
Ann CM ♥️
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El Hereje Original ⚜️ TVD & TO
Fanfic"No es cuestión de buena o mala suerte, tan solo es el futuro al que estamos destinados" Alida Godrike es una bruja inglesa rechazada por su aquelarre por no poseer poder propio; pero su linaje oculta un gran secreto, un secreto que a lo largo de la...