El Hereje Original ⚜️ TVD & TO

Prólogo - La Hereje Original

Noviembre 16 de 1618

Querido Salomón:

Hola, es un alivio por fin poder escribirte, tus padres me habían prohibido escribirte cartas a lo largo de tu viaje... fue algo horrible, se que me recordarás que son "nuestros padres", pero se que les dejé de importar cuando se dieron cuenta que no tenía nada de magia, y me abandonaron en este orfanato.
Como bien sabes, mañana es mi cumpleaños número dieciocho, por sin podré irme de este lugar aterrador.
Espero que te encuentres bien, no sabes la falta que me hace mi hermano mayor aquí; te dejo, ya que la hoja se me está acabando.

Posdata: te escribiré cuando salga de aquí.

Atentamente: tu hermana, Alida Godreke.

Alida cerró el sobre y se dirigió a el pequeño jardín del orfanato.

- ¡Rose! - grito con su aguda vocecita.

La mujer de piel oscura y ojos claros la volteo a ver. Alida espero un poco, ya que Rose se encontraba hablando con otra joven, alguien extrañamente curiosa; después de unos segundos se despidieron, y la joven extraña miro con una sonrisa fría a Alida.

- Alida ¿Que ocurre? - Rose se acercaba alzando un poco las faldas de su vestido al caminar.

Alida con el sobre en la mano, vaciló, pero después extendió la mano.

- no me permiten enviar esta carta, pero... necesito saber sobre mi hermano - suspiro con tristeza - ¿podrías enviarla por mi?, no tengo a donde ir, y esperaba estar con mi hermano - Rose recibió el sobre.

- Claro, mira... se que fuiste rechazada por tu aquelarre, pero, puedes quedarte en mi casa en lo que sabes de tu hermano - Rose siempre había sido muy amable, ella era una bruja solitaria, no pertenecía a ningún aquelarre.

Alida sintió un gran alivio.

- Rose, te debo mucho - La joven se soltó a darle un gran abrazo - cualquier favor que necesites cuentas conmigo - y Alida se fue corriendo a guardar sus cosas.

La noche se puso un poco fría y la brisa arrastraba gotas de agua en el rostro de Alida.
Rose le había pedido que esperase fuera del orfanato, y que ella llegaría en un carruaje a las ocho en punto.
Alida miro su reloj, eran las siete con cincuenta y ocho minutos; sentía que los minutos se convertían en horas, siempre había soñado con el momento de irse de aquel aterrador lugar, y ese momento era hoy, en uno minuto más, y después de eso, iría con su hermano.

El sonido de las pesuñas de un caballo sacaron a Alida de su mente. Un carruaje negro con detalles platas y dos grandes caballos negros, se pararon enfrente de ella, la puerta se abrió con cuidado y el rostro de Rose apareció en ella.

- Ocho en punto - dijo Alida mientras guardaba su reloj - eres la persona más puntual. - Rose río y le hizo una seña al conductor para que subiera el equipaje.

Durante el corto camino nadie habló, no hasta que una mansión se logró ver después de los árboles.

- ¿Aquí vives? - Alida preguntó boquiabierta.

Rose asintió estirándose.

- no es mía, la cuido para una amiga - y ahí termino la conversación.