La Boda De Mi Mejor Amigo

Esperanza, amistad, pasión y felicidad

Desperté gracias a otra llamada.

¿Quién llamaría en medio de la noche otra vez?.

Grande fue mi sorpresa cuando me di cuenta que ya eran las nueve de la mañana.

Parecía como si hubiera dormido cinco minutos.

-¿Hola?-contesté la llamada con un bostezo.

-Buen día dormilón.

-Minho-dije emocionado-Por fin apareces.

-Mira quién habla-se río este-Tú eres el que está en otra ciudad sin darle una llamada al pobre y desamparado Minho.

-Eres un idiota-contesté riéndome despabilándome del sueño-¿A qué debo tu llamada?.

-¿Es que acaso no puedo llamar a mi amigo del alma?.

Esperé sin contestar, era obvio que llamaba por algo.

-Es en serio, solo quería hablar contigo-dijo-Bueno, está bien, el amor de mi vida quería tu apoyo y no quiero que se lo des, esto es para advertirte.

-¿Por qué?-pregunté sorprendido e interesado.

En ese momento mi estómago rugió pidiendo comida, el pobre clamaba desayunar, después de todo, ya era tarde.

-Él quiere que nuestro hijo se llame Minho-comenzó a contarme-Vamos, pobre chico, ¿por qué lo llamaríamos como yo?. Es un nombre de viejos, hoy en día ya no se usa...

Y siguió dándome sus argumentos mientras yo me encaminaba a la cocina a preparar un buen plato de frutas, necesitaba algo sólido para que mi estómago dejara de sonar como la sinfonía de un teatro.

-¿Me estas escuchando?-se quejó.

-Claro que sí-le dije maniobrando con el celular a la vez que picaba unas manzanas-Tú sigue hablando.

-Entonces le dije, que si lo llamábamos Minho, habría confusiones cuando nombraran a alguno de los dos-él siguió con su discurso de pros y contra del nombre, solo que según él no tenía ni un pro.

Para cuando terminó, mi desayuno frutal ya estaba listo.

-Lamento decirte, que como futuro padrino, apoyo a Tae-le dije sonriéndole a mis frutas-Así que si él me llama le diré que es un nombre genial.

-¿Qué le pasa a todo el mundo hoy?. ¿Es el día de jodamos a Minho y nadie me avisó?-Se quejó gruñendo-Son unos desconsiderados, a excepción de Minseok.

-¿Minie?-pregunté confundido.

-Él es el único que dice que sería un castigo de Dios nombrar a mi hijo con un nombre tan feo como el mío-no parecía ofendido, es más, sonaba complacido por haber conseguido algo de apoyo.

-¿A cuántos has llamado ya?-pregunté riendo, el pobre parecía desesperado, parecía político en busca de votos un día antes de las elecciones.

-Solo faltan Chanyeol, Félix e Irene-contestó-Pero la mayoría contestó que apoyarán a Tae, porque se supone que está en todo su derecho de llamar al bebé como le plazca, ¿Dónde queda mi opinión?.

-Cuando logres concebir tendrás más derechos-le dije mientras daba grandes bocados a unos cubos de naranja.

-Eso mismo dijo mi madre-dijo casi llorando-Joder con ustedes los donceles, se ponen todos susceptibles en el embarazo.

-Me muero por que llegue Minhosito al mundo-le dije para picarlo-Sera él bebé más adorable del planeta.

-¿Verdad que sí?-contestó todo orgulloso.