INTERMITENTE [El principio] (Finalizada)

Inicio del nada

La sobrepoblación, han escuchado de esto, no hicieron nada. Hace cincuenta años a nadie le preocupaba esto, hoy dar luz a un hijo es el peor acto de crueldad, un acto de desprecio y un acto que debería ser juzgado. Con un brusco aumento en la población, los recursos no daban abasto. Las guerras por territorios empezaron, y como si fuera poco, miles de enfermedades se desataron acabando con más de la mitad de la población. Y aunque lo crean o no, no solo múltiples enfermedades es lo que dejó los peores años vividos por la humanidad. Hoy muchas cosas no tienen explicación alguna. Hoy nadie tiene una teoría, algo. Cuando inició todo anunciaron que en el planeta iba a ser imposible que volviera a llover. Aún así una leve llovizna cae cada un mes, ¿un milagro? Creo que a nadie le importa. Hoy solo te debe importar tres cosas; agua, alimento y tú.
La humanidad en un acto de recuperarse creó nuevas leyes, y  trató de levantarse. Con el paso del tiempo se conoció el caso de un joven con características extrañas, ¿especiales? Sí, evolución. Sin embargo, la poca humanidad que había no podía afrontar algo así. Mutantes, mistakes, anomalías, así son llamados. Los mistakes que están dispuestos a "vivir en paz" son obligados a usar un collar, mide el nivel expuesto de tu habilidad, un fuerte nivel de tu poder y una descarga acabará con tu vida. No puedes salir de tu casa o también recibirás la descarga, no puedes hablar con un humano, a menos que él lo quiera. Los mistakes que se nieguen, simplemente usan el collar y reciben la descarga usando o no su poder.
El agua, la comida, todo lo administra el gobierno, te dan poco para muchos días.
Hoy esa evolución no sirvió para nada.

-Paige. -pronunció una mujer de aproximadamente cuarenta años al ver a su sobrina bajar del vagón.

-Jess. -saluda ella sin ánimos.

-Paige, mírate. Estás toda demacrada...

-Lo lamento, no tuve tiempo de  maquillarme. -dijo con arrogancia. Las empresas no les interesa producir cosméticos, ropa, nada. Solo comida.

Tía Jess toma un poco del aire putrefacto del ambiente -Ven, vámonos. -caminan hasta llegar a las frías calles de Nialo.

-Paige, ¿él se encargó de todo? -preguntó la mujer asegurándose que nadie la pudiera escuchar.

Paige asiente.

-Señorita Darmond. -un oficial se acerca. Jess aprieta la mano de su sobrina.

-Oficial, ¿hay algún problema? -el oficial quien conoce a Jess desde hace un tiempo observa extrañado a la jovencita quien jamás había visto.

Jess observa a su sobrina. -ella es Paige, mi sobrina. Vinó desde muy lejos.

El oficial saca su pantalla, lo unes con el código y podrás saber todo sobre la persona. Todos deben tener su código, tu identidad. Como un objeto. -Tu muñeca. -Paige tiende su brazo, él registra el código. Revisa los datos que arrojó la pantalla.

-¿Cuál es el motivo de su llegada?

Jess trata de responder. -Pues, ella...

-Quiero que responda ella.

Paige lo observa. -mis padres murieron y me mandaron con mi único pariente.

El oficial la mira una vez más.- Bien. Que tengan un buen día. -dice levantando su sombrero y yéndose.

-Nadie puede tener un buen día. -exclamó Paige.

-Paige, por favor.

-¿Miento? Nadie los tiene. Todos son peores que los anteriores.

Jess niega ante  las palabras de su sobrina. -Siempre va haber esperanza, aunque sea un poco.

-Hoy tener esperanza es un privilegio.