Control

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-Hola. -saludó un chico de allí, hacia Paige.

-Hola. -correspondió la chica cortantemente.

-Carson. -el chico extiende su mano.

Paige observa la mano con desconfianza.

-No debes temer. Aquí todos somos hermanos. -musitó, guardando su mano.

-No les temo. -dijo Paige.

Carson ríe. Después se esfuma, literalmente desapareció.

-¿Cómo? -se preguntó Paige sin ubicarlo.

-Aquí estoy. -Carson toca el hombro de Paige.

-Sorprendente. Teletransportación. -farfulló Paige.

Carson asiente. Una cicatriz cruza por todo el rostro del chico.

-Ella es Halsey. -dijo Carson, presentando a la chica de atrás.

Paige sacude su cabeza en señal de saludo.

-Bienvenida. -dijo Halsey. -¿Eres una telépata? -pregunta con emoción en las palabras.

-Manipulas a las personas, ¿no? -se entromete Meghan.

-Meghan. -chilló Carson.

La chica levanta su mano en señal de silencio.

-¿Qué se siente poder saber los secretos de los demás? Entrar a su mente y robar cada detalle. Provocar que hagan lo que quieras, a tu antojo. -Meghan coge un mechón del cabello de Paige.

-Sí, eso hago. -murmuró Paige. -Suéltalo. -dijo.

Meghan obedece y suelta el mechón.

-¿Cómo te atreves? -alegó Meghan, al darse cuenta que Paige entró a su mente.

-¿Tienes secretos, Meghan? -comentó Paige.

Meghan aprieta su puño.

-No, Meghan. -dijo Halsey.

Una navaja que se encontraba en el bolsillo de Carson rasga la tela y sale disparada contra la mano de Meghan. De pronto se detiene y la chica la toma con tranquilidad.

-Rompiste mi pantalón. -refunfuñó Carson, notando el agujero.

Meghan saca una fruta, perfecta figura redonda con un color a sangre fresca. Corta la manzana con la vanaja y se marcha como sí nada. La chica controló su poder.

(...)

Paige observa la fogata que ilumina gloriosamente el centro del campamento. Su mirada se esfuma junto a las llamas de aquella fogata. El lugar es acogedor, pacífico, todo lo que se pudiera llamar hermoso, estaba allí. Sin embargo, no había paz en su corazón, su mente era una balanza de miedo e ira. Como si algo quisiera salir, desgarrando su piel, quemando los recuerdos que valían la pena recordar, avivando los malos. Deleita sus momentos de paz, en los que aquello se muestra pasivo.

-No es tu culpa. -Paige volvió su cabeza para mirar hacia su lado izquierdo. -Un ser bueno o malo puede ser consumido. -continuó Ella, sin hacer contacto visual.

-¿Bueno o malo? -replicó Paige, en un murmuro.

-Dime Paige, ¿quieres ceder?

La chica de pálidas mejillas piensa en su pregunta.

Paige frota sus ojos. -Me siento en un sarcofago sellado con un candado sin llave. -farfulló la chica, pasando su mano por la frente.

-Hay más maneras de abrir un candado. -musitó Ella.

INTERMITENTE [El principio]  (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora