Aparente

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-¿Cuánto tiempo lleva en este lugar? -cuestionó la chica de pálidas mejillas.

El anciano seca el sudor de su frente. -¿Cuánto permanecerás tú? -dijo.

Paige observa sus cadenas.

-Si no ves lo evidente...-murmuró la chica. -no está frente a ti, no está a la derecha...

El ruido de las rejas externas avisan que llegó la hora para Paige.

-Ni a la izquierda, no permanece arriba ni mucho menos abajo. -apresuró Paige. Pero los guardias llegan a tiempo.

Entran y refuerzan las cadenas que arrastran los pies de Paige.

Antes de salir de la prisión el anciano se dispone a hablar.

-Si no está frente a tu nariz, está en tu espalda. -dijo finalmente.

Paige sonríe como un hasta pronto.

Después los guardias tapan la cabeza de la chica con un saco oscuro. Ella no refuta.

(...)

-Habitantes de Tyulia, y habitantes de las diez ciudades, este día quedará grabado en cada una de sus mentes. -alegó, con fuerza, un hombre en uno de los costados del coliseo. -en este día, se ejecutará a la mutante que ha generado terror como ningún otro lo había hecho en un siglo completo.

La muchedumbre grita y aplaude.

Paige escucha las millones de voces sin siquiera entrar a la arena.

-Hoy, será de esos días en los que veremos como los mutantes pueden ser iguales a nosotros.

La gente que ocupa las gradas asiente y apoya cada palabra.

-Será la clara advertencia para cada uno de los mutantes vivos. Ninguno podrá. -susurra lo último. -Paige Xavier. -presenta la entrada de la mencionada a la arena. La chica aparece en el centro del coliseo.

Puede notar como la luz atraviesa el saco en su cabeza.

Un silencio directo permanece.

Paige siente solo su respirar. De repente un guardia quita el saco, exponiendo su rostro ante las personas, y en general, ante todo el mundo.

La algarabía de las personas hace vibrar la arena. Todos gritan llamando la sangre correr.

Paige divisa su alrededor e ignora a la multitud enloquecida de odio.

Nota como cuatro hombres se encuentran en bases que la rodean, al frente, a su derecha, a la izquierda y por atrás. Portan máscaras con signos, al igual que arcos manuales. Se pregunta si, tal vez, el superior es uno de ellos.

-Liberen las cadenas. -ordenó el superior por radio.

Las cadenas de Paige caen exploradamente al suelo.

Ella comprende lo que le espera. Una vez que puede moverse, no existe ningún lado absoluto.

Las personas cantan en coro como tradición.

La base de su ahora derecha se enciende, dándole el turno de usar el arco contra la chica.

El hombre estira los brazos en un fuerte movimiento, la flecha sale disparada con una clara dirección.

Paige se apresura a esquivarla, y lo logra.

La multitud insulta el mal intento.

Otra base se enciende sin que Paige pudiera respirar por quinta vez.

La flecha rasga la manga derecha del pantalón de Paige. Eso estuvo más cerca.

-Dos. -dijo por orden el superior.

INTERMITENTE [El principio]  (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora