Incontenible

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-Paige. -llamó Shawn. Ella abre los ojos de golpe.

-Mira. -exclamó Aaron, poniendo su vista sobre el camino.

Paige se levanta. Observa a lo lejos soldados. Los cuenta, cinco soldados dispuestos a detener el auto. Aaron la observa con temor. El auto avanza hasta detenerse. Los soldados lo rodean.

-Todos bajen del auto. -ordenó uno de ellos. Paige observa sus armas mientras obedece.

-¿Adónde se dirigen? -preguntó indiscretamente uno de ellos.

-Bernoli. -contestó el conductor.

-Mirfan. -respondió Shawn.

-¿Llevan suministros? -interrogó el mismo soldado.

-Poca agua, solo para el camino, y la comida de hoy.-dijo Shawn por todos.

-No les molestará si la tomamos, ¿verdad?

-No pueden hacer eso...-antes de que el conductor pudiera terminar uno de los soldados le apunta con su arma.

-No, por favor. -acudió Aaron.

El líder de ellos observa al chico. Da un paso hacia él. -No te metas en esto. -exclamó abofeteando el rostro de Aaron.

Shawn no soporta la humillación hacia Aaron.-¡Basta! -empuja al soldado.

-¡¿Acaso quieres una bala en tu cabeza?! -gritó el soldado apuntando con su arma a la frente de Shawn.

-¡No lo haga! -Aaron trata de tranquilizar al soldado.

-Nos vamos a llevar el agua y el auto, ¿qué les parece? -exclamó el soldado.

-No, por favor, mi auto no, es lo único que tengo. -suplicó el conductor.

El soldado a su lado lo golpea haciendo que cayera al suelo. Paige observa todo y recuerda a la mujer de Nialo.

-Tomen el auto y todo lo de valor. -da por orden el soldado líder.

-No lo hará. -expuso Paige.

Todos observan a la chica. Shawn niega con su cabeza ordenándole que se quede callada.

-¿Qué dijiste? -el soldado se posesiona frente a ella.

-Nos dan tan poco y ahora usted quiere robarlo.

El soldado la inspecciona. -Somos la autoridad y si queremos tomar su maldita agua o cualquier otra cosa lo voy a hacer, ¿entiendes?  -solo es un maldito opresor.

-Déjela en paz. -advirtió Aaron. Dejando a un lado su pasividad.

El soldado saca un arma más pequeña cansado de la situación. Gira su cuerpo en dirección a Aaron. -si quiero matarte, simplemente lo hago.

-Detente. -murmuró Paige. El soldado descolgó su brazo y el arma cae sobre la arena.

-Jefe. -llamó uno de ellos sin entender.

-¡¿Qué hiciste?! -gritó otro soldado apuntado su arma contra Paige.

-Es una mutante. -murmuró otro soldado haciendo que todos cargaran su arma. Ahora todos apuntan contra Paige.

-Paige. -murmuró Aaron.

-Una dotada sin collar.

Aaron y Shawn observan expectantes. Paige piensa muy bien en lo que debe hacer.

-Jefe...-balbuceaban.

-Déjalo. -gritó otro soldado, amenazando a Paige con disparar.

El soldado líder se derrumba por causa de Paige.

-Deja de hacer lo que sea que estás haciendo o te mataremos, maldito error.

Paige no hace nada ante su amago.

-No entiendes. ¡Déjalo o halaremos el gatillo!

Las armas de los soldados se mueven en un giro de noventa grados, con dirección a la cabeza de un compañero diferente.

-¿Qué demonios sucede? -farfulló uno de los soldados.

-Bien. Ahora pueden halar del gatillo. -espetó Paige.

-¡No puedo mover mis brazos! -gritó un soldado.

-Paige. No lo hagas. -musitó Aaron tratando de acercarse, pero la misma Paige lo impide.

Paige divisa a cada soldado y piensa en todo lo malo que han hecho, sin siquiera acceder a sus mentes. Así que hace que cada soldado empuje el gatillo con lentitud.

-¡Paige! -insistió Aaron con impotencia.

-¡No, no! -gritó un soldado.

-¡Por favor, no lo hagas! -suplican al unísono.

Los gritos de los soldados llegan como insignificantes ecos a Paige.

-¡Paige, basta! -gritó Aaron, ante lo que trata de hacer la chica.

Paige observa a Aaron por unos segundos. Regresa su vista a los soldados. Seguidamente todos los saldados caen al suelo inconscientes.

-Pensé que ibas a matarlos.-exclamó Shawn.

Paige observa al conductor quien miró todo, el sujeto no podía creerlo, tiembla de miedo. Admira una vez más a los cinco soldados tendidos sobre la arena.

-Olviden todo lo que sucedió. -farfulló Paige. Cuando despierten ninguno recoradará como terminaron ahí.

-Bien. Vámonos. -habló Paige subiendo nuevamente al auto.

El conductor sube rápidamente y enciende el motor.

Aaron cae al suelo, pues se rompió la barrera que lo detenía.

~▪~

-¿Cómo hiciste eso? -cuestionó Shawn, ante el anterior suceso.

Paige resopla. -no pensé que podría hacerlo. -nunca a cinco personas a la vez.

-La comida y el agua se agotan. -anunció Aaron.

-Tendremos que buscar algo en Bernoli...-trató de opinar Paige.

-Es muy riesgoso. -interrumpe Shawn.

-¿Tienes una mejor idea?

-Dime, ¿harás que no registren a Aaron nuevamente? Entrar a una ciudad en más difícil que salir.

-¿Y por qué no utilizas tu cerebro para borrar los datos de Aaron? Eso sería más efectivo.

-¡Basta! -gritó Aaron. -dejen de discutir. No entraré a la ciudad, así no tendrán que registrarme.

-Es una mala idea. -espetó Shawn. El chico mira el largo del camino. -tal vez tenga tiempo suficiente. -murmuró entre dientes.

-¿Qué piensas hacer, Shawn? -preguntó confundido el castaño.

-Borraré tus datos como dotado. -respondió.

En cuestión de minutos Shawn logra borrar la información que pueda inducar que Aaron es un dotado.

Al salir el sol, se asoma de lejos la imagen de una gran ciudad, Bernoli, la ciudad más grande del planeta, con doscientos mil habitantes.

~▪~

-Hay una fila demasiado larga. -dijo Shawn, desanimado.

-No importa, todo sea por agua y comida. -comentó Aaron siendo positivo, pero rodeado en negativismo puro.

Paige observa como las personas reciben los insumos, se resignan con tan poco. Unos minutos más tarde llega su turno.

INTERMITENTE [El principio]  (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora