INTERMITENTE [El principio] (Finalizada)

Ruins

Edificio blanco-Ruins

-¿Dónde están? -dijo Carson, sin entender. -Se supone que aquí deben estar...

Algunas luces de la gran habitación se encienden. Dejando ver a varios dotados rodeándolos, es como una dona. Pero separados por un grueso cristal. Todos portan el collar.

-Debo admitir que sabía que iban a llegar hasta aquí. -esa voz  era conocida para Paige.

-¿Qué pasa? -murmuró Meghan.

Paige divisa a los dotados. Estan sucios y golpeados.

-Nos esperaban. -dijo Shawn.

Un disparo aturde a todos. Uno de los dotados del lugar cae al suelo.

-¡No! -gritó Meghan, acudiendo al chico caído.

-Hola, Paige. -el Dr. Black. -No debiste escapar, apartarte de mi lado fue una mala decisión. Pero todo tiene algo bueno, positivo. -el hombre ríe. -trajiste gran potencial.

Paige aprieta su puño.

-Ves a los mutantes, ¿no es así? -continuó Black. -cuando yo quiera se activarán sus collares, coordinadamente, una descarga perfecta.

Aaron contempla a Paige.

El miedo recorre el lugar.

-Tienes dos opciones: huir con tus amigos y dejar morir a todos ellos, o entregarte y todos se marchan felices.

-Es claro que no dejará que nos vayamos. -musitó Meghan, posesionándose a un lado de Paige.

Paige divisa a un niño entre la multitud de dotados.

-Solo debemos matarlo. -dijo Meghan. Tratando de usar su poder contra el dr. Black.

-¡Meghan, no! -gritó Carson.

Otro dotado cae al suelo. Lo que detiene a Meghan.

-Basta. -murmuró Paige.

-¿Cuál es tu decisión? -musitó el dr. Black con serenidad.

-Vete al demonio. -farfulló Meghan, la chica aprieta sus puños, clavando sus propias uñas sobre las palmas.

Un disparo más se escucha. Esta vez en contra de Meghan. Pero la bala se detiene en la mitad de su recorrido, se dobla reduciendose aún más de tamaño.

Paige hace que la bala retrocediera con un gran impulso, atravesando la cabeza del francotirador que estaba provocando los disparos.

-Así lo quisiste. -murmuró con rabia Black.

Todo estaba preparado, todo era una trampa. Aquel sonido vuelve a aparecer. Esta vez era más fuerte. El ruido es tolerado por todos, menos por Paige. Los oídos de la chica sangran en cuestión de segundos.

Paige cae al suelo una vez  más.

-¡Detente! -gritó Aaron.

Los agentes toman el control de su propia mente. Se sorprenden al no recordar como llegaron hasta allí.

El ruido desaparece. Paige aprieta sus dientes. Uno de los lados de la balanza se volvió más pesado.

Aaron nota un hilo blanco que se extiende por su mano. También Carson, se teletransporta por toda la habitación. La mano de uno de los dotados se enciende. Es como si los dones estuvieran liberándose.

La energía anaranjada rodea las manos de Paige.

Todos observan con asombro.

Paige lleva su mano a la nuca