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¿De nuevo?

shawn

Abro los ojos lentamente y me doy cuenta que ya es otro día, pasan de las diez de la mañana. Estoy en un hotel pero no tengo idea de cómo llegué aquí, por que definitivamente no es en el que me hospedé con Alex.

•••
alex

Me levanto súper temprano porque los hot dogs de ayer no me cayeron nada así que los termino vomitando.

—¿Te encuentras bien?

¿Quién... Oh Dybala, no?

Levanto mi vista y sí, es él.

—Lo que comí anoche, solo es eso.

Él se muestra algo angustiado y es entonces donde vuelvo a vomitar.

Sostiene mi cabello, lo cual ayuda mucho.

Aclarando las cosas, no hubo nada de nada, tengo apenas diecinueve y él como veinticinco, creo. Simplemente no.

Shawn no llegó en toda la noche, ¿y si vino y vio que éste tipo estaba en la otra cama? ¿Se habrá enojado e ido?

Pronto que acabo de terminar de devolver lo que traigo en el estómago, llamo a Shawn.

—Haré el desayuno, ¿crees tolerar un jugo de naranja?

Asiento y éste sale del baño.

Es el tercer timbre que suena y no hay respuesta alguna.

Dejo de cepillarme los dientes y me enjuago la boca.

Diablos, Shawn, ¿por qué seguimos con esto?

Pongo mi celular a cargar y me dirijo a la mini cocina que tiene la habitación.

Huele muy rico, creo que son huevos estrellados.

—¿Te sientes un poco mejor?

—Sí, pero tengo demasiada hambre, ¿puedo...—él literalmente está obstruyendo para que agarre el jugo de naranja, claro que si puedo tomarlo pero eso implicaría que mis pequeños pechos rocen con sus pectorales (los cuales están al descubierto y me impresiona lo bien que se ve) lo cual no quiero hacer.

—Oh si lo siento, espero te guste el jugo de naranja.

Asiento y me paso a la mesa para comenzar a comer fruta.

Escucho el ringtone de mi celular a lo lejos, me paro de inmediato y veo que es Shawn.

—Amor...—Oh, no está molesto conmigo.

—Shawn, ¿estás bien? ¿Viniste a la habitación?

—No—eso me tranquiliza y a la vez me preocupa—. Pero me encuentro bien, estoy con Andrew desayunando, salió una junta por la noche y como estábamos retirados del hotel pues nos hospedamos en...—

—Tranquilo, Shawn, no me debes explicaciones, todo está bien. Perdón por ayer, me molesté un poco y me fui.

—Todo está bien, cariño, en un rato nos vemos.

—Sí, te espero.

Cuelgo y vuelvo a mi desayuno, Dybala está concentrado en las noticias internacionales.

—¿Estás nervioso por el partido?

No, todo tranqui, bueno solo un poco per...—se para en seco—. Te hablé en español, lo siento.

Su español es súper sexi, uy.

—No pasa nada, creo que dijiste que no y solo un poco—ambos reímos—. Mi mejor amiga es argentina y algo se me ha pegado.

—Esas si son amistades. Bueno, me temo que debo irme, se supone que estaba en concentración anoche y Allegri ya está comenzando a sospechar—ríe—. ¿Me irás a ver?

—Yo pensaba ir por el número siete pero por el diez tampoco está mal—bromeo—. Convenceré a mi novio y quizá estamos ahí.

—Dale, entonces ahí quizá te veo si no, te mando Whats—se acerca a mí y me da un beso en la mejilla—. Adiós.

Lo acompaño a la puerta y finalmente se va.

Sinceramente me quedé con las ganas pero, le soy fiel a mi novio el cuál no se queda nada atrás.

Escucho que tocan la puerta y me dijo quien es.

—Andrew, pasa.

—Gracias, um, ¿está Shawn? Lo trato de localizar pero me manda a buzón.

Espera, ¿qué?

—Ahorita acabo de hablar con él, me dijo que estaba desayunando contigo, que ustedes se hospedaron en otro lugar porque les surgió una junta ya noche.

—Mmm, no, él se fue al after y yo me regresé al hotel, desde entonces no lo he visto ni hablado con él.

¿Por qué Shawn me mintió sobre su paradero?

Impossible|| s.m. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora