Prometida, la palabra me había caído como un balde de agua helada en medio del invierno en Nubitreos, mi gesto se descompuso, Donghae se casaría, su prometida quería verlo y yo quedaba como un mozo inoportuno y desechable, si en algún momento había tenido dignidad en ese palacio, ahora se había reducido hasta quedar en un suspiro.
Sentí mis ojos llenarse de lágrimas de inmediato, ni siquiera quise verlo a la cara, volteé de inmediato y aguantándome las lágrimas corrí a la sala de Heechul, corrí por los pasillos del palacio, que sinceramente nunca me habían parecido tan oscuros, cuando por fin llegué a con Heechul, cerré la puerta, la aseguré por dentro con la viga y me dejé caer el piso con la espalda contra la pared, Heechul solo abrió sus ya enormes ojos, tomó un trozo de paño, una flor de lavanda y se acercó a mi, yo no podía dejar de llorar, las lágrimas salían sin ningún control y mi respiración se aceleraba, los recuerdos con Donghae me estaban matando, una cachetada me sacó de mi bucle suicida
-Ouch- dije sobándome la mejilla -Ve que vengó que se me escapa el espíritu y usted me pega- dije pero no recibí mas que la mirada preocupada de Heechul
-Te he preguntado cerca de 8 veces qué pasa y no haces más que berrear como vaca poseída, por cierto, nos están ofreciéndote un libro que se llama códex gigas y- un berrido más espantoso de mi parte interrumpió a Heechul y su libro
-¡Donghae se va a casar!- dije por fin y mi voz se desgarró como si me estuvieran metiendo un hierro hirviendo en la garganta -y me duele mucho Heechul, me duele- dije entre llantos y enterrando mi cara entre mis rodillas, sentí las delgadas manos de Heechul acariciar mi cabello
-¿Sabes por qué duele tanto?- le pregunté viéndolo a la cara -Por que de querer matarlo pase a quererlo a tal punto de ser egoísta y desear que se quedara en mi vida- seguí llorando, no se por cuanto tiempo, escuché a Donghae llamar a Heechul desde afuera
-Heechul- pero éste permanecía callado mordiendo su labio, Donghae tocó a la puerta con fuerza -Hice una idiotez, necesito hablar con alguien, abre por favor, o al menos dime dónde está Hyukjae, debo arreglar las cosas- lloré mas al escucharlo decir mi nombre, llore en silencio hasta que escuché que Donghae gritaba furioso y la puerta de su alcoba era azotada
-No puedo verte así Hyukjae- dijo Heechul agachándose para verme a los ojos -Escucha, haré algo que te ayudará al menos a sentir todo esto un poco menos horrible, es algo así como la belladonna con un poco de espina de hiedra, seguirás sintiendo pero un poco menos- yo asentí aún sin entender ni una palabra de lo que estaba diciéndome, alzó mi cara y dirigió mi mirada a la suya, cerró sus ojos y empezó a hablar en lo que creo yo era latín
"Tempus autem tempus sanat, cito lenit dolorem ex illo esse, it indurarentur Coria eorum, et lacrimae exaruit"
Y entonces, las palabras de Heechul hicieron un extraño efecto en mi, algo en mi interior se congeló y las lágrimas dejaron de salir, me dolía el hecho de que Donghae se casara, pero en ese momento la tristeza no era la que dominaba en mi, en su lugar estaba la indiferencia.
-Estarás mejor Hyukjae, espero esto sirva de algo- me dijo con una sonrisa confortante y yo asentí, Heechul me dio la flor de lavanda para que la masticara, jamás pensé que una flor tan linda y de tan buen olor supiera tan mal...supongo que Donghae es una flor de lavanda.
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Larga Vida al Rey EUNHAE (EN EDICIÓN)
FanfictionDonghae, príncipe directo a la corona de Nubitreos, es, sin duda alguna el príncipe más engreido y necesita un criado que complazca todos sus caprichos ¿será este criado capaz de abrirle los ojos?