Salí del cuarto del príncipe, con miles y miles de preguntas rondando mi cabeza, pero ninguna respuesta, caminé por los largos pasillos hasta llegar a mi habitación, la cerré con cuidado tratando de no hacer mucho ruido, me había parecido ver a otro criado por los pasillos y no quería levantar sospechas, nunca antes me había visto envuelto en un dilema así, o al menos una parte de mi creía que era un dilema entre mi orgullo y el amor que sentía por el príncipe, era una forma cruel y bastante burda de querer engañarme era OBVIO que mi amor por el iba por encima de cualquier cosa, incluso encima de mi honor y mi dignidad...si es que aún me quedaba algo, me fui a dormir con la seguridad de que una mujer no iba a cambiar absolutamente nada entre nosotros.
Lo que restó de la noche estuvo lleno de pesadillas, no pude dormir absolutamente nada, los nervios me estaban traicionando y no era yo el que se iba a casar por mucho que así lo quisiera, me levanté de la cama adolorido y fatigado , baje al patio para poder lavarme, Marforde me había dejado listas unas flores de jazmín y unas cuantas hojas de menta desde la noche anterior, puse unos pocos pétalos de gardenia en el agua y esperé un rato a que esta tomara el olor, me estaba quedando dormido de nuevo, una palmada en la espalda me sacó de mi letargo, volteé y era Heechul, se veía igual de cansado que yo, seguramente había estado toda la noche organizando todo lo que pasaría h0y
-No te duermas de nuevo, si lo haces te quedaras privado y el principe malinterpretará que no estes ahí- dijo como si supiera lo que había pasado anoche pero eso era imposible, hablamos básicamente con murmullos -yo se todo- dijo como si me acabase de leer la mente...que miedo, asentí y Heechul se alejó diciéndome que me había dejado algo en mi alcoba, traté de pensar que era pero mi cerebro seguía demasiado adormilado como para ponerse de creativo, me quité los cómodos harapos que usaba para dormir y empecé a lavarme, el agua estaba lo suficientemente helada y me despertó, estaba tan adormilado que no me había percatado que el agua estaba básicamente congelada, termine temblando como delincuente que va a la horca, tapé mi desnudez y subí a mi alcoba tratando de no hacer ruido aunque creo que mis dientes tiritando despertaron a medio palacio, al abrir la puerta vi un traje precioso sobre mi cama, a leguas se notaban dos cosas, la primera es que era una prenda excesivamente cara y la segunda era el buen gusto del señor Heechul, tenía justo los colores de temporada que me había contado la semana pasada mientras recorríamos la feria del pueblo, encima de el había un pedazo mal cortado de pergamino "si no te queda dile a Marforde que lo arregle, pero mas te vale usar este traje. Heechul" eso me sonaba mas a amenaza que a invitación de usarlo, así que no tuve mas opción que ponerme el costoso y pesado traje, era de un color azul noche con algunos reflejos de plata, y para mi buena suerte me quedaba a la perfección, me puse las medias y los zapatos, me sentía demasiado vestido y además como todo un noble, respiré hondo, por tanto andar durmiéndome y distrayéndome se me había ido toda la mañana y no había desayunado, y por si fuera poco las campanas del palacio ya sonaban dejando saber al pueblo que la boda del principe se acercaba, me dirigí al cuarto del principe, toque la puerta no sin antes asegurarme que olía bien, Heechul abrió la puerta, me sonrió y abrió un poco mas la puerta para poder ver a Donghae, Marforde le estaba acomodando las mangas de su traje hecho de seda y oro, parecía un ángel, volteó para decirle a Heechul que tenía hambre, al verme sonrió quiso reírse pero la herida que aun tenía en su abdomen le impidió hacerlo -deja de verme así o me vas a gastar- dijo en tono de broma, si tan solo supiera que lo que quería era verlo por el resto de mis días, me reí y me dirigí hacia la capilla donde sería la boda, tenía que asegurarme que todo estaba en buenas condiciones, si bien no me alegraba su boda tenía que hacer mi trabajo como sirviente del principe, en la puerta de la capilla habían colocado un delicado pero frondoso arco de flores blancas y lilas, olían de maravilla, entre a supervisar, los banderines con los escudos de cada reino estaban ya puestos en las vigas del techo, flores blancas adornaban el lugar y unas velas enormes estaban a cada lado del altar, quite un poco de pétalos del pasillo principal, de lo contrario alguien se caería y esto terminaría en tragedia, suspiré al posarme frente al altar, era difícil asimilar que posiblemente jamás me podría parar aquí junto a Donghae, ¿en que momento había caído tan profundo? Mi propósito era matarlo y ahora estaba triste por no poder casarme con el, me alcé de hombros y me paré en la entrada de la capilla, las campanas me indicaron que faltaba muy poco tiempo para que llegaran los invitados, los primeros en llegar fueron los reyes de Deira, seguidos de los representantes del Despotado de Epiro, portaban elegantes vestimentas, el príncipe del reino de Tesalónica me dedicó una mirada indecente, el marques Bonifacio de Montferrato lo jaló de la mano, eran familiares cercanos pero eso no impedía que mantuvieran una relación amorosa entre ellos, al menos eso me había dicho Heechul hace unas semanas en una taberna, poco a poco la capilla se llenó, al final llegó Donghae acompañado de su padre el Rey Giles de Cobham y Heechul, hice una reverencia, el Rey puso su mano en mi cabeza para que me levantara, lo vi a los ojos y me dedicó una sonrisa leve, atrás de el iba Donghae, se iba mordiendo el labio con nerviosismo, Heechul le dio una palmada en la espalda que casi provoca que se caiga, avanzaron hasta el altar, Donghae se paró firme frente al altar, la poca voluntad de casarse se veía reflejada en su cara, entonces el órgano soltó su lúgubre sonido ese que temía, la novia había llegado, toda una corte se posó en la entrada, algunos me vieron con desprecio y otros con indiferencia, si así estaban los empleados no me quería imaginar a la princesa, finalmente entraron la Reina Sigourney Cynewulf de Northumbria acompañada de su hija la Princesa de Northumbria, y próxima Reina de Nubitreos, Edith Cynewulf, mi corazón se congeló por un momento por diversas razones, la primera, Edith era una mujer tremendamente hermosa de facciones remarcadas y unos preciosos ojos esmeralda, una larga melena roja enmarcaba su rostro, y una corona con piedras del mismo color que su mirada se posaba ligera sobre su cabeza, bajé la mirada al sentir que su desafiante belleza estaba muy por encima de mi, la segunda razón por la que mi corazón dio un respingo fue que la princesa Edith era idéntica a la Reina Amphieliece quien fuera madre de Donghae, el también se dio cuenta de esto y dio un pequeño paso hacia atrás, al percatarme de esto me preparé para agarrarlo en caso de que se desmayara, pero nada de eso pasó, simplemente tragó saliva y vio directamente a los ojos profundos de la princesa, quien se paró a su lado sin dedicarle mucho interés, la ceremonia continuó sin ningún percance, bueno, tan solo mis ojos llenándose de lagrimas cuando Donghae dijo sus votos y cuando dio un frío beso en los hermosos labios carmín de Edith, una vez en el palacio el banquete estaba listo, Marforde con una cara seria se dedicaba a servir los platos con la mirada vacía y con suspiros saliendo de ella en repetidas ocasiones, nadie estaba conforme con esa boda tan solo los reyes de Nubitreos y de Northumbria, quienes firmarían una tregua después de siglos de rivalidad, después del incómodo festín Donghae bailó con Edith una pieza, después ella se dirigió a la alcoba alegado que tenía un penetrante dolor de cabeza, poco a poco el salón se fue vaciando, hasta que a la mitad de la noche quedamos solo Donghae y yo, sonreímos y me acerqué a el, necesitaba abrazarlo, a pesar de oler a los perfumes de todos y a ternera olía delicioso, el apretó sus brazos al rededor de mi cintura -gracias por haber venido- me dijo con sus ojos ligeramente llorosos, me incliné para depositar un suave beso en sus labios y no dije nada más, ninguno de los dos dijo nada en realidad, tan solo nos limitamos a bailar lentamente al son de una canción que solamente nosotros podíamos escuchar, sin contar que unos profundos ojos esmeralda nos veían desde la puerta del salón.HOLA BUENAS TARDEEEEEEEES HE REGRESADOOOOOOOOOOOO!!!!!!
Y ahora regreso con mas actualizaciones y saben por que? Por que mi semestre ya terminó y lo mejor mi mamá está mucho mejor de salud, agradezco a todas y a todos los que me mandaron su buena vibra por medio de comentarios y mensajes los amo.
Los dejo con este pequeño capítulo pero esperen mas contenido, de igual forma activare mi cuenta de instagram para comunicarles actualizaciones e información sobre los fanfics, los amo!!
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Larga Vida al Rey EUNHAE (EN EDICIÓN)
FanficDonghae, príncipe directo a la corona de Nubitreos, es, sin duda alguna el príncipe más engreido y necesita un criado que complazca todos sus caprichos ¿será este criado capaz de abrirle los ojos?