Gran Importancia (1)

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Tanto insistió la Ita que ya CSM aquí está incompleto y todo, mañana se subirá la segunda parte, los amo

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POV EDITH
La boda fue justo y como lo había imaginado, aburrida sin sentimientos de por medio, Donghae era un hombre de muy buen ver, era joven, sano y de buena estatura, debo admitir que me gustó de inmediato y tan solo por eso intenté tener una buena cara durante la ceremonia, respondí a mis votos con entusiasmo y fingí divertirme durante la fiesta pero había algo que no me gustaba en lo más mínimo...su criado, un hombre aproximadamente de su edad tal vez mas grande, de facciones rígidas pero hermosas, su físico no fue lo que me molestó, si no la forma en que mi ahora esposo y el se veían cuando creían que yo no estaba prestando atención, se miraban como si de un tesoro se tratase; la fiesta terminó y yo me dirigí a mi alcoba, Donghae dijo que subiría en un momento, que tenía que ayudar a Marforde con algunas cosas que le había prometido, me caía mal que fuera tan apegado con los criados, no estaban para ser apoyados sino explotados y castigados, a los minutos de haber subido me percaté de que había dejado mi corona en el salón principal así que baje de nueva cuenta, no iba a dejar que un criado cualquiera la tocara con sus manos, la ira se apoderó de mi al asomarme al salón principal, mi esposo y su criado bailaban lentamente y con los ojos cerrados a una canción inexistentes la ira se apoderó de mi, ellos no podían estar juntos era un pecado y yo no lo iba a permitir, olvidándome por completo de mi corona subí a la alcoba. La puerta rechinó tiempo después y Donghae entro de puntas, al ver que aún estaba despierta me sonrió levemente -Pensé que estarías cansada del viaje desde tu reino hasta aquí, supuse que estarías dormida- dijo quitándose la pesada capa de encima -No esta en mis planes pasar mi noche de bodas dormida- dije y me puse de pie, haciendo que la sabana de seda y oro se deslizara por mi cuerpo desnudo, al verme se sonrojó y bajó la mirada -¿que estás haciendo? Cúbrete, no...no deberías estar así- dijo sin verme, ¿no le gustaba? Ningún hombre podía resistirse a mi belleza, me acerque a el, y lo abracé tratando de generar algún tipo de reacción de su parte pero no conseguí nada, tan solo su capa cubriendo su desnudez y a el yéndose a dormir a la habitación de huéspedes, aunque una parte de mi sabía que estaría compartiendo cama con su sirviente, de un modo u otro debía ganarme su simpatía para así alejarlo del criado para siempre.
POV DONGHAE
¿Que esperaba Edith? ¿Que me le aventara como animal en celo al verla desnuda? Era una mujer hermosa,  de eso no había duda pero jamás podría llegar a sentir algo por ella, mi corazón le pertenecía a Hyukjae, bajé hasta llegar a su habitación, la puerta estaba abierta y el estaba sentado en su cama, la cual ahora era muy parecida a la mía, viendo unos librillos que Heechul le había regalado, al verme dejó el libro de lado y me vió extrañado -Pensé que estarías ocupado con tu...esposa- al igual que a el a mi me era imposible entender que ahora yo estaba casado -no se por que dices eso, si sabes perfectamente que no la amo, y dudo mucho poder hacerlo algún día- Hyukjae mordió su labio -si gustas puedes dormir aquí, pero solo dormir que si hacemos algo mas y tu esposa nos escucha es capaz de matarnos a los dos- me reí un poco, Edith no tenía cara de ser muy amigable, aunque no creo que se atreva a tanto, me senté en su cama, a su lado y puse mi cabeza en su hombro, olía a jazmín y romero, respiré hondo -las cosas serían diferentes si ella no hubiera llegado- digo con unas ganas enormes de llorar -¿que tanto?- me pregunta con una voz baja y serena, no lo veo pero se que tiene su mirada hacia arriba pensando en mil y un posibilidades -estaríamos juntos sin ningún problema, es mas hasta dormiríamos los dos en mi alcoba, leeríamos la novela esa que tanto te gusta de Chretien de Troyes y...haríamos otras cosas también- digo poniendo mi mano en su abdomen bajo, este se mueve con la nerviosísima risa de Hyukjae -lo primero que te digo sobre no hacer cosas indebidas y lo primero qué haces- nos reímos mucho toda la noche y en mas de una ocasión nos damos un beso de lo más inocente sin segundas intenciones solo con la de estar juntos, de igual forma en mas de una ocasión me pregunté por que Edith no podía ser como el, o más bien por que Hyukjae no podía estar en su lugar, no sabía en que momento había llegado a enamorarme de el, pero sabía que una parte muy grande de mi quería pasar mucho tiempo a su lado, y otra me decía que Edith no se merecía que me portara así con ella, así que me levanté de la cama, Hyukjae ya estaba durmiendo dándome la espalda mostrándome las feas cicatrices que le habían quedado después de la atrocidad que hice y que no quiero recordar, salí de la alcoba y me dirigí a la propia, todo el camino fui pensando en que decirle, ¿debía abrazarla? O tal vez darle un beso de buenas noches, al fin y al cabo era mi esposa, abrí la puerta en silencio, estaba despierta viendo por el balcón hacia el pueblo, su melena pelirroja danzaba cadenciosa con el aire que entraba al igual que su ropaje de dormir-perdona por haberme ido sin ninguna explicación, soy demasiado nuevo en esto- le dije poniéndome a su lado para admirar las luces y escuchar el susurro de el rio Yangtsé -créeme que no llevo mas tiempo que tu en esto- su voz era ligeramente ronca pero melodiosa, volteó a verme con sus penetrantes ojos verdes y recorrió mi rostro -Ahora que te veo bien eres bastante atractivo- dijo con una sonrisa picara y la sangre se me subió a la cara -tu también eres una mujer muy hermosa- dije honestamente y entonces la curiosidad me atacó -Eres mi esposa y no se absolutamente nada de ti, tan solo que te llamas Edith y que vienes de Northumbria, ¿te parece si bajo por un poco de vino y pan y me cuentas un poco mas sobre ti?- la sonrisa tan bonita que se le pintó en el rostro fue un sí inmediato, salí de la alcoba y me dirigí a la cocina, al parecer no todo saldría tan mal como lo tenía pensado

POV EDITH
Donghae...mi esposo, llegó al poco tiempo con una cantimplora grande de vino y unos panes bajo el brazo, posiblemente nunca llegaría a entender su conmiseración con los criados, cuando ellos estaban destinados a servir, se sentó en la cama y puso el pan en medio, junto con la cantimplora de vino, era de las nuevas, traían una tapa para que no se derramara el vino y se pudiera cerrar para mantenerlo fresco; me senté a su lado y vi la curiosidad en sus ojos
-Nací el 31 de Octubre del año 1489 de nuestra era en Northumbria, hacia bastante frío, o al menos eso dice mi madre, cuando nací todo el pueblo se asustó, lejos de alegrarse de que su nueva princesa había nacido, se encerraron a rezar- dije riéndome y la curiosidad se plasmo en su rostro -Ese día hubo un fenómeno extraño, el sol fue completamente cubierto por la luna y todo se oscureció y a eso agrega que nací con un diente y por si fuera poco pelirroja, como si fuera la culpa de un bebé nacer así, el pueblo entero me tenía miedo y decían que por mi culpa morirían mis hermanos mayores Theobald, Dietrich y Allard- tomé un poco de vino de la cantimplora y partí un poco de pan -¿y si murieron tus hermanos?- me preguntó Donghae partiendo un poco de pan para si, yo asentí -Theobald y Dietrich ya fallecieron en un accidente de caballo camino a otro reino y Allard...ah, el pobrecillo está sufriendo en casas con la peste, tiene bubones en todo su cuerpo, no creo que viva por mucho mas tiempo- Donghae tenía los ojos muy abiertos, posiblemente pensando que yo los había matado -puedes tranquilizarte, no soy responsable de lo que le pasó a mis hermanos, pero el pueblo de Northumbria me odia, jamás me querrían com o reina, es por eso que mi madre me buscó un esposo que fuera rey o estuviera próximo a serlo- Donghae respiró aliviado, después de esto hablamos de mi educación, el era un hombre bastante leído a pesar de notarse ligeramente  inmaduro en ocasiones, yo le mencioné que había estudiado en el convento de Sanlucar, ahí aprendí algo de filosofía, música y un poco de historia, además de modales básicos para una reina, después solo fue educación en el palacio ya que al tener edad fértil era de mala suerte que estuviera vagando por las calles como un hombre libre...vaya bufonería; después de ahí no había mucho que contar, mi vida siempre ha estado rodeada de lujos pero siempre he sido tremendamente solitaria, además no es como que me dejaran salir demasiado, la única vez que intenté salir por mi cuenta al bosque, todo el pueblo empezó a inventar que además de todo era bruja y que mi aquelarre estaba reunido en el bosque, esperándome para matar a una virgen o a tres cabras negras que habían desaparecido recientemente del pueblo -tienes una vida de lo más interesante- dijo Donghae después de darle un sorbo a la cantimplora, sus mejillas empezaban a tornarse rojas como efecto del alcohol -la mía no la ha sido tanto, bueno, supongo que eso depende de lo que tu consideras interesante, cuando era niño, era mi cumpleaños y encontré a mi madre ahorcada desde la bóveda, no recuerdo muchos detalles pero su cara quedó grabada en mi cara para siempre, tenía la lengua morada salida y los ojos desorbitados, después de ahí mi padre empezó a consentirme a más no poder y eso provocó que se me formara un carácter de los mil demonios, con todos menos con Marforde, a ella siempre la he visto como mi abuela, daría la vida por ella, y al igual que a ti, Mi Pueblo me tiene un poco de remordimiento, solía establecer castigos muy severos con aquellos que me desobedecieran- yo asentí comprendiendo por que era tan apegado a ella, pero aún me quedaba una pregunta -y ¿eres muy cercano al criado?- le pregunté llevando un trozo de pan a mi boca y caminando hacia el tocador, dandole la espalda, Donghae casi se ahoga -de...¿de que criado hablas? Hay cerca de una veintena en el palacio- dijo recuperándose de su ahogo momentáneo -de Hyukjae, algo me dijeron que eras apegado a el- el asintió después de unos segundos -no diría que somos apegados, es solo un criado más pero ya que somos de edades cercanas hemos congeniado mas o menos bien- asentí guardando de nueva cuenta la daga en el cajón del tocador, al parecer el criado no era de mucha importancia.

¿de que criado hablas? Hay cerca de una veintena en el palacio- dijo recuperándose de su ahogo momentáneo -de Hyukjae, algo me dijeron que eras apegado a el- el asintió después de unos segundos -no diría que somos apegados, es solo un criado más p...

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Larga Vida al Rey EUNHAE (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora