Capitulo II

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Me alegro mucho que les haya gustado el primer capitulo ya aquí les traigo la continuación de esta historia me gustaron mucho sus comentarios así que espero la disfruten

Gracias....

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Ciel un joven de cabello negro azulado, largo, ojos con heterocromia de color rojo y azul profundo, su piel tersa y blanca de porcelana, con una altura de 1.50 cm, a pesar de su edad, parecía una muñeca; actualmente se encontraba en su casa lavando los trastes, debido a que por órdenes de su madre, él debe realizar todos los quehaceres de la casa y su hermano Astre, solo puede estudiar y divertirse.

Algunas veces sentía que nadie lo quería y solo fue un error haber nacido, pero entonces pensaba en su madre y llegaba a la conclusión, que con errores como ella puede surgir un ser como él.

Ciel puede parecer una persona obediente, pero en realidad es responsable, si su madre quiere que lo haga, pues él lo hace y se esfuerza al máximo para que ella no pueda quejarse de su trabajo, lo hacía sentir superior.

Su hermano, era el único que conocía la satisfacción que le causaba, hacer que su madre no pudiera abrir la boca para criticar su trabajo; también, debía admitir que quería ser reconocido, pero después de 15 años, era mucho pedir, por lo que decidió vivir con ello y dejar de atormentarse, de llorar por querer el cariño de alguien que no vale la pena, lo único bueno en su vida es su hermano, su amado hermano, el único que lo cuida y protege, lo único que le dolería perder.

De repente la puerta se abrió, sorprendiendo a Ciel, quien se acercó para ver a su madre con una bolsa de compras, seguramente había buscado un nuevo vestido para presumir con sus amigas del barrio, como siempre hacia, jactándose de su belleza.

- Buenas tardes madre, ¿cómo estuvo su día? - normalmente debía hablar así por órdenes de la ojiazul, para disgusto del menor, aunque no podía quejarse o lo encerraba en el sótano, hasta que su hermano llegaba a sacarlo.

- No me llames madre, te lo he dicho varias veces, para ti soy la señora Rachel, ahora necesito, ver cómo te queda lo que compre - Ciel observo la bolsa y a su madre sin entender.

- Señora Rachel, ¿compro ropa para mí? - pregunto extrañado, ya que su madre compraba ropa para él, cuando la obligaba su hermano o ya la necesitaba.

- Si mocoso, mañana es un día muy importante para ti, como para mí; iremos a ver a mi jefe, por lo que debes ir muy bien vestido, así que sube y ponte esto rápido, para ver como luces con el - finalizo la mujer, caminando hacia la cocina a buscar algo de picar, mientras el azulino subía para ver qué clase de ropa compro su madre.

Ciel observo y volvió a observar aquel atuendo, no podía creer que su madre lo obligaba a usarlo, era irrazonable y a la vez estúpido; pero igual se lo puso, no quería ser encerrado en el sótano. El traje en sí, constaba de una camisa blanca con arandelas en el cuello, atado con un moño negro y alrededor a la cintura, un chaleco negro ajustado a su cuerpo, cubría parte de la camisa en la parte del frente y atrás llevaba una cola, también con arandelas, tenía un pantalón paño corto negro ajustado unas medias veladas negras y unos botines negros con tacón alto; había un broche para el cabello de color negro, se sentía fuera de lugar, estaba acostumbrado a usar trajes normales para personas comunes y ahora se veía tan extraño, se sentía una muñeca para mostrar, completamente humillado se observaba en el espejo; él era doncel, pero no por eso dejaba de ser hombre, al usarlo concebía que la hombría que estaba seguro de poseer, no existía; de repente, escucho un llamado de su madre, por lo que decidió bajar para que ella lo viera.

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