Mascota

Capitulo XXV

En la casa Michaelis, Sebastián intentaba que su madre aceptará a Ciel como su pareja, prometido y futuro esposo, pero ella seguía reacia a la idea.

- No puedo aceptarlo Sebastián, estuviste a merced de una loca que resulto ser la madre de ese mocoso, a parte por culpa de él también perdiste a Alois, quien tenía mejores antecedentes - la madre del azabache estaba furiosa y preocupada por su hijo.

- Madre, sé que le estas echando la culpa a Ciel porque no me case con Alois y termine nuestro compromiso; pero el, hizo algo que nunca seré capaz de perdonar y eso es haberme engañado, desde el inicio de nuestra relación, saliendo a escondidas con alguien más y acostándose con él, si no fuera por Ciel, tal vez no me hubiera dado cuenta a tiempo y estaría casado con alguien falso, del cual no recibiría amor, solo mentiras; no quiero que pienses que Ciel acabo mi relación con Alois, por que el no necesito de Ciel, para destruir lo que teníamos solo - decía con una expresión triste a su madre - Además si me hubiera casado con Alois, solo obtendríamos dinero madre, no hubiera obtenido felicidad; así que, quiero preguntarte que es mejor, mi felicidad o el dinero - miraba seriamente a su madre, esperando que comprendiera su postura y aceptará su relación.

- Pero hijo tengo miedo de que te haga daño, sé que Alois cometió muchos errores, pero a él lo conocemos durante más tiempo que a ese Ciel, por lo que yo estaba más tranquila con que estuvieras con un chico como el - su madre tenía un punto y por ello Sebastián, no se iba a rendir en lo que quería.

- Madre si quieres puedo decirle a Ciel que se reúna contigo, así lo conoces y vas mejorando tu impresión de el - Leónidas escuchaba con atención, pensando que sería una buena idea.

- No quiero hablar ni reunirme con él, quien sabe que podría hacerme - los dos varones se miraron ante la incoherencia de la mujer, quien era por bastantes centímetros más alta que el azulino.

- Madre si tuviéramos que decidir, cuál de los dos tiene posibilidades de lastimar al otro, tu ganarías - la mujer miró a su hijo incrédula y luego a su esposo, dándose cuenta que él le daba la razón a Sebastián; aunque Ciel tuviera conocimientos de autodefensa, sabían que no lastimaría a la mujer.

- No puedo creer que piensen eso de mí... Bien, le daré una oportunidad al mocoso, de cambiar la imagen que tengo de él - suspiraba al ver que ninguno iba a ceder con respecto a esto.

- Gracias madre, estoy seguro que lo vas a adorar - la mujer seguía sin estar muy convencida, pero por su hijo accedió.

- No pueden ir ninguno de ustedes, solo el mocoso y yo - ambos varones estaban renuentes a permitir que se encontrarán solos, pero decidieron aceptar y confiar que no pasaría nada malo.

Pasaron los días y ambas familias se recuperaban por el secuestro de los jóvenes y procedían con el proceso legal, junto a sus respectivos abogados, se presentaron los cargos en contra de Rachel en el juicio con la asistencia de ambas familias, aunque tenían discrepancias entre ellos, se unieron en un mismo objetivo hacer que Rachel pague por sus crímenes.

Rachel fue expuesta a varios exámenes médicos y procesos psicológicos, para determinar su estado mental y físico y a partir de esto, el juez tomaría una decisión en torno a su futuro.

Después de un tiempo, ya con los resultados el juez dictaminó que Rachel no se encontraba en un buen estado de salud mental, debido a que se diagnosticó con trastorno esquizofrénico, el cual suponían que fue adquirido por el alto consumo de sustancias psicoactivas.

Rachel en la valoración psicológica, se encontraron lagunas mentales, las cuales muy posiblemente se debían a episodios psicóticos y delirantes; por lo cual, se sugirió que pase su condena dentro de una institución mental, para personas con procesos judiciales, donde se le brindará tratamiento.

Aunque las familias no se encontraban conformes, no había nada que pudieran hacer, solo aceptar la decisión del juez, quien de inmediato les ordenó a los oficiales que la trasladarán a la institución, donde estaría recluida con alta seguridad.

Ciel y Astre iban tranquilamente a la escuela en la mañana, ya en la tarde, el azulino menor, solía tener otros planes; en cambio Astre, salía a citas con Joanne, con quien su relación se había vuelto más cercana, parecían una pareja pero aún no habían comenzado a salir.

Astre seguía inseguro de darle su corazón a Joanne, después de todo lo que experimento con Alois, aunque había perdonado al rubio, sentía que la relación que tuvieron impedía que le diera una oportunidad a Joanne.

En cambio Joanne sentía que no avanzaban y que Astre solo lo veía como un amigo, a pesar de que tuvieron muchas citas donde se divertían y disfrutaban de la compañía del otro, sentía que nada cambiaba y su corazón le dolía pensando, que tal vez no era suficiente para él.

Mientras los dos buscaban la forma de tomar una decisión, frente a la relación que tenían; Sebastián había ido a buscar a la familia Phantomhive, para pedirles que le dejaran salir con Ciel, aunque al principio estaban reacios, aceptaron a regañadientes, pero el menor no podía llegar tarde y el azabache tendría que entregarles un itinerario de cada una de las citas que van a tener, para que la familia del azulino lo permitiera.

Después de acostumbrarse a las reglas, para poder tener citas con Sebastián, se veían todo el tiempo en la hora de almuerzo del azabache, y algunas veces se reunían en los descansos del colegio, disfrutaban al máximo el tiempo juntos, hasta que Sebastián pidió tener una cena familiar, para presentar a Ciel formalmente ante sus padres o esa es la excusa que reunió para juntar al azulino a solas con su madre, fue luego de haber llegado al lugar y sentarse que recibió una nota del mesero, era de Sebastián disculpándose, no lo entendió sino hasta que la mujer ingresó y se sentó frente a él.

- Tu nombre es Ciel no es así, Sebastián me pidió que me diera la oportunidad de conocerte, ya que desea que acepte su relación, me imagino que él ya te explicó que en esta cena solo estaremos los dos, para tener una mejor oportunidad de conocernos, no es así - Ciel tuvo el deseo de expresar su disgusto por la situación, pero viendo la situación actual, cualquier cosa que diga sería contraproducente, por lo que mostró su sonrisa más encantadora, después Sebastián pagaría por no haberle dicho nada.

- Si madame, el me explico todo acerca de esta cena - contestó sonriendo, como si fuera el mejor día de su vida.

- Bien entonces ordenemos algo para cenar, para estar más cómodos, y mientras cuéntame sobre tu crianza - lo decía sarcásticamente, ya que conociendo a Rachel a quien internaron en una institución mental, pensaba que Ciel solo sería un mocoso sin modales, que engatuso a su hijo con tácticas de seducción excelentes.

Ciel le contó desde el trato que recibió de su madre y su vida escolar, siendo uno de los mejores del colegio, luego le explicó sobre su llegada a la mansión Michaelis y de ahí a la mansión Phantomhive, donde conoció por primera vez a su padre, también decidió explicar un poco más de su relación con Sebastián, antes de dejar la mansión.

Scarlett escuchaba atentamente lo que decía el joven, hasta que la conversación se desvío a otros asuntos, que requerían intelecto, en los que Ciel se destacó por su conocimiento ganando puntos con la madre de Sebastián.

Después de una hora hablando, Scarlett cedió y le permitió salir con su hijo por un período de prueba, donde no podían tener relaciones hasta que se decidiera comprometerse, ya que no quería tener nietos aún y esperaba que con el tiempo Sebastián decidiera lo que más le convenía.

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Espero que les haya gustado esta parte me disculpo por los errores ortográficos que pudieron encontrar espero lo disfruten.

Gracias...