Capitulo XXVII

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Había pasado 3 años desde el secuestro, Ciel y su hermano había terminado sus estudios con honores, fueron presentados a la alta sociedad como los hijos del matrimonio Phantomhive.

Ciel había logrado entablar una relación fraternal con su madre, a quien visitaba todos los domingos, había visto la enfermedad mental en su apogeo, y ya se había acostumbrado a las crisis que afectaban a su madre, entendió como controlarla, buscando que no se lastimara a ella o alguien más, lo que causó que decidiera el enfoque de su futuro, quería estudiar medicina, para después hacer una especialización en salud mental, para ayudar a las personas con los mismos problemas de su madre.

Astre se dio cuenta de las visitas de su hermano a su madre, pero no interfirió; porque sabía que sin importar lo que le dijera, su hermano continuaría haciéndolo.

Por su parte, Astre fue nombrado el heredero de las empresas Phantomhive, por lo que la carrera universitaria que eligió, fue administración de empresas y Vincent decidió enseñarle el mismo.

Astre aprendió durante dos años sobre la empresa, mientras finalizaba sus estudios del colegio, creciendo física y mentalmente, su apariencia era idéntica a la de su padre, lo que permitió que los empleados lo respetarán y aún más después de ver sus habilidades en los negocios.

Después del primer año del suceso con su madre, le propuso a Joanne que fuera su pareja oficial, se había enamorado perdidamente del rubio y había logrado olvidar completamente a Alois, quien ahora mantenía una relación con un estudiante universitario y era muy feliz, su ruptura le había enseñado a valorar a los demás y no engañarlos, por lo que se centró completamente en su nuevo novio.

Astre y Joanne comenzaron su noviazgo y a los dos años decidieron comprometerse, se reunieron entre ambas familias para cenar y establecer los términos para el matrimonio, lo que hizo muy feliz a ambos jóvenes.

Ciel en cambio, logró convencer a la madre del azabache de su sinceridad con su hijo, aunque le tomó bastante tiempo, entre cenas solo los dos, salidas entre familia, consiguió su aprobación y ahora en la actualidad se acercaba la fecha de la boda de ambos.

Fueron tantos obstáculos, hasta que al fin, dentro de poco estarían siempre juntos, ahora no solo como una relación de amo y mascota, sino como esposo y doncel.

Sebastián a diferencia de Ciel, quien solamente debía convencer a la madre del azabache, pues su padre lo aceptó desde el principio; él debía convencer a toda su familia, principalmente después de que su madre insultara al azulino delante de todos.

Organizó varias cenas a escondidas de Ciel con su familia, se reunieron en secreto porque él deseaba que lo conocieran, que actuarán con naturalidad y no fingiendo delante de Ciel; lo que él azabache no sabía, era que Ciel sabía lo que sucedía y alentaba a su familia a acceder a esas reuniones, esperando que aceptarán su relación rápidamente.

Fue después de dos años de relación, cuando por fin aceptaron que los dos estuvieran juntos y permitieron que se comprometieran, al ver el amor que se profesaban ambos jóvenes, aunque no dudaban en interrumpir su tiempo juntos.

No fue sino hasta completar los dos años y medio que pudieron tener intimidad con protección como siempre, pero a escondidas para evitar problemas con sus familias, en especial con Astre quien vigilaba a su hermano y al azabache cuando estaban en citas, evitando con éxito que fuera para asuntos de mayores.

No obstante Sebastián insistía a Ciel, así que crearon un plan para deshacerse de todos los estorbos y le pidieron ayuda Alois, quien se divertía por la situación de los dos.

Ya faltaba tan solo unos días para el matrimonio de ambos, los dos estaban nerviosos, pero ambos debían asistir a la despedida de soltero de cada uno.

La despedida de soltero de Ciel fue organizada por Alois y el azulino estaba preocupado, pero decidió acceder ante la demanda del rubio, pues después de los años de convivencia en el colegio, se volvieron buenos amigos, aunque el rubio le gustaba hacerle maldades de vez en cuando; además, el rubio decidió estudiar organización de eventos, se veía emocionado y Ciel por eso le confió su despedida de soltero.

La despedida de soltero de Sebastián fue organizada por Astre, quien no permitiría que el azabache jugará con su hermano, por lo que lo vigilaría, Sebastián se sintió presionado por su cuñado, pero no había nada que pudiera hacer para evitar la situación.

Decidieron realizar las dos el mismo día y así todos fueron a divertirse, Ciel estaba nervioso, pues el lugar seleccionado por Alois era un club de nudistas, lo que lo avergonzó, pero decidió probar algo nuevo, como el rubio también insistió que era lo normal en este tipo de eventos decidió aceptarlo; si Sebastián lo supiera, estaba seguro que ahorcaría a Alois por ello.

- Ya estamos llegando Cielito, debes estar muy emocionado, esta noche será inolvidable - el rubio reía muy emocionado, él tampoco había asistido a un lugar así y pues es una nueva experiencia.

- Nunca he ido a un sitio de este tipo, así que tengo nervios; además estoy seguro que Sebastián se va a enojar - estaba preocupado de la reacción del azabache; después de tantos años de relación, se había dado cuenta que él era demasiado celoso y sus discusiones eran porque no se controlaba.

- No te preocupes, hoy es tu día, él no puede interferir con tu noche de despedida de soltero, así que solo disfruta, entre todos lo organizamos para que fuera agradable - dijo mirando a los demás donceles, su grupo había crecido, en su despedida asistiría Alois, Joanne, Macmillian, Dagger, Finían y Grell, a unos los conoció en su primer colegio y los otros en el que se graduó.

Rápidamente llegaron al lugar, era un sitio muy popular por sus trabajadores, los donceles ingresaron, pues habían reservado la zona VIP, la decoraron con diferentes accesorios y crearon una pancarta, con el nombre de Ciel y las felicitaciones por su matrimonio.

Los hombres atractivos sólo con la ropa interior puesta, sujetada de unos tiradores y en el cuello un moño de diferente color, se paseaban por el lugar, los donceles se pusieron nerviosos pero ingresaron para divertirse.

La noche continuó entre tragos y diversión, Alois reía junto a varios hombres y ya los trabajadores de ese lugar se quitaron todo a petición del rubio, que quería un ambiente desinhibido para disfrutar aún más del espectáculo, se los quitaron lentamente y los arrojaron por todo el lugar.

Ciel estaba incómodo, pues ese tipo de ambiente no era lo suyo, aun así se esforzó por disfrutarlo como los demás; Alois se tomaba fotos y en varias salía el azulino rodeado por hombres, esas fotos las enviaba en secreto a su novio, para mostrarle como disfrutaban la noche y que la fiesta de Sebastián, no sería mejor que la organizada por el.

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Espero que les haya gustado esta parte me disculpo por los errores ortográficos que pudieron encontrar espero lo disfruten hasta aquí la actualización mas tarde editare otros capítulos para que lo disfruten si no alcanzo a subirlos hoy los publicare mañana que disfruten.

Gracias...

MascotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora