Lo Que Imagino Contigo

Beso Eléctrico

No lo recuerdo muy bien. Tal vez no pasó. Tal vez sí.

Ya no se que es real y que no. Pero estabas aquí.

Estabas aquí conmigo.

Te sentí; tu pelo en mi mejilla; tu hombro rozando el mío; tu aliento en mi cara cuando te reías, estabas muy cerca de mí. Sentí como te movías en el sillón. Jamás te había visto riéndote tanto. Me encantó. Me dieron ganas de grabarlo y ponerlo de tono de llamada.

Un canto celestial de un mismo ángel.

Rozé mi dedo sobre tu labio inferior y me miraste. ---¿Qué haces?---

Moví la cabeza lento. Estaba hipnotizada con tu cara. ¿Cómo podías ser tan lindo? Parecías sacado de un sueño. Alguien debió inventar una máquina y se metió en mi cabeza. Le agradezco.

---Me gustan tus labios, ¿sabes?--- Dije mirándolos como si fuera una ilusión óptica. Como un reloj meciéndose ante mis ojos. ---La forma....---

Siempre sabes que quiero. Ni siquiera tengo que pedírtelo. Solo te acercaste y me besaste lento. Sentí una corriente desde mi boca hacia mis manos. Hizo que las levantará y las pusiera alrededor tuyo. Tú hiciste lo mismo. No se si habrás sentido la misma corriente. Pero me abrazaste mientras abrías paso con tu lengua y mordías la mía.

Me acuerdo de la primera vez que hiciste eso. El correntazo de electricidad me duro una hora entera. Mi mente parecía un televisor sin señal, ¿lo han visto? Así estaba yo. Las manos me temblaron hasta que se cansaron.

En un pasillo vacío de la escuela, solo tu y yo. Creo que fue la segunda vez que nos besamos. Es que, han sido tantas. Ni me recuerdo.

Te miré sorprendida y tu sonreíste con picardía. Sabías lo que hiciste en mi. Yo sonreí también. Cerré las piernas con fuerza ante la sensación extraña allá abajo.

Me acordé de esto mientras te alejabas. Te sonreí, ---sí, siempre sonriendo, me tiene atontada,--- y me abrazaste el resto de la noche hasta quedarnos dormidos.