¿Porqué me dejaste?

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Era de noche y nos encontrábamos en un bosque. Hacia frío y me estaba comenzando a asustar.

Estábamos jugando a las escondidas y te dije que no sería una buena idea pero estabas tan entusiasmado, así que accedí.

Aquí estoy, con la linterna encendida. La respiración agitada, mirando a todos lados y recostada de un árbol. Tengo una fobia con los espacios abiertos, más si es de noche, más si estoy sola.

El viento crujía entre los árboles y hacía un ruido extraño. No se si sea mi mente pero tenía la sensación se que algo malo te había pasado. O que me había extraviado. O las dos.

Grité tu nombre muy fuerte. Ya no quería jugar. Quería que me encontrarás y me abrazaras fuerte e irnos de allí. Cada vez el aire se ponía más denso y la cabeza y los pies más pesados. Un chirrido se escuchó en mi oído izquierdo.

Estaba oscuro y dejé mis espejuelos en el carro por accidente. No veía bien, ahora menos con las lágrimas nublandome la vista. Veía sombras entre los árboles, se movían y se retorcían.

Grité tu nombre de nuevo y se escuchó un crujido entre las hojas. Alumbré con mi linterna pero no se vió nada. ----Ayúdame, por favor. Ya no quiero jugar, ven ayúdame.---- Las lágrimas de escapaban de mis ojos.

Me estaba dando un ataque de pánico y entre el ruido en mi cabeza y mi respiración, las hojas y el viento, se escuchó una voz distante.

----¡Lisitea!---- Era él. Estaba segura.

----¡Ed!---- Grité con los ojos bien abiertos. ----¿¡Ed, dónde estas!?----

Seguí la voz, corrí por la izquierda. No mas solo dí 20 pasos. Sentía como el cielo y la tierra se encogían, los árboles querían atraparme. Sentí como alguien me estuviera siguiendo, parado tras de mí.

Siempre me sentía así. Cuando estaba en mi cuarto, o sola en la cocina. O caminando camino a casa después de la escuela. Y esto para mí era una completa pesadilla.

Veía puntos rojos flotando por todos lados, y como luces blancas que se movían en la esquina de mis ojos. Moví la cabeza y retrocedí. Pero, no podía dejarte aquí. Tu no me dejarías aquí, ¿o si? No, te había escuchado. Me estabas buscando.

----¡Eeeed!---- Grité aún más fuerte. No contestate. ----¡Ed, por favor no me dejes!----

Sentía como se me faltaba el aire, se escapaba de mi. Una vez exhalaba me era imposible volver a inhalar y me dolía el pecho. Todo se movía y parecía que el silencio sonaba muy fuerte. Traté de correr, trate de volver pero mis piernas no me dejaron. Me sentía fría y las manos me temblaban tanto.

~ Lloré fuerte con las manos en la cabeza. Me tumbé en el piso y me mecía adelante y atrás. El miedo y el dolor era desgarrador, parecía que el corazón me explotaría.

Grité por tu ayuda cuando comenzaron a tocarme y a jalarme pero no viniste. Me dejaste. No puedo creer que me dejaste.

----Porqué me dejaste....----

Lloré, grité y te llamé hasta que mis ojos se cansaron. Me desmayé esperándote. Incluso cuando se hizo de día, en todo ese tiempo nunca apareciste.

Y te odié por eso.

Yo jamás te haría algo así.

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