Capítulo II: Camorra busca novia

567 25 49
                                    

Holly se quitó las gafas de realidad virtual y miró a Potrillo, enfadada.

-Estaba a punto de pasar de nivel -le dijo al centauro, mientras colgaba la pistola de plástico en un estante.

-¿Cuál nivel? ¿El del calamar gigante?

-No, el de los goblins.

-Ah, ese. Espera a ver el de los trols. Lo hice inspirado en las Once Maravillas. Te va a encantar. incluso parece que pudieras oler la peste.

Holly se estremeció.

-No, gracias. Ya tuve bastante de troles por el resto de mi vida. Y hablando de eso, creo que a tu simulacro de misión le faltan varios implementos básicos.

-¿Como cuáles?

-Luces de túnel de alto voltaje, explosivos, cuerdas pitón, y alas, por lo menos. Los agentes no suelen enfrentarse a una veintena de goblins armados solo con una Neutrino.

-Se supone que es una situación extrema, Holly. Los simuladores están hechos para que los cadetes ejerciten sintiéndose como si estuvieran en peligro, cuando en realidad están a salvo en una cómoda salita acolchada. Además, así es más emocionante.

-Aún así, es una situación demasiado insólita como para que en realidad pase -contraatacó Holly.

-Oh, vamos, Capitana Canija. Se supone que has enfrentado cosas mucho peores que una manada de troles furiosos.

-Por supuesto. Y además de eso detuve una revolución goblin, viajé en el tiempo, peleé contra un calamar gigante y destruí (como no) a Opal Koboi.-respondió Holly, desafiante.

-¿Entonces? ¿cuál es el problema? Puedes superar eso con los ojos cerrados. Eres una de las mejores agentes de Reconocimiento, Holly. Un par de troles son pan comido para ti.

Holly lo miró con los ojos entrecerrados.

-Mejor guárdate tus halagos, Potrillo. Que me digas cosas bonitas no cambia el hecho de que esté molesta contigo por interrumpir mi simulacro de misión.

Desde el último ataque (y derrota) de Opal Koboi, las cosas habían estado muy tranquilas en Refugio. Demasiado tranquilas, para gusto de Holly. Necesitaba algo de acción. Y la única acción que había estos días era el simulador de combate. Eso y ahuyentar sapos deslenguados. Yupi.

-El comandante Kelp me envió a buscarte, Capitana. tienes una misión de reubicación en la superficie -dijo Potrillo, ignorando lo que había dicho Holly.

-¿Reubicación? Pero si yo soy de Reconocimiento -alegó Holly.

-El Comandante te lo explicará- Potrillo salió trotando de la sala, con una misteriosa sonrisa en su cara.

Holly subió desde el subterráneo hasta la oficina de Camorra. La verdad no tenía ganas de hacer más misiones rutinarias, pero hace casi dos meses que no salía a la superficie. Extrañaba sentir la brisa y volar bajo la luna.

Se alisó las arrugas del traje y acomodó su pelo caoba peinado en punta antes de tocar la puerta del comandante. Últimamente las cosas estaban algo incómodas entre Camorra y ella. Habían salido un par de veces sí, pero para Holly era mejor cuando sólo eran compañeros de trabajo. Ahora no tenía muy claro lo que había entre ellos dos.

-Pase- oyó desde adentro.

Era la antigua oficina de Remo. Remodelada, por supuesto. Ya no tenía purificadores ni ceniceros por doquier, pero Holly aún sentía una punzada de nostalgia cada vez que entraba.

Kelp estaba sentado en su escritorio, jugando con uno de esos aparatos humanos (tabla, tableta o algo así). El comandante apenas levantó la vista de la pantalla.

-Ah, Capitana Canija. La atiendo en un momento. Este nivel de Candy Crush es con tiempo. Es uno de esos cacharros humanos, un tablet. Grub me lo consiguió en el mercado negro, puedo pedirle uno para ti, si quieres.

-Gracias, Camorra.

Luego de unos minutos, Camorra bajó el aparato y miró a Holly.

-¿Y bien?- preguntó Camorra.

-Y bien, ¿qué?- preguntó Holly.

-¿Potrillo te lo explicó?

-Pues no. Dijo algo de reubicar, de un fangoso y no sé qué más.

-Artemis se traslada a Londres hoy. Empieza la Universidad en un mes -respondió Kelp.

Camorra no iba directo al grano, lo que sacaba de quicio a Holly. ¿qué tenía que ver el chico Fowl con su misión?

-Ya lo sé, Comandante. Pensaba enviarle una tarjeta de felicitación la semana entrante. ¿Y cuál es mi misión?

Camorra la miró.

-Siempre impaciente, Holly. Tu misión, prácticamente, es acompañar al fangosillo desde Dublin hasta Londres, asegurándote de que no haya ninguna irregularidad.

Holly pensó que debía lavarse las orejas más seguido. Lo que Camorra decía no tenía ningún sentido para ella.

-¿Debo ser la chaperona/guardaespaldas de Artemis Fowl? Tiene a Mayordomo, no me necesita a mí. Además, ¿qué tenemos que ver nosotros con el fangosillo?

Camorra suspiró. Obviamente había estado esperando esta reacción.

-Sé que esta misión no tiene ni alas ni orejas para ti, Holly. Lo que sucede es que el Consejo está nervioso con esto de Artemis viajando a través de Europa, tienen miedo de que lleve tecnología mágica a Inglaterra e intente venderla. Sabes que tiene un precedente.

Holly asintió, recordando a John Spiro y el Cubo B. Una experiencia que no quería repetir por nada del mundo.

-Tengo que acompañarlo y asegurarme de que no lleve tecnología mágica con él y que no planea nada malo- dedujo la elfa.

-Exacto. Pasa por la sala de operaciones antes de irte, Potrillo agregará un nuevo filtro a la cámara de tu casco, capaz de detectar cualquier objeto de origen mágico que se encuentre el un radio de dos metros.

-Muy bien, comandante- se despidió antes de salir.

-¡Holly! -la llamó Kelp antes de salir. La elfa se volteó-. Me preguntaba si estás libre el viernes.

Ahí vamos de nuevo. Holly había estado evitando a Camorra desde hace semanas.

Podía seguir evitándolo un poco más.

-Lo siento, Camorra, quedé en el spa con Caballina. Será la próxima vez- dijo rápidamente antes de salir rumbo a su lanzadera.

¿qué les parece?

El pequeño Arty irá a la Universidad. ¿qué creen que estudiará? Me han dicho ingeniería, psicología, medicina..

No lo sé...

¿Qué piensan de HollyxCamorra?

Una historia de Artemis FowlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora