Capítulo VII: Viejos enemigos.

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Brutus Blunt llevaba ocho años en prisión cuando decidió que era momento de fugarse.

Ya había purgado sus pecados, o al menos, la mayoría de ellos. Tenía la conciencia lo suficientemente 'limpia', así que podía salir libremente a cometer nuevos crímenes. Pero eso no lo había impulsado a escapar. Se había enterado de que Mayordomo seguía vivo. Lo habían engañado, y eso era algo que no podía perdonar. Debía cobrar venganza contra ese mocoso Fowl y su guardaespaldas.

Y no estaba solo en esa lucha.

Su compañero de celda había caído preso un par de años antes que él, también por culpa de Fowl. Su crimen era, tal y como él decía: «Estoy preso por matar monos. Bah, esos bichos inservibles, deberían agradecerme en vez de encerrarme. Ese gusano Fowl tiene la culpa, si no hubiera liberado a la criatura...»

La verdad Brutus no entendía mucho de lo que hablaba el tipo, pero le bastaba con que odiara a Fowl.

Pocos años después llegó un mercenario al recinto, se entendieron al momento. Se hacía llamar Billy Kong. Su último trabajo había sido proteger a una mocosa en Francia, luego las cosas se volvieron extrañas y terminó en Taipei con Fowl y su guardaespaldas, involucrado en un asunto con bombas. Los de la Interpol llegaron a buscarlo.

Así supo Brutus que Mayordomo seguía vivo. Desde ese instante comenzó a trazar su plan de venganza, y aunque su equipo lo formaban un ex-mercenario desequilibrado y un antiecologista chalado, ambos odiaban a Fowl y a su guardaespaldas.

Así que Brutus comenzó a buscar contactos, se hizo amigo de los guardias, simuló ser una persona distinta de la que realmente era. Pronto comenzó a recibir noticias del exterior: El chiquillo Fowl llevaba un tiempo desaparecido, que apareció 3 años después, que tiene un par de hermanos gemelos, que pasan cosas raras en la mansión Fowl...

Fue reuniendo cada trozo de información que encontró, uniéndolos y planeando su macabra venganza. Ahora que los Fowl eran nuevamente una familia feliz, llegaría Brutus a destruir esa felicidad.

Cuando se enteró de que Fowl estaba viviendo en Londres, tomó su decisión.

-Mañana nos vamos de aquí-le informó a sus compañeros-. Está todo listo y dispuesto para ir tras de Fowl y acabar con él.

Esa noche era ideal. Paul estaba de guardia. Paul era un tontorrón musculoso de mediana edad, que se había creído el engaño de Blunt desde el primer instante.

Sólo fue necesario pedirle que lo dejara salir de la celda para ir a tomar aire al patio.

Paul, como no, le abrió la puerta, como muchas otras veces. Pero esta vez Blunt no fue a hablar con alguno de sus contactos. Optó simplemente por romperle el cuello al hombre, quitarle las llaves y el arma, ir por Kronski y por Kong y abrirse paso hasta la libertad.

Chan!

Llegaron los malos.
Si tienen alguna duda con la trama de la historia, pregúntenme, que para eso estoy :)

Preegunta del día: ¿Estilo de música que les gusta? Nombren un cantante/grupo favorito.

A mi me gusta Ed Sheeran, Imagine Dragons, Of Monster and Men y Avicci.

Comeenten, queridas mías.

Una historia de Artemis FowlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora