Capítulo XIV: Centinela

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Potrillo estaba en la sala de control, haciendo una rutinaria comprobación de los sistemas.

Estaba distraído pensando en las jugosas zanahorias que le esperaban en casa, y en Caballina, cuando la alarma del Centinela comenzó a sonar. Aunque la alarma del Centinela siempre estaba sonando.

Con todo este boom que había con películas y videojuegos relacionados con seres mágicos, las palabras magia, duendes y elfos estaban muy de moda entre los fangosos, así que Potrillo había reorganizado el orden de búsqueda del Centinela.

La palabra PES estaba en prioridad, seguida por Elementos del subsuelo, Refugio, Atlantis y Artemis Fowl. ¿Artemis Fowl? Sí, Artemis Fowl. El fangosillo estaba tan involucrado con los seres mágicos que había que andarse con ojo, sobre todo si se trataba de él y la Internet.

La alarma seguía sonando, y Potrillo seleccionó el icono de Centinela para revisar la lista. Alguien había buscado las palabras PES, Refugio y Artemis Fowl, y había intentado acceder a duendinet desde un computador fangoso. Potrillo se sintió levemente alarmado. Podía ser el propio Artemis o algún enano curioso. Hizo una triangulación satelital para buscar la ubicación exacta desde donde se habían realizado las búsquedas.

Europa... Inglaterra... Londres....

Un golpecito en la puerta lo distrajo. Era Holly. Portillo presionó un botón y la puerta se abrió.

-Portillo, ya es hora de ir a casa. Me preguntaba si...-se interrumpió al ver la pantalla.

-¿Centinela?-inquirió la ella, acercándose.

Potrillo asintió.

-Son búsquedas muy específicas sobre criaturas mágicas- Otro icono de alerta apareció en la pantalla-. Ahora buscaron tu nombre. Es en algún lugar de Londres. Probablemente es solo Artemis gastándonos una broma pesada, pero...-Potrillo tecleó algo más y apareció la ubicación exacta de la búsqueda.

-¿Dónde vivía Artemis?-preguntó.

-En Barton Street, cerca de la Abadía.

-Deberías llamarlo-dijo Potrillo. Tenía la sensación de que esta no era una falsa alarma, lo sentía en la barriga. Y su barriga nunca mentía. Pulsó el botón para comunicarse con Camorra.

*****

Debían de ser las tres de la mañana cuando un pitido ensordecedor despertó a Artemis Fowl. Se incorporó en la cama y miró a su alrededor, buscando el origen del sonido.

Su anillo-intercomunicador mágico estaba sobre la mesita de noche,emitiendo una leve luz roja. Llamada urgente.

Se lo puso y contestó.

-Holly, ¿Que pasa?

-¿Estas en casa?

-Si, estaba durmiendo, son las tres de la mañana. ¿Qué pasa?-repitió, comenzaba a impacientarse.

-Alerta del Centinela. En Londres. Pensamos que podrías estar involucrado. ¿Seguro qué estabas durmiendo?

-Claro que sí, Holly-Artemis se levantó y encendió su computadora.

-Si esta es una broma de las tuyas...-lo amenazó la elfa.

-No lo es-aseguró el chico, mientras ingresaba al sistema de Centinela-. Vaya esto si que es raro-comentó-. ¿London Hills? Que extraño...

-¿Por qué es raro?- preguntó Holly, suspicaz.

-No, no es nada, olvídalo- Athena vivía en London Hills, pero no era posible qué estuviera implicada, seguramente un duende sin pasaporte se había colado en una casa e intentaba saber noticias subterráneas. Aún así...

-¿Vas a venir?

-Sí, Camorra acaba de autorizarme. Quiere qué vaya a ver qué sucede, y por si acaso, habrá una lanzadera con los de recuperación lista para intervenir.

-Te acompaño- dijo el chico-. Estaré allí para cuando llegues.

Dos mil metros bajo tierra, Holly sintió un cosquilleo en las orejas. Algo grande estaba por ocurrir, y nuevamente ella y Artemis Fowl estaban involucrados.

Se viene, se viene, lo mejor está por llegar...
Espero sus teorías descabelladas de lo que pasará, dedicaré el próximo capítulo al comentario más creativo.
No olviden apretar la estrellita si les gustó.

Una historia de Artemis FowlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora