Cruel temptation.

Capítulo 33

     " Wouldn't see the point of living on
   if one of us died. "

Había llegado unos minutos tarde a la reunión que tenía planificada gracias a Jimin pero sin duda no me arrepentía ni siquiera un poco. Al llegar ya estaban mis dos sujetos sentados frente a frente, caminé a pasos bruscos y me senté en la cabecera de la mesa como siempre me ha gustado.

—Min Suga... —susurró el primero.—hace mucho que no nos contactas.

—es un caso especial —dije con simpleza.—son perfectos para el trabajo.

—¿en qué podemos ayudarte? —habló el segundo.

—estoy buscando a dos personas que trabajaron para Lee jung hoo hace diez años —expliqué.

—eso es una locura, ¿como quieres que encontremos a alguien sin pistas ni nombres? —rió Marcos, el primero sujeto.

—verás... es un caso muy complejo pero a la vez tan sencillo y son los únicos capaces para realizarlo —sonreí.—quiero a las dos personas que trabajaron para él y la pista que tengo es que realizaron un último trabajo antes de retirarse completamente de este negocio, los archivos deben estar allí, quiero los nombres y la ubicación para encontrarlos, los necesito con vida.

—¿es para soldar deudas? —preguntó Dean.

—podría afirmarse —asentí.— ¿necesitan algo más?

—no señor, lo tenemos —aseguró Marcos.

—tengan —les tiré sobre la mesa una fuerte cantidad de dinero dejándolos así impresionados con una sonrisa.—no me fallen.

Los vi marcharse y segundos después lo hice yo también, me subí a mi vehículo negro para poder regresar a la mansión, debía darle la noticia a Jimin pero no quería hacerlo en un lugar donde nos puedan oír fácilmente, me aparqué y llamé a su celular.

—¿yoongi? —habló detrás de la línea.

—baja Jimin, sube al auto ahora sin reproches, no me hagas repetirlo dos veces. —ordené.

—ya voy daddy...—rió juguetón y colgó.

Tiré el celular por allí y apoyé mi antebrazo en la ventana mirando hacia la puerta de la mansión que segundos después fue abierta dejándome ver a un jimin vestido completamente de negro, hermoso...

—aquí estoy —sonrió.—¿vamos a ir a algún lado? —preguntó.

—sí, ponte el cinturón —señalé para encender el auto nuevamente, me dirigí a la carretera más cercana que nos guiara lo más lejos posible.

—es la segunda vez que me subo a este auto... ¿recuerdas la primera? —preguntó con una sonrisa.

—sí, pero prefiero no recordar ese día —contesté con un suspiro cansado.

—bueno... al menos no terminó tan mal, digo... la pasamos bien al final —quiso suavizar las cosas.

—prefiero ignorar aquello por el momento.—contesté.

—¿por qué siempre eres tan grosero? —contestó mientras se cruzaba de brazos.

—No estoy siendo grosero, te estoy diciendo que no quiero recordarlo —apreté mi mandíbula por la tensión.

—por lo mismo, fue el inicio de esta relación... al menos alégrate un poco de tenerme —me miró mal.

—fue la muerte de mi maldito padre, ¿como quieras que me ponga? —contesté irónico.