Capítulo 39

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    "  So hard to ignore ya'
                   'specially when I'm smoking."

Habíamos avanzado por la carretera, Taehyung estaba mirándome de reojo, no nos habíamos dicho nada después de la pequeña discusión, tampoco quería hablar, me sentía extraño por alguna razón había un dolor en mi pecho que no podía quitar ni ignorar, me sentía intranquilo.

—Jungkook...—llamó y lo miré a los ojos.

—cálmate, te noto muy nervioso —me miró preocupado.

—lo siento —susurré.—Taehyung hay algo que me está molestando —lo miré entrecerrando mis ojos.— como si sintiera que algo malo va a pasar.

—no digas eso —calmó.– todo va a salir bien, vamos a estar bien, solo son los nervios.

—espero que así sea —asentí y devolví mi mirada al camino y una sonrisa apareció.— este lugar me trae algunos recuerdos vagos de mi infancia —mencioné casi murmurando, Taehyung me miró al instante.

—¿viviste por aquí? —preguntó

—sí, antes mis padres tenían una casa por aquí pero supe que la vendieron hace muchos años —me encogí de hombros.—tampoco la recuerdo, mi memoria es muy mala.

—puedo afirmarlo —sonrió, lo miré a los ojos después de eso.

—Taehyung...

—no quiero hablar del tema —suspiró entendiendo lo que iba a decir.— no ahora, no en estos momentos.

—si no lo hacemos ahora después jamás sucederá, sabes las reglas —desvíe la mirada.— después de esta misión deberé irme y no podré contactarme contigo nunca más.

.




.

—bebé, ¿puedes pasarme el encendedor? —yoongi preguntó, se lo extendí sin mirarlo a los ojos.

Algo dentro de mí comenzó a apoderarse de toda mi razón dejándome ciego por mis sentimientos encontrados, Yoongi me miró de reojo y encendió su cigarrillo para extendérmelo.

—creí que querías que dejara de fumar —le pregunté mirando el cigarrillo entre sus dedos.

—te veo demasiado tenso, no te hará mal una calada —dijo con suavidad, acepté dejándome relajar por el, expulsé el humo y quizás me sentí un poco más tranquilo.

—gracias —Yoongi asintió.

Estaba asustado, aterrado, no quería decírselo pero temía por todo ahora, desvíe mi mirada hacia él, sus cabellos rubios estaban despeinados por el viento de la ventanilla, aquellos ojos negros estaban en el camino y de sus labios salía el humo del cigarro, una de sus manos tomaba el volante con fuerza mientras su cuerpo estaba relajado en su asiento, esto no es nada para él realmente, este es su trabajo, lo hace todo el tiempo, él sabe lo que hace y lo amo por eso.

te amo... mucho ¿sabías? —le dije de repente, embobado por su belleza, me dio una media sonrisa y tiró lo que quedaba del cigarrillo para tomar el volante con la otra mano y sujetar la mía con su mano libre.

Cruel temptation.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora