Capítulo 12

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" My love'll have you fall to your knees. "

Algunos años antes.

Era de madrugada y me había fundido en el alcohol tanto como mi cuerpo resistía y mi garganta estaba seca, parecía quemarme cada vez más, mis pasos eran tambaleantes mientras me apoyaba de las rudas paredes rocosas intentando ubicarme para llegar al fin a casa.

Solo había un pequeño faro alumbrando mi camino, justo como todo se sentía ahora, saqué las llaves y entré a tropezones, mi cabeza quería explotar y mis ojos se cerraban con fuerza. Me terminé estampando en el suelo de la sala y un quejido de dolor abandonó mis labios.

—¡oh Dios chanyeol! —la pequeña criatura de rasgos finos corrió hacia mí.—¿estás bien? —su semblante preocupado me confundía, asentí como pude para acomodarme en el suelo.

—nuestros padres no están pero...—apartó un cabello de mi rostro.—¿debo traerte algo? quizás debas dormir por ahora.

Se apresuró a ayudarme a ponerme de pie, la casa estaba en tremenda soledad, podía sentirse y se notaba al ver a jimin con una pistola guardada en la parte inferior de su traje.

Jimin odiaba quedarse solo en las noches, cuando lo hacía entraba en un estado de pánico por qué creía que la historia iba a repetirse, sin embargo,ahora lo veía tranquilo, armado y más reluciente que antes, me llevó a mi habitación y me acomodó en las sábanas.

—pero mira como llegas —susurró—estás herido también, ¿cómo no me di cuenta de eso?.

Se levantó de la cama para ir a buscar un botiquín.
Estaba tan ebrio que no podía reaccionar ante ello, a pesar de que eso era normal en jimin, siempre era así de preocupado con las personas que lo rodean a pesar de que él lo niegue, él no es tan malo como yo... ni como la porquería de su padre.

Él tenía un destello diferente, solo estaba herido y se dejaba cegar por el odio acumulado... eso es lo que yo pensaba, mis nudillos estaban destrozados, quizás había golpeado a alguien y no lo recuerdo. Él me tomó la mano con suavidad y comenzó a limpiar la sangre.

—quizás te arda un poco —me volvió a susurrar.

Asentí en respuesta, se tardó un par de minutos en desinfectar y vendar mi mano, después pasó a limpiar la herida de mi labio, que apenas y yo había notado que estaba allí.

Sentir sus pequeños dedos rozar mis labios hacía que pequeñas corrientes eléctricas recorran mi estómago, sus ojos profundos estaban enfocados en mí, justo como me gustaba.

Estaba sentado enfrente de mí, en un rincón de la cama y con mi mano libre acaricié tentativamente su espalda, haciendo un recorrido con la yema de mis dedos.

Jimin me miró confundido, sin embargo no hacía nada al respecto con mi mano en su espalda lo atraje lentamente a mí, había sentido cosas por él desde la primera vez que lo conocí, había estado tratando de lidiar con eso, sin embargo cuando la noche cae y el alcohol lidera jamás puedo pelear con esos extraños sentimientos que se desarrollaron por él.

Tenía un cuerpo de infierno.... sus labios, sus cabellos negros como la misma noche, sus ojos eran preciosos, Jimin era un ángel... mi ángel, tenerlo cerca era una maldita tentación.

—Bésame.

Me atreví a hablar después de tanta confusión y silencios, él me miró sin saber que hacer para luego esbozar una sonrisa, de esas sonrisas que que derriten a todos.

—estás loco —negó con su cabeza mientras se separaba solo un poco de mi, fruncí el ceño.

—¿acaso tengo cara de estar bromeando? —su sonrisa se esfumó.

Cruel temptation.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora