Cruel temptation.

Capítulo 1

" I'm just fucking lucky I was born with it
A hundred million people couldn't deal with this. "

Diez años después.

—¡Jimin! ¡jimin maldita sea! —gritos desesperados se hacían presentes en toda la guarida.

Me encontraba en mi oficina, habían muchos billetes que debían ser contados por mí y eso ocupaba toda mi atención y me dediqué a ignorar los gritos hasta que mi puerta fue abierta con brusquedad de una sola patada de parte del sujeto que me había estado llamando, suspiré cansado para posar mi vista en él.

—al parecer no vas a dejar de gritar hasta que todos aquí se enteren de que tienes un maldito problema, ¿verdad hermanito? —reí sin dejar de contar el dinero que estaba entre mis manos restándole importancia al asunto.

—¡maldición no me llames hermano! —espetó molesto mientras golpeaba fuertemente la pared y me devolví hacia él con una sonrisa burlesca mientras alzaba una de mis cejas.

—¿para que te soy útil chanyeol? Estoy ocupado.

—realmente no me sirves para nada —rodé los ojos.—pero necesito que me digas a que hora es el encargo de esta noche, ya sabes que las cosas se están volviendo difíciles desde que tu padre falleció. —asentí.

—el cargamento de hoy estará listo antes de la cinco, tengo la esperanza de que puedas entregarlo a las ocho en punto en el viejo muelle de la ciudad —dejé escapar un suspiro.— realmente no sé por qué papá te dejo a cargo si yo soy el que lleva toda la cuenta aquí. —me alejé de él para tomar mi dinero y colocarlo en mi propia caja fuerte.

—¿qué quieres que te diga? Soy mayor, soy inteligente, soy fuerte y tengo muchas cualidades que tú con suerte podrías llegar a tener con varios años de entrenamiento — vaciló.

—sí y con todas esas "cualidades" que posees eres incapaz de hacer una suma y una resta —reí.—creo que papá era un imbécil después de todo.

—pues yo pienso que tomó las cosas con precaución... tú jamás podrás ser líder y jamás podrás salir de este sucio basurero al que sueles llamarle oficina, mejor quítate esos delirios de grandeza porque no eres más que una sucia escoba que recoge las migajas de tus superiores. —se acercó a mí con una sonrisa petulante.— mejor ponte hacer tu trabajo, que para eso te pago, niñato. — tras decir eso tiró bruscamente de la puerta haciendo que el lugar tiemble un poco.

—maldito hijo de perra... —golpeé lo primero que tuve cerca de mi.

Mi vida durante estos diez años había sido muy dura, papá tras la muerte de Jisung me escogió a mí para hacer el trabajo que a él iba a corresponderle, me hacía distribuir droga, me mandaba como espía a escuchar los planes de otros mafiosos a los cuales él consideraba como "competencia", me llevaba a los bares y me hacía mirar como personas peleaban por conseguir algo de alcohol y sustancias.

A él jamás pareció importarle que yo sea el único que había permanecido con vida, él jamás vengo la muerte de Jisung, ni siquiera se molesto en encontrar a los culpables o entregarle el caso a la policía, mi vida a partir de ese momento se había tornado de odio, de rencor y de ira.

Jamás me di la oportunidad de seguir adelante, simplemente no podía aún sabiendo que aquellos culpables de todo el daño que nos habían hecho seguían libres, quizás arrebatando vidas a otras personas inocentes como lo éramos él y yo en ese tiempo.

Por un lado creo que estoy un poco agradecido de que yo haya sido el elegido para seguir viviendo, Jisung jamás habría soportado lo que yo he tenido que soportar durante años, papá y mamá terminaron separándose cuando tenía once, papá me obligó a ir con él y con su nueva pareja que hasta ahora entendí que era su amante, ella tenía un hijo, uno egocéntrico y con problemas de agresión, chanyeol.