Cruel temptation.

Capítulo 35

              "  High off of love, drunk from my hate. "

Un ligero toque me hizo despertar de mi sueño, me revolví en los brazos de mi amante para esconderme en la curvatura de su cuello.

—Jimin despierta —susurró.

—no quiero despertar... despertar es alejarme de ti y no quiero eso. —me quejé.

—debemos trabajar en tu caso, necesito que reconozcas unos rostros.— pidió con una de sus manos en mis cabellos.

Abrí mis ojos pesadamente para toparme con los suyos, sus hermosos ojos felinos de un precioso color avellana me miraron fijamente, él era hermoso, una maldita obra de arte, sus mejillas rosadas por el frío, sus labios finos y sus largas pestañas...
maldición, estaba tan locamente enamorado de él.

—bésame —pedí.

—no creas que porque me lo ordenas lo voy a hacer—frunció el ceño, rodé los ojos y lo besé suavemente.

—igual no necesito tu estúpido permiso para hacerlo —sonreí triunfante.

El sonrío suavemente dejándose llevar por mis caricias, aunque él no le lo dijera sabía que le gustaba que sobara sus cabeza, sus ojos se cerraron al instante y sentí como todo su cuerpo se relajó.

Me acomodé sobre él para poder acariciarlo mejor, cuando estaba con él me sentía diferente, como si fuera una droga muy difícil de dejar... hay días en los que me hace sentir que podría morir si nos llegáramos a separar... y otros en los que deseaba tenerlo lejos. Él era rudo pero suave, tosco, frío, calculador, controlador, posesivo... No entiendo la forma de amar de los hombres como él.

—quédate conmigo, por siempre —le susurré en sus labios.—me tienes tan jodido que no pienso alejarme de ti.

—odio que dependas de mí.

—y yo odio escucharte hablar como si tú no lo hicieras tampoco. —fruncí el ceño.

—¿dónde está el adolescente malcriado y terco que siempre discutía por cada cosa que decía? —preguntó.

—él se ha ido... y solo quedó un idiota desesperadamente enamorado de ti. —Mis ojos buscaron los suyos para demostrarle sinceridad.

No sabía lo que pasaba por su mente, yoongi siempre había dependido de mí como yo de él, nuestra relación tan insana y retorcida me hacía querer aún más de él, me incliné a besarlo con suavidad.

Mis dedos se enredaron en sus cabellos rubios y sus manos fueron a parar a mi espalda, sus besos eran el cielo puro y su tacto me ardía como el mismo infierno, esa era la definición de estar con él, amarlo era un infierno y un paraíso.

Me colocó debajo de él aprisionando su cuerpo contra el mío haciéndome jadear, mis ojos se cerraron por primera vez aceptando de la mejor manera el sentimiento involucrado que habíamos creado. Sentía sus besos en mi cuello de una forma tan explícita y tan real... sentía sus manos acariciar mi cuerpo de una manera tan extraordinaria.

Me quitó suavemente la camisa mientras sostenía el aliento, se me hace tan difícil respirar cuando lo tengo en esta forma, solo para mí. Con mis manos acariciando su torso retiré su camisa negra por igual,  se lo veía malditamente bien... Volvió a besarme cuando rozó nuestros miembros sacándome un jadeo.

—¿te gusta eso? —su voz ronca golpeó contra mi oído haciendo que me erizara por completo, ciego por el momento solo asentí en silencio.

Terminó de quitar toda nuestra ropa que estorbaba, él me miraba curioso, yo no había hecho absolutamente nada para provocarlo y tener el mismo sexo salvaje de siempre como nos habíamos acostumbrado, en vez de eso le sonreí.