Capítulo 15

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Capítulo 15

[Narra Álvaro]

Dos días. Habían pasado dos días desde que Marta había vuelto a Barcelona y yo, bueno, digamos que no estaba en mi mejor momento. Hoy viajábamos a Valencia para hacer una firma de discos y un concierto por la noche. Eran las ocho de la mañana y ya íbamos de camino hacia allí, las chicas venían con nosotros.

Dani: Estás muy callado Alvarito.

David: Tiene razón, con lo animadito que estás tú en los viajes...

Y: ¿Yo? Estoy perfecto chicos. -les miraba fingiendo una falsa sonrisa intentando disimular.

María: No cuela, lo sabes ¿no?

Era inútil disimular cómo me sentía, o yo lo hacía muy mal o ellos me conocían bastante bien. Pronto borré de mi cara aquella falsa sonrisa que había colocado en mi rostro y dirigí mi mirada al paisaje que se veía desde la ventanilla de la furgoneta. No tenía ganas de hablar, solamente quería olvidarme de todo y cantar, eso era lo único que necesitaba, cantar delante de toda aquella gente y sentir el cariño que nos transmitían.

Blas: Bueno chicos... -me miraba sin saber que yo hacía lo mismo de reojo- vamos a hacer algo ¿no?

Carlos: Mmm... ¿comer chocolate? -todos empezamos a reir.

María: Carlos y el chocolate -reía- Anda mira... si Álvaro se ríe y todo.

Y: Joder... es que es imposible no hacerlo.

Dani: Así queremos verte, sonriendo siempre. -todos sonrieron mientras cruzábamos miradas.

David: Vamos a cantar algo ¿no? -dijo mientras ponía su mano en mi hombro.

Laura: Ehm... ¿qué tal si cantamos esta? -empezó a cantar “Paradise” de Coldplay a lo que yo no pude resistirme y comencé a cantar con ellos mientras Dani tocaba la guitarra.

Sólo quedaba media hora para llegar a Valencia y yo estaba algo más animado gracias a los chicos.

[Narra Marta]

Acababa de llegar a Valencia y llamé a María para quedar lejos de donde estaban los chicos ya que queríamos darles una sorpresa. En estos dos días había pensado mucho y había decidido volver a Madrid, María ahora vivía sola y me había pedido que me fuera a vivir con ella, cosa que acepté. Con respecto a Álvaro... bueno pues... seguía en las mismas, necesitaba tiempo para pensar en todo esto. Llegué a la estación de tren y, dejando las maletas a un lado, saqué mi móvil y la llamé.

María: Hola, ¿dónde estás? -le noté cómo se le dibujó una sonrisa.

Y: No digas mi nombre ni nada que puedan saber que soy yo ¿vale? Estoy en la estación de tren, justo en la entrada.

María: Vale, vale. Dame unos minutos y estaré por allí. -colgó después de que yo lo hiciera.

Estaba nerviosa, a mi mente llegaban las imágenes de la primera vez que conocí a los chicos y era una sensación idéntica a la que tenía ahora. 

Habían pasado unos diez minutos y yo estaba sentada sobre la maleta esperando a que María apareciera. Por fin, a lo lejos de la estación vi a una chica corriendo hacia mí con gran euforia, al acercarse unos metros pude ver que era ella. Me levanté y, cuando llegó frente a mí, nos abrazamos fuerte, como si llevásemos sin vernos muchos años.

Y: Te echaba de menos sis. -esbocé una gran sonrisa.

María: Y yo a ti peque. Oye, vamos que los chicos van de camino al hotel.

Y: ¿Cómo te has escapado? -reí.

María: Les dije que se me había olvidado comprar algo y me bajé en una tienda que hay a pocos metros de aquí.

Y: ¡Que ingenuos! -ambas reímos- ¿Vamos?

Cogí mis maletas y nos encaminamos hacia el hotel donde iban a estar los chicos. Tras varios minutos andando llegamos a la puerta y yo me quedé inmóvil frente a ella.

María: ¿Qué haces ahí parada? Vamos...

Y: Es que... yo...

María: ¿Es por Álvaro? Joder, no podéis seguir así eh.

Y: Lo sé, pero ¿qué quieres que haga?

María: Sé que le quieres y sé que él también a ti. Olvídate de todo y vuelve a ser feliz con él, como antes.

Aquellas palabras parecía despertar en mí un sentimiento que hasta ahora desconocía, ¿qué podía ser? ¿quizás era culpa? ¿remordimiento? Pronto comprendí que no, nada de eso, era amor. Sí, estaba segurísima de que estaba enamorada de Álvaro y no podía dejar que todo esto acabase así, sin más.

Y: ¿Sabes qué? Le quiero y quiero estar con él. -sonreí mirándola.

María: Perfecto, pues vamos para arriba que le vas a alegrar el día, te lo aseguro.

[Narra Álvaro]

Estábamos los cinco en una misma habitación ya que las chicas había ido a dar una vuelta y María aún no había llegado. Nos habían asignado en la 8ª planta y mi habitación era la 427. Nos encontrábamos todos en la habitación de Carlos comentando cómo íbamos a empezar el concierto de la noche cuando llamaron a la puerta con dos toques muy suaves.

Dani: Esa debe de ser María. -se levantó dirigiéndose a la puerta.

María: Shh... -puso su dedo índice sobre sus labios mientras Dani parecía no dar crédito a lo que veía.

David: ¿Qué pasa Dani? ¿Quién es? -inclinó la cabeza desde la cama hacia la puerta mientras los demás hacíamos lo mismo.

María: Soy yo chicos... -dijo entrando no más de unos metros- pero traigo una sorpresa.

Carlos: ¿Chocolate? -reía mientras se frotaba las manos.

María: No, no es chocolate -rió- cerrad los ojos por fa...

Blas: ¿En serio?

María: Por favor, es una sorpresa.

Todos le hicimos caso y cerramos los ojos. Se oían unos pasos avanzando hasta dentro de la habitación y yo sentía verdadera curiosidad.

María: Chicos, ya podéis abrirlos. 

No me lo podía creer, era ella y estaba plantada delante de mí con su sonrisa que me derretía cada vez más.

Y: Marta... -tragué saliva y me bajé de un brinco de la cama.

 **AMORES ESPERO QUE OS GUSTE EL CAPÍTULO. QUERÍA DECIROS QUE HE EMPEZADO OTRA NOVELA Y ME GUSTARIA QUE OS PASÁSEIS. GRACIAS ♥♥**

Un sueño hecho realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora