Malentendidos [BTS]

CAP 43:

NARRA JIN:

Entré en casa y oí una especie de llanto agudo que venía del pasillo.
Empecé a entrar en el pasillo y descifré que el supuesto llanto venía de la habitación de Jimin.

Di un par de leves golpes en su puerta y al no escuchar respuesta me asomé un poco por la rejilla de la puerta.

Yo:¿Estás bien?

Negó con la cabeza.

Yo:¿Que ha pasado?-me acerqué a él y me senté a su lado a la orilla de la cama-¿Lidia?

Asintió lentamente después de segundos largos.

Yo:Os habéis peleado.

Se encogió de hombros. Dudé si preguntar lo que pensaba o no.

Yo:¿No habéis roto, no?

No respondió ni con gestos ni con palabras.

Yo:Jimin.

Se acercó rápidamente a mi y puso su cabeza sobre mi hombro y ahogó un fuerte llanto. Le rodeé con mis brazos y lloró con mas fuerza.
Después de largos minutos se separó y cogió aire pesadamente y me lo contó todo.

Yo:Joder, no tenía ni idea.

Jimin:Ni yo.

Yo:¿Estás bien?

Jimin:Creo que no.

Yo:Tranquilo, si quieres algo estoy aquí, llora lo que necesites.

Jinin:Gracias.

Le di unas palmaditas en el hombro y me levanté.

Yo:Yo me voy a dormir, ya sabes.

Jimin:Buenas noches.

Le contesté con las mismas palabras.

NARRA CLARA:

Me desperté bastante pronto, como siempre, me estiré para coger mi móvil intentando no despertar a Hope. Fallé.

Yo:No quería hacer ruido.

J-Hope:Ya estaba despierto.

Yo:Yo creo que no.

Se talló los ojos y rió ante su torpeza.

J-Hope:No lo estaba.

Yo:Ya.

Se acercó a dejar un beso corto en mis labios, cuando se volvió a tumbar me quedé con ganas de más.
Me abracé a él y empecé a dejar besos cortos y dulces en sus suaves labios.

J-Hope:Estás mimosa hoy.

Sonreí en medio de un beso y después empecé a alargarlos más, sin hacerlos más salvajes, solo más largos.

Puso sus manos en mi cintura y yo me acomodé mas sobre él.
Empezó a acelerar un poco los besos, le seguí el ritmo y dejé paso a su lengua.

Estaba totalmente sobre él y empecé a contonearme sobre su miembro mientras el jadeaba.

En un movimiento rápido quitó mi camiseta y yo la suya.
Empezó a bajar mis pantalones y cuando menos me lo esperaba ya estaba penetrándome.

Entre sus suaves embestidas se escuchaban sus jadeos mezclado con mis gemidos.

Nos separamos minutos después y decidí probar algo nuevo.

Cuando él se tumbo yo me quedé a la altura de su cadera y con leves movimientos saboreaba su pene chocando con mi lengua.