Capítulo 15: «Malentendidos y situaciones incómodas»

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 La ojiverde corrió hacia la puerta del cuarto, dispuesta a marcharse para asesinar a ese entrometido, pero antes de que pudiera abrirla fue Jay quien la detuvo.

— ¿¡Te acostaste con ese enano!? ¿¡Por qué mierda hiciste eso!? —Alzó la voz la primera, observando con decepción y furia a su novia.

— ¡Te oí decirle a Ben que quieres casarte con él! —Se justificó la princesa malvada, que también estaba llena de dolor. — ¿¡Qué querías que hiciera, Igna!?

— ¡No quiero hacer tal cosa! —Se opuso la líder de los hijos de villanos, haciendo una mueca de asco. — ¡Yo jamás caería tan bajo, ugh, pero no debiste tener sexo con ese imbécil solo porque me escuchaste!

— ¿¡Crees que yo realmente sería capaz de arruinar nuestra relación así!? —Le preguntó Evie, pero no quería oír una respuesta así que prosiguió—: ¡No, claro que no porque él no significa nada para mí!

— ¿¡Y por qué mierda lo hiciste, Grimhilde!? —Le recriminó la descendiente de Maléfica, molesta.

— ¡Porque Doug sabe lo que le hicimos a Jane! —Gritó la chica de cabello azul, indignada, vio como los ojos de su novia dejaron de brillar en ese preciso instante al oír aquello. — ¡No sé cómo se enteró, no le pregunté, solo hice lo que creía que era correcto para lograr que cerrara la maldita boca! —Habló rápidamente.

— ¿Ése idiota lo sabe y por eso tuviste sexo con él? —Murmuró Mal, shockeada, intentando procesar la información que acababa de recibir.

—Eso es lo que me dijo él, pero no pasó nada entre nosotros, antes de que se atreviera a quitarme la ropa interior lo dejé atado en su cama para que aprenda a no meterse con alguien como yo... —Explicó la princesa malvada, jugando con su cabello.

— ¿¡Me estas diciendo que él vio tu preciosa y sexy ropa interior de coronas y manzanas!? —Dijo la chica de cabello morado, sorprendida y celosa.

— ¿Tienes coronas y manzanas en tu ropa interior? —Cuestionó el ladrón del grupo, mirando a su amiga, antes de soltar una carcajada.

—Oh cállate, tú tienes cobras en tus boxers. —Replicó el pecoso, logrando que las villanas se rieran.

—Sí pero la más grande ya la conociste. —Alardeó Jay para luego guiñarle el ojo a su compañero de cuarto.

— ¡Agh, los dos son desagradables! —Se quejó la hija de la emperatriz del mal, arrugando la nariz. —Concéntrense, debemos evitar que ese bueno para nada hable con alguien...

—Entonces, M, ¿está todo bien entre nosotras? —Dudó Evie, insegura y tímida.

—Claro que sí bonita, tú hiciste lo que pudiste para que no nos metiéramos en problemas. —Respondió su novia antes de abrazarla, cuyo gesto fue correspondido por la chica de cabello azul.

—Ehm, chicas, tenemos cosas de las que encargarnos, ¿recuerdan? —Les llamó la atención el menor de los descendientes de villanos, vio como sus amigas se separaron y suspiró hondo.

— ¡Ya sé lo que haré! —Anunció Mal con una sonrisa malvada. — ¡Le voy a quitar la voz con un encantamiento!

—Él sabrá que fuimos nosotros, debemos hacer algo que no nos delate tanto. —Se opuso el chico de cabello largo, encogiéndose de hombros.

— ¿Y si Jane se encargara de él? —Sugirió la princesa malvada, las tres personas que estaban en la habitación la miraron expectantes. —Nosotros no nos ensuciaríamos las manos... y nadie sospecharía de ella.

—Pero si la descubren la meteremos en problemas. —Exclamó el pecoso.

—Eso no pasará, ella es sigilosa como una gata callejera así que tenemos que contárselo, claro que le diremos solo lo que nos conviene; ¿están de acuerdo? —Dudó la líder del grupo.

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