El día de la familia era uno de los eventos más importantes y alegres de todo Auradon, en donde todos los habitantes del reino dejaban sus responsabilidades de lado durante 24 horas para dedicarles un día entero a sus descendientes.
Esta celebración solía ser la favorita de una pequeña hada de ojos azules, pero eso había sido hace mucho tiempo atrás, ahora simplemente la detestaba pero no podía ausentarse porque su madre se lo había prohibido.
¿Qué sentido tiene estar aquí, viendo como todos disfrutan de la atención que reciben de sus parientes, si mi familia no está completa? Pensó Jane.
Ella observó de reojo como el hada madrina no paraba de bailar al ritmo de Be Our Guest –sí, sus amigos y compañeros de escuela habían organizado un número musical en el que la menor se había negado rotundamente a participar– y simplemente bufó, observando con seriedad como todos se divertían.
La joven que había sido hechizada por los hijos de villanos miró a su mejor amiga, quien junto a Doug, Ben; Chad, Audrey e incluso Melody –la hija de Ariel y Eric que asistía a Auradon Prep– y algunos estudiantes más cantaban con emoción y alegría.
Jane no pudo evitar recordar todas las veces en las que la descendiente de Mulán había tratado de convencerla para que cantara en público –porque sabía que la menor tenía una voz hermosa, incluso más cautivadora que la de la mismísima reina Ariel– pero ella se había negado debido a su timidez.
La hija de la directora observó a su alrededor, deseando con desesperación que sus nuevos amigos aparecieran para sacarla de esa fiesta en la que ella no quería estar, sonrió de lado al ver a los cuatro en el balcón del castillo. Mal, Evie y Jay miraban todo el jardín lleno de gente, pero el chico de cabello blanco y negro la estaba observando a ella.
La descendiente del hada madrina lo saludó con la mano y luego le hizo una seña con la cabeza para pedirles que bajaran, entonces unió sus manos en forma de súplica. De Vil le sonrió y simplemente se encogió de hombros.
Cuando los estudiantes de Auradon Prep terminaron de cantar, todos aplaudieron y la chica de ojos azules se alejó de su madre para ir a abrazar a Lonnie.
— ¡Lo hiciste increíble! ¡Estoy tan orgullosa de ti! ¡Salió todo perfecto, como siempre en este lugar! ¡En serio, cantaste como una diosa! —Exclamó la menor, aún rodeando a la joven guerrera con sus brazos. —Incluso brillaste más que la hija de Aurora y Felipe, pero no se lo digas porque enloquecerá, ya sabes cómo se pone cuando no es la mejor en todo. —Añadió en voz baja, ambas se rieron.
—Gracias linda, pero habría sido mucho mejor si hubieras cantado conmigo. —Dijo su mejor amiga. — ¿Sabes qué? Posiblemente tengas razón, pero esa princesa ya es bastante presumida así que dejemos que crea que ella fue la estrella de la canción.
—Y hablando de estrellas, ¡aquí viene el mejor bailarín que nos deleita con pasos extravagantes pero geniales! —Comentó Jane justo cuando el descendiente de Tontín se les acercó. —Tú también lo hiciste increíble.
—Muchas gracias...—Murmuró el enanito, algo distraído. —Chicas, ¿han visto a la más hermosa del reino? —Dudó, observando a su alrededor.
— ¿De quién estás hablando, específicamente? —Inquirió la chica de ojos azules, curiosa.
—De Evie, obviamente. —Afirmó el chico que participaba en la banda escolar, como si fuera lo más obvio del mundo.
—Pero si nunca has hablado con ella. —Replicó Lonnie, algo sorprendida.
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The Wand For The Crown
FanfictionEn Auradon, donde los pájaros cantan, donde los reyes y reinas gobiernan sus territorios y donde el sol siempre brilla; todos viven felices para siempre, ya que sus vidas son perfectas. O al menos, eso es lo que quieren que los demás crean. La vi...