Capítulo 14: «Advertencias peligrosas»

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— ¿Qué? ¿Cómo...? —Murmuró la chica de cabello azul, shockeada y confundida. No podía creer lo que acababa de oír, su cabeza estaba llena de preguntas para él pero no era momento de hacerlas, era momento de fingir. —Digo, ¿de qué mierda estás hablando?

—Sabes perfectamente de lo que estoy hablando, Evie, así que quiero que me devuelvan a mi verdadera amiga o le contaré al hada madrina sobre esto. —Aseguró el chico de lentes, señalándola con el dedo mientras la miraba con furia y decepción.

— ¿Me estas amenazando? —Dudó la princesa malvada, incrédula.

—Te lo advierto, déjenla en paz, ella no se merece esto. —Insistió el descendiente de Tontín.

 Evie suspiró hondo, secó sus lágrimas y finalmente se cruzó de brazos, observando al chico que podía destruir todo su plan con solo abrir la maldita boca.

— ¿Qué mierda quieres? —Gruñó ella, mirándolo de arriba hacia abajo.

—Ya te lo dije. —Exclamó Doug, serio.

—No me refería a eso. —Replicó la villana, negando con la cabeza, entonces sonrió de manera coqueta para luego acercarse a él. —Piénsalo así, tú quieres algo de mí y yo quiero algo de ti, así que podemos hacer un trato...—Sugirió antes de empezar a besar el cuello del enanito.

  El chico de lentes simplemente se quedó en shock durante unos segundos, pero al reaccionar se mordió el labio inferior y asintió con la cabeza –no iba a resistirse ante los encantos de la hija de Grimhilde, sería un idiota si lo hiciera– así que la chica de cabello azul tomó su mano y juntos empezaron a correr hacia la residencia.

 El joven ladrón, que estaba observándolos desde lejos, negó con la cabeza.

  A Mal no le va a gustar esto, pensó Jay mientras los veía marcharse, entonces su atención volvió a enfocarse en la descendiente de Mulán que estaba hablándole sobre lo emocionada que estaba sobre la coronación de Ben.

 Unos minutos más tarde, la princesa malvada y el enanito llegaron a su destino.

—Será mejor que vayamos a mi habitación, preciosa. —Sugirió Doug, la chica asintió con la cabeza para ahora empezar a caminar por el pasillo. —Es por el otro lado, ¿acaso te quieres escapar de mí? —Le recriminó, alzando una ceja.

— ¿Yo? —Dudó Evie, aunque no había nadie más que ellos dos en el edificio, se detuvo para luego voltearse. —Para nada, bombón. —Mintió antes de guiñarle el ojo, ambos caminaron hacia su destino y al llegar el chico de lentes le abrió la puerta como todo un caballero.

  La descendiente de Grimhilde no tardó en ingresar al cuarto y cuando el chico de lentes imitó su acción para luego cerrar la puerta, ella se quitó los tacones y se agachó para deshacerse de los zapatos del enanito, luego se apresuró a unir sus labios con los de él mientras intentaba desabrocharle la camisa.

 La chica de cabello azul lo recostó en la cama del enano mientras las manos traviesas de Doug acariciaban su espalda, buscando el cierre de su vestido para desabrocharlo. Sus nervios lo volvían aún más torpe de lo que ya era, así que tardó varios minutos en lograrlo, pero antes de que él pudiera bajarle el vestido fue Evie quien se separó de él cuando le quitó la camisa y la arrojó hacia el suelo. La villana se colocó encima de su cuerpo para ahora empezar a desabrochar su pantalón.

—Te encanta tener el control, ¿no es así? —Dudó el chico de lentes, curioso.

—No voy a mentirte, claro que sí. —Admitió la princesa malvada para luego reírse con picardía, cuando desabrochó su pantalón se deshizo de él para ahora tirarlo por algún rincón de la habitación, entonces notó de que el enano estaba observando sus labios con deseo. — ¿Qué me vas a decir ahora? ¿Que no te gusta que una chica tenga el control en la cama?

The Wand For The CrownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora