¿Cuando...?

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Kagome: Bajame *Le ordenó*

Sesshomaru: Te lastimaras los pies.

Kagome: Prefiero eso a estar cerca de ti.

Sesshomaru no le hizo caso y empezó a caminar con ella en dirección contraria al rancho, ella protestó pero en ningún momento se detuvo a escucharla. Kagome trato de empujarlo, gritaba y pataleaba para que alguien le ayudara a alejarse de él pero nadie llegó, el lugar ya estaba totalmente vacío, finalmente Sesshomaru la colocó en el asiento de su auto y ella lo vio con odio, con el pie en ese estado no podía hacer muchos esfuerzos para regresar además del embarazo.

Kagome: ¿Que quieres?

Sesshomaru: Hablar.

Kagome: No es común en ti cruzar más de cinco palabras *Sería*

Sesshomaru: Quiero estar contigo.

Kagome: Es muy tarde para eso, demasiado tarde.

Ella cruzó los brazos y desvió la mirada hacia otro lado, Sesshomaru la ignoró y se alejó un poco de ella para cerrar la puerta, ella lo vio confundida cuando él rodeó el auto y se colocó en su asiento para encender el auto.

Kagome: ¿Qué haces? ¿A dónde me llevas?

Sesshomaru: Inuyasha volverá mañana en la mañana ¿No? No me bastará una noche para arreglar nuestros problemas.

Kagome: Yo no tengo ningún problema *Sería* Soy feliz con Inuyasha.

Sesshomaru: No me vuelvas a decir eso…

Kagome: ¡Pues yo lo dije! Y bájame del maldito auto si no quieres que arme un alboroto *Enojada* ¿Quién te dijo donde estaba?

Sesshomaru: Investigué.

Kagome: ¡¿Fue Sota verdad?! Ash, maldito metiche, no puede guardar secretos.

Sesshomaru: ¿Desde cuándo maldices tanto?

Kagome ignoró su pregunta y siguió insultando tanto a Sota como a Sesshomaru durante todo el camino hacia un hotel que estaba al otro lado de la costa, de la furia que tenía incluso se había olvidado del dolor en su pie y la sangre con la que se manchaba el fino auto del platinado, Sesshomaru aguanto todos los gritos y reclamos de Kagome sin decir una sola palabra y finalmente, aunque ella se negó al principio, la tomó de nuevo en sus brazos para bajarla de auto y ella lo vio con odio.

Sesshomaru: Aguante tu mal genio todo el camino así que trata de comportarte *Serio* Este hotel es popular y si alguien nos ve estarás en problemas.

Kagome: ¿Por qué? *Enojada*

Sesshomaru: Recuerda el escándalo que se armó durante mi boda con Kagura.

Kagome: ¿Y eso que?

Sesshomaru: Se crearán más chismes...

Kagome: Ahhh si, había olvidado que eres un cínico doble cara ¡Pobre Kagura con un esposo tan…!

Sesshomaru: Guarda silencio *Frío* Al menos hasta que lleguemos a la habitación.

Kagome lo vio de nuevo con odio pero no dijo nada más, Sesshomaru entonces empezó a caminar con ella en brazos, cruzaron la estancia principal en silencio hasta que finalmente subieron al elevador.

Sesshomaru: ¿Te duele?

Kagome: Prometí que jamás iba a volver a llorar por ti *Molesta* Ya te superé.

Sesshomaru: Hablo de tu pie.

Kagome: Ahhh… *Se sonroja* Un poco…

Ese definitivamente había sido el examen más desastroso, cansado, largo y difícil de toda su vida, tres largas horas de preguntas que abarcaban tantos temas que había olvidado el contenido de más de la mitad de ellos, hasta ese punto pudo darse cuenta de lo estúpido que fue cuando no iba a la universidad por andar metido en las carreras callejeras y faltaba tanto a clases, salió de allí como un zombie con el cerebro más tostado que una patata frita y sin ánimos siquiera de caminar, se sentó en la primera banca que encontró para dejar pasar los minutos hasta que su cerebro volvía a ponerse en su lugar.

Exclusivamente míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora