One Shots.- Camila Cabello Y Tú

"Pecado" Pt. 1

Narra _______

- Ave maría purísima

- Sin pecado concebida

- Dime tus pecados hija mía.- susurro en voz baja aquel sacerdote quien se encontraba del otro lado de una pequeña red en en el confesionario.

- Eh pecado padre .- murmuro aterrada la joven frente a el .- mucho.

- ¿Qué clase de pecados?.- pregunto interesado el hombre de cabello blanco.

- Me eh sentido atraída, carnal y sentimentalmente por alguien... alguien indebido.

Se escuchó el pequeño chillido de la silla del sacerdote mientras acercaba más su oído a el orificio en donde salía mi voz.

- ¿Y esa persona... esta unida en sagrado matrimonio?

- no padre ... pero ese no es el problema

- ¿Y qué es hija?.

- Esa persona... es ... Una mujer.- su voz salió temblorosa y el aliento se le escapó completamente del cuerpo.

El hombre parecía haber visto al mismísimo demonio en persona, a pesar de no poder ver su rostro, se podía sentír su asombro ante mi confesión.

- Satanás te a hecho pecar hija, pero aún no es tarde, podremos salvarte de las llamas del infierno, podrás lograr entrar al paraíso y volver al camino del señor, podremos salvarte de la lujuria y el pecado.

- Es bastante tarde padre.- susurro.

- Tú y la otra mujer... ¿Han tenido acercamientos?

- Si, pero no sólo eso padre... le di mi corazón.

........

Saber que este amor era completamente prohibido hacia que quisiera gritar, si tan solo mi madre no se hubiera metido, si no me hubiera internado en ese lugar para "salvarme del pecado".
No se si considerar a aquella chica como un pecado, o como un milagro.
Estar en este lugar era la viva representación de vivir dentro de una burbuja, sin nada del exterior, simplemente los viejos muros de el convento y las otras 43 chicas que aqui llacian internadas.

Dedicar mi vida a Dios no era lo que yo deseaba, estar aqui es renunciar a tener una vida normal, en especial, renunciar a los 7 pecados capitales, mi familia es bastante religiosa asi que desde que era pequeña sabia que lo unico de lo que debia preocuparme eran de esas 7 leyes, que si no las cumplia decia mi abuela, me iria al infierno.

- ______ .- escuche detras de mi, Dianna, una de las madres mas jovenes del convento llamaba en la puerta de mi pequeño dormitorio.- Tienes visita. - informo.

Mi madre venia una vez al mes para observar mi progreso con la esperanza de que ya este completamente curada.

- No te tardes demasiado, pronto los niños vendran al catecismo y ya sabes que la madre Maribel se enfada si llegas tarde.- ambas caminabamos al jardin en donde se recibian las visitas,  un jardin un tanto pequeño pero con barias bancas al rededor. - Ahi esta .-señalo a una mujer con un velo que cubria todo su cabello y parte de su cara quien nos daba la espalda.

Me acerque a ella lentamente observando que claramente ya sabia que estaba aqui, pero no decia ni una sola palabra a pesar de que llevabamos semanas sin vernos, me sente a su lado sin decir nada, ambas sabiamos a lo que venia.

- ¿Como has estado? ¿Bien? .- pregunto con una voz aspera.

- Pues no me enferme en todo el invierno, pero fuera de eso no se a que te refieres con estar bien. - murmure mirando el cepet.