No podía quitar las imágenes de su cabeza, los escombros en el suelo, casas arruinadas, otras prendidas en fuego, no era exactamente la guerra principal, pero si así se sintió el vivir nada más un ataque, ¿Qué seria vivir la verdadera guerra? Las batallas seguramente no serían como las que enfrentaron en ese momento, esos soldados de Gouryeo solo buscaban salvar sus vidas, poder huir, obviamente les ganaban en número y sobretodo en entrenamiento, para eso había trabajado tanto tiempo Seunghyun y Youngbae, para tener un escuadrón lo suficientemente bueno como para utilizar una minoría de personas. El número no medía las batallas, sino la fuerza, agilidad y experiencia, era lo que ambos soldados siempre tenían presentes a la hora de enfrentar a cualquier adversario, podían contra ellos, de eso no había duda, a menos que fueran soldados más experimentados. Lo único que se les complicaba a ambos era el hecho de que sus soldados no estaban del todo entrenados como ellos, o eran más temerarios, lo cual solo les dejaba protegerlos, haciéndolos así nada más que un 'estorbo' para ellos en liderar una batalla.
El desastre del pueblo lo tenía bastante afectado. No solo no había podido ser capaz de protegerlos en el momento del ataque, sino que ahora que podía ayudarlos era bastante tarde para algunos. No quería mirar el número de muertos que tenían los papeles de Seunghyun, de hecho no lo hizo y obligo a todo el mundo a salir luego de los informes del escuadrón, dejo al moreno en el lugar y tras cerrarse las puertas finalmente cayó sobre su asiento con su verdadera expresión de la situación, tristeza y preocupación, con el resto se mostró serio y decidido en todo momento. Frente a cualquiera Jiyong siempre seria fuerte, mantendría la cabeza en alto, decidido, con tal de no mostrar miedo, todo dependía de sus órdenes y el resto lo sabía, si mostraba seguridad, en su pueblo existía la esperanza de paz. En cambio, a Seunghyun no tenía que ocultarle nada, incluso podía ver a través de sus expresiones fingidas, porque ese pelinegro era el único que le había conocido desde pequeño y además de su madre, quien podía leer a través de sus ojos.
Él lo vio, lo vivió. Vio como había más de un cuerpo en esos escombros, como atacaban no solo a sus soldados sino que también al humano que pasaba frente a ellos, eran unas verdaderas máquinas de destrucción... Más no culpaba a esos hombres, todos tenían órdenes para obedecer, una cabeza los obligaba a matar a sangre fría, así como él ordenaba arriesgar vidas en protección de otras.
Fue el moreno quien se encargó de todo mientras el solo se dedicaba a pensar y organizarse. Enviaría dinero, su propio dinero, no le interesaba tener oro y ya lo tenía todo, además mientras no fuera rey no podía hacer uso del oro del reino. Jamás entendió es maldita regla, ¿Qué le impedía, aun estando casado, utilizar el dinero del reino? ¡Era por el propio bien del reino!. Odiaba a esos malditos viejos que se quedaron nada más como los consejeros del rey, no tenía de otra que aceptarlos hasta que el lograra hacer de las suyas, pero, ¿Cómo podía hacer de las suyas si ellos le limitaban? Odiaba ser príncipe a esas alturas, con apenas dos semanas de casado solo podía esperar a la coronación. ¿Qué tipo de poder tenía el príncipe, rey o la realeza en general si debían esperar a que otros tipos externos aceptaran cualquiera de sus decisiones?
—¿Qué harás? —Pregunto Seunghyun desde la cama con esa voz suave y calmada que intentaba relajarlo.
Tomo aire soltando un suave suspiro, era la única solución hasta el momento, arriesgarse él antes que los demás, si necesitaba información debía ser el quien la obtuviera.—Tendré que volver a ser Dragón hasta la coronación. — Mordió su labio inferior con cierta preocupación, tema que aún no había resuelto con su esposa y menos el guardia personal de esta.
—¿Qué? ¿Estás loco? No puedes dejar el castillo. — Se quejó Seunghyun alzando ligeramente su tono de voz. — Ya tienes la guerra declarada, encontramos el emblema de Gouryeo. ¿Qué otra prueba quieres?
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My King | GTop
FanfictionLos cuentos de hadas siempre cuentan las mejores historias de príncipes y princesas en épocas medievales. Pero, ¿Esa era la realidad de todos aquellos que heredaban el trono?, ¿Eran realmente los príncipes felices de casarse por el bien de sus reino...