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Alto al fuego

Toda una semana realizando chequeos para su esposa. El medico real era el único que aparte de él había tocado ese vientre, eran supersticiones idiotas el hecho de que alguien podía dañar a su esposa y su hijo con solo tocar su vientre, sobre todo si era una mujer, porque no se sabía si se trataba de una bruja o no. Aunque igualmente le celaba que este tuviera tanto contacto con su mujer, ya que Youngbae no se encontraba él debía tomar los celos, ¿No?

Los métodos eran extraños, pero era la única forma de saber cómo se encontraba su mujer. Lo primero que hicieron fue verificar que su hijo estaba bien, por otra parte el medico verifico que estuviera realmente embarazada, lo cual le causo gracia y molestia. Gracia porque era bastante obvio que con ese vientre no podía fingir nada, mucho menos brujería, y molestia, porque había hecho a su mujer pasar la peor noche de por sus malditos métodos. Hacer ingerir una pócima constituida por una parte de miel y diez de agua antes de ir a dormir. En las embarazadas les produciría cólicos mientras que en las no gestantes les proporcionaría un agradable descanso. ¿¡Que manera era esa para verificar que estuviera realmente embarazada? ¿Es que no veía su vientre? ¡Era obvio! Odiaba a todos los católicos por creer que una mujer podía hacer brujería. Aún así no dejo a Hyera sola la acompaño durante toda la noche. Otro método fue el sentir los latidos del bebe en el vientre de esta, aunque para esas alturas había pedido la ayuda de una criada, estaba harto del dolor que podía sentir su mujer.

En efecto, su hijo se encontraba perfectamente bien, aun después de todos esos malditos exámenes que debían hacer para asegurarse de la criatura, ¡Que obviamente estaba en ese vientre!. El medico al igual que su esposa realizo cálculos según las palabras que hablaba Hyera, lo vieron escribir con la pluma en un papel por un largo momento, sacando cuentas con sus dedos, solo podía escucharle contar, no dio fecha exacta pero si estaba en lo correcto el mes el que Hyera se embarazo era el mismo en el cual ocurrió el matrimonio, por lo que el medico acabo anunciando al 'hijo del amor' era completamente real.

Jiyong creía que a veces podían llegar a ser verdaderos idiotas por todas las supersticiones que tenían. Todo lo que debía de pasar para que se aseguraran de lo que ya para muchos era obvio. Lo odiaba, exponer a su esposa de esa forma, Youngbae lo mataría por dejar que ese idiota hiciera sufrir tanto a Hyera.

La noticia comenzó a esparcirse por el reino, los reyes esperaban un hijo 'del amor' tal y como todos esperaban, finalmente tendrían un heredero asegurando el linaje de los Kim, y como era obvio, todo el mundo 'aseguro' que sería un hombre. ¿Por qué? Porque se suponía que el hombre era quien tenía los más grandes beneficios, una princesa no era tan bien recibida como un hombre, ¿Por qué hacían esa diferencia? No tenía idea en absoluto, más le molestaba, fuera hombre o mujer, ¡Era su hijo!.

Las fiestas comenzaban, las apuestas también, ¿Seria hombre o mujer? Y las brujas se hacían más presentes que nunca, en protección como amenaza, deseando tanta fortuna como maldiciones a su futuro hijo .Entre las creencias solo quedaba proteger a Hyera como las brujas blancas lo ordenaban, con objetos rojos y uno que otro amuleto creado para ella.

—¿Te sientes mejor? —Pregunto Jiyong acercándose a su mujer quien se encontraba recostada en la cama.

—Si, solo quería comer unas fresas. — Dijo su mujer mientras se acomodaba de nueva cuenta en la cama. — Es incomodo sin tener el corset... —Se quejó.

—Cada día será peor . —Dijo en una leve risa. — Deberías acostumbrarte un poco, aún falta que crezca ese vientre

—Hm.. Lo se . —Apretó sus labios. — Youngbae no lograra verme así...—Soltó un suspiro bajando su mirada. Entre tantas charlas, habían tenido justamente esa en la que se recordaban el tiempo que estaba tardando esa guerra, por ende, temían que se extendiera aún más. — Seguro vuelven cuando él bebe nazca.