Sol permaneció callada, lo único que se le ocurrió fue acercarse para hacerle entender a él que estaba de acuerdo con eso, que ella quería besarlo y que las cosas podían darse sin tantos permisos.
El cuerpo de Theo se tensó, si no fuese porque estaban acostados en la cama, lo más probable era que él se hubiese caído o tropezado con algo, porque estaba nervioso, sabía lo que venía y sabía que ella también quería que ocurriese pero no sabía cómo hacerlo, no sabía cómo besar a una chica y tenía miedo de que ella se diese cuenta y se birlase de él.
Debía recordar todo lo que había visto en la televisión, sabía que debía tomarla de la cintura pero le era imposible en esa posición, así que sólo se acercó también a ella y le dejó todo al destino. Pero el destino no quería que las cosas sucedieran en ese momento porque antes de que pudiesen tocarse, Guillermo y Minerva entraron a la habitación.
— ¡Llegamos bebé! Ya no llores por mí—habló Guillermo, Theo se separó de golpe, tanto así que cayó al suelo.
— ¿Por qué estás en el suelo? —le preguntó Minerva.
—Es que aquí hace frío—respondió Theo, Sol se acomodó en la cama sentándose en ella.
Guillermo entró por completo al cuarto y se acercó a Theo que seguía en el suelo, lo miró con una sonrisa cómplice.
—¿Interrumpimos algo? —Theo se levantó del sulo y negó.
—Para nada, ¿qué podrías interrumpir? —rió.
—No sé—se acercó un poco a él—, quizás tu primer beso—le dijo al oído, Theo negó rápido pero Guillermo tomó eso como un sí.
—Bieeen—dijo Minerva extrañada, observó a Sol quién se encontraba un tanto incómoda para luego ver a sus dos amigos—. ¿Pedimos la pizza ya o qué?
—Llegaron antes—habló Theo—, digo, es muy temprano para cenar.
—Falta una hora, mientras nos preparan y nos traen la pizza, pasa la hora de la cena—respondió ella—. Sol, ¿quieres ver una película de amor? Di que sí, así estamos par y par y tenemos que desempatar con la mamá de Theo.
—Sí, una de amor suena bien—Minerva sonrió victoriosa y fue a la estantería de las películas de Theo para buscar alguna de romance.
—Bien, tenemos Jamás Besada—miró a Theo—, esta gana sí o sí—Theo se encogió de hombros y prefirió aceptar antes de pelear—. Perfecto, entonces vamos a la sala. Traje palomitas—comentó y salió del cuarto.
Guillermo se metió las manos en los bolsillos y caminó tras ella, Theo se acercó a Sol para tomarle la mano.
—Lo siento—le dijo bajo para que Guillermo no escuchara—. No esperaba que llegasen tan temprano.
—No hay problema con eso—le dijo con una pequeña sonrisa.
—Sí lo hay, de verdad sí quería besarte—confesó y soltó su mano para ir a la sala también. Sol permaneció unos segundos controlando sus latidos cardíacos y su respiración.
Ella también quería besarlo.
~•~
—Échate más hacia la punta que estás muy pegada de mí—se quejó Guillermo, Minerva lo miró molesta y se movió un poco.
—Ni siquiera te estaba tocando—respondió, Sol se rió por la pelea que estaban teniendo y volteó a ver a Theo quién permanecía concentrado viendo la película.
—Hay que pedir la pizza—comentó Guillermo—, ¿Theo pagas tú?
—Yo pagué la última vez, te toca a ti—respondió, Guillermo hizo una mueca para sacar su teléfono y hacer la llamada.
Sol pensó que sería una buena idea acercarse un poco más a Theo y apoyó su cabeza en los hombros del chico, Theo se tensó un momento pero luego sus hombros se relajaron y tomó su mano para sonreírle y permanecer viendo la película.
Sin mucho que pensar, recostó su cabeza sobre la de ella y se quedó un largo rato en silencio, Sol llevaba una sonrisa cómplice en su rostro y sólo recordaba las palabras que él le había dicho antes.
Quería besarla y tenía ansias de que eso pasase.
—Algún día seré igual de bella que Drew Barrymore—habló Minerva, Guillermo volteó a verla.
—Ya eres bella—respondió, Theo y Minerva lo miraron sorprendidos y él se encogió de hombros sin comprender la reacción de ambos—. ¿Qué dije?
— ¿Crees que soy bella?
—Pues sí. Theo, ¿tú no piensas lo mismo? —fijó su mirada en su amigo.
—Pues algo—respondió sin pensar—. Eres muy bonita y seguro le gustarás al chico que te gusta—Guillermo frunció el ceño.
— ¿Te gusta un chico?
—Puede ser—respondió ella. El timbre sonó.
— ¿Y por qué yo no sabía eso?—Minerva sólo se encogió de hombros y se levantó del sillón para atender la puerta. Guillermo hizo lo mismo y la siguió, Theo volteó a ver sus pasos y luego miró a Sol quién lo estaba viendo también.
—Mis amigos a veces son un caos—le dijo—. Si te sientes incómoda, puedes decirme.
—No estoy incómoda, me gusta estar aquí con ustedes—respondió, Minerva regresó con la caja de pizza y Guillermo la seguía con cuatro latas de Coca Cola.
—Aun sigues sin decirme por qué no me hablaste sobre el chico si se supone que somos amigos—dijo Guillermo dejando las latas en la mesa y empezar a abrirlas.
—Porque no somos tan amigos—confesó y dejó la caja en la mesa para tomar una rebanada de pizza—. Buen provecho, muchachos.
—Cuando terminemos de comer y de ver la película, deberíamos jugar a verdad o reto—habló Guillermo mirando a Minerva.
Theo tomó una rebanada y se la entregó a Sol para luego tomar otra y darle un mordisco.
—Eso no pasará.
—Lo hago para que así puedas besar a tu chica—le susurró Guillermo, Theo negó.
—Te conozco, Guille, esas no son tus intenciones de juego.
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#MiércolesDeTheo
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La primera vez que Theo besó a una chica
Short StorySol Martinez era la chica más linda que tenía el salón de segundo año, todos los chicos de su salón deseaban que ella le prestara la más mínima atención, la intentaban cortejar de todas las formas posibles pero a Sol no le gustaba ninguna, a menos c...