01 x 01 : Extorsión

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Int. Casa Ángela. Habitación Ángela. Noche. (00:10 am)

Ángela Robles, de 19 años, está sentada frente al computador, sonriéndole coquetamente a una pequeña cámara. En la pantalla se puede ver a su novio, de la misma edad, quien observa ansioso que la muchacha muestre algo más que su sonrisa.

_ Espera que mis papás se vayan a ver la lluvia de estrellas – dice Ángela, cerca de un micrófono, esperando que la puerta principal del primer piso suene de una vez – Sabes que cumplo mis promesas.

_ Yo cumpliré la mía – dice el joven, subiendo sus cejas, seductor – Gracias por quedarte conmigo. ¿Estás segura que no quieres ir al evento?

_ Segurísima – sonríe Ángela – Las chicas pensaron que iría, pero les dije que tenía otras cosas que hacer – dice coqueta.

_ Me alegro – dice el novio, acomodándose en la silla.

_ ¿Estás seguro que pasaremos la navidad y el año nuevo, juntitos? – pregunta la joven, haciendo un puchero frente a la cámara.

_ Claro, amor. Sólo tengo que avisarles a mis papás.

_ ¿Aún no les dices? – pregunta, sorprendida.

_ Prefiero decirle cuando esté allá – ríe, sin causar mucha gracia en su polola.

Ángela escucha un ruido en el primer piso, asimilando que sus padres por fin se han ido de la casa. Se levanta de la silla y se acerca a la ventana para asegurarse, sonriendo al instante al ver que ha quedado sola. Vuelve con pasos rápidos a sentarse frente al computador.

_ Estoy sola – dice la muchacha, seductora, mirando fijamente la cámara.

Por el otro lado, su novio se ha quitado la polera, mostrando el abdomen marcado que tanto le había costado obtener.

_ ¿Tienes calor? – pregunta Ángela, insinuante, comenzando a destapar un poco su hombro. Se muerde el labio inferior con suavidad, logrando que su novio suba más su temperatura - ¿Sabías que te extraño? – sigue preguntando, despojándose de su ajustada polera, y rozando, con la yema de sus dedos, los bordes de su sostén.

_ ¡Mi amor! Sabes que sí – exclama, excitado.

_ ¿Y qué estás dispuesto a hacerme? – dice la chica, coqueta, mientras que su novio la observa con deseo – Mira que hace meses que no nos vemos.

_ Lo único que quiero es tenerte en mis brazos – dice el novio, entusiasmado.

_ ¿Sólo eso? – pregunta Ángela, levantando una ceja.

_ Ángela... - dice, cambiando de expresión y frunciendo el ceño – Hay una luz en tu pieza.

_ Debe haber empezado el evento – dice ella, sin voltearse, entusiasmada por quitarse la ropa para su novio.

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