conociendo a la princesa Stark

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Severus Snape estaba hecho un lío hace apenas unos días se entero que era el tutor legal mágico de un Potter, y no solo eso si no que estaba a cargo del heredero Nott, pues el chico ya no soportaba vivir, así los Goblins le dieron unas pociones que lo rejuvenecieron, sellaron su memoria y limpiaron su cuerpo.  Ellos también dijeron que cuando recordara seria como si estuviera en un sueño con una vida diferente a la de él.

Actualmente estaban en Estados unidos mas Severus había renunciado a enseñar en Hogwarts pero el sabía o sospechaba que pronto lo mandarían a llamar. Pero el simple echo de soportar  a Lupin, Sirius y Potter era algo aberrante. 

El sabía que el señor oscuro ya tenía ganada la guerra desde que el mocoso Potter desapareció, aunque la pasa andante seguía dando la lucha, no había nada que hacer.

Estaba viendo jugar al pequeño Theodore que no fue capaz de ver el balón que se estrello contra su cabeza.

--¡Lo siento! - y fue cuando vio a esos preciosos ojos verdes... Más vivos que nada.

Fue cuando recordó lo que los Goblins le dijeron.

Oculta con el nombre de una deidad bondadosa, es criada por la estrella y el príncipe de nombre Vikingo, los ojos parecidos al amor perdido, más que no te engañen pues estos son el reflejo de su progenitor...

-- Athena!  -- dijo un hombre de cabellos castaños y ojos café claro.

-- Papá! Yo lo siento le peque al señor por accidente.  -- dijo la niña de cabellos Negros.

-- No se preocupe, fue un accidente.

-- esta bien...  Señor... -- pregunto el magnate.

-- Severus Snape, y el es mi ahijado Theodore Nott.

-- Un gusto...  Que tal si les invito una tasa de Te en casa ay hablamos -- dijo el castaño.

--¡Si! -- Gritaron los dos niños

-- será un honor. -- dijo el de negro, pues sintió que debía ir.








Una vez dentro de la torre Stark los niños estaban en el cuarto al cuidado de él hermano mayor, lo renegados por ninguna parte estaban, pues en distintas misiones, el único que estaba era Stive, que en ese momento estaba entrenando. 

-- Bien supongo que dedo presentarte a mi esposo, -- comenzó a decir Tony una vez que ellos se encontraban solos en la cocina de la gran torre  -- Loki, el es el señor Snape, sr. Senape, él es mi esposo Loki -- y con eso el supo que estaba en el lugar correcto, pues después que los goblins le dijeran aquel acertijo el investigo todo acerca de distintas culturas Muggle, cosas que dejo a un lado cuando su madre murió, y el no tuvo por que volver a aparecerse en el mundo muggle a menos que fuera necesario. 

-- Un gusto conocerlo -- dijo el maestro de pociones viendo a los dos hombres enfrente de él y como si una venda fuera retirada de sus ojos, por fin pudo ver que Harry Potter no era  remotamente parecido a los Potter, el niño tenia cabellos negros como las alas de un cuervo y ojos verdes y una piel algo clara, claro sus cabellos eran rebeldes los cuales los él había achacado a los rebeldes de los Potter. pero no ahí enfrente de el pudo ver que el niño era más de ellos de lo que fue de los Potter, el niño de sus recuerdos se parecía al muchacho de las fotos de la Torre, es decir Tony Stark, solo que los colores eran los del padre de este, ¿Cómo había estado tan ciego? 

-- el gusto es mío -- hablo el de cabello negros sonriendo. 

después de una breve charla que aseguraba que el no sería un problema en cuanto a la custodia o que rebelara el paradero de la niña se dispusieron a platicar de lo acontecido el último año en la comunidad mágica. 

Volviendo a vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora