5. Atracción

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"En la etapa de evolución del hombre u hominización aparecen los Homínidos: Australopithecus, Homo habilis, Homo Ergaster, Homo Erectus, Homo Antecessor, Homo Sapiens Cromagnon, y Sapiens Sapiens... En ese mismo orden" la cuarentona de pelo rubio usó una regla de madera para señalar cada uno de los dibujos plasmados en el cartel que yacía desplegado en el pizarrón mientras hablaba, ganándose un montón de miradas atentas por parte de sus alumnos.

Excepto...

"¡Louis!" Zayn llamó a su gemelo en un susurro, quien se encontraba en la fila del lado derecho, teniendo una profunda siesta a sólo dos sillas delante de él "¡Lou!" insistió el moreno, rodando los ojos cuando el chico ni siquiera se inmutó.

Agarrando una libreta de su mesa, el ojimiel tomó algo de impulso y se la lanzó, pegándole justo en el centro del cráneo con el lomo.

Louis se irguió bruscamente, buscando al culpable con la mirada y robando la atención de todos los presentes... Sí, incluyendo a la maestra Hawkins, quien detuvo la clase para encarar al castaño.

"¡Tomlinson!" vociferó disgustada.

"¿Sí?"

"¿Sí?"

La docente apuntó a Louis con la regla.
"Al mediocre" aclaró, sacándole un bufido al ojiazul.

"A sus servicios" murmuró en un tono condescendiente, provocando que varias risitas se desataran en el salón.

La rubia, sin la mínima intención de tolerar tenerlo un minuto más amenazando su autoridad, se acercó al castaño, lenta y silenciosamente, con sólo el sonido de sus tacones golpeteando las baldosas del suelo.

Cuando se detuvo frente a él, todos callaron.
"Eres justo el tipo de fracasado que tengo limpiando mi jardín" habló, tomando una postura dominante. Louis parpadeó hacia ella, manteniendo los brazos en la mesa, con el cabello alborotado y los labios sellados "Eres exactamente la clase de vago insensato que solía perseguir a mi hija para tener algo que hacer... Casi me recuerdas al IMBÉCIL de mi ex-marido, con esa actitud liberal, ese corte de hippie-"

Louis suspiró ruidosamente, interrumpiendo a la mujer.
"Escuche, ¡No me cuente su vida! Si quiere que salga del salón, solo tiene que pedirlo, ¡No soy autista!"

Gran parte de los alumnos quedaron boquiabiertos en cuanto el chico se largó del aula, cerrando la puerta a sus espaldas; otros tantos a los que se les hacía costumbre convivir con el castaño, simplemente se burlaron en voz baja... Y Zayn esperó por ver a la maestra hacer explosión; esas mejillas coloradas de rabia dejaban a simple vista sus deseos de ahorcar a Louis.

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Un pequeño jadeo escapó de sus labios cuando el mayor le apretó la cintura en la oscuridad, pegándolo más cerca de un trabajado abdomen y una creciente erección; sus manos se pasearon sobre los fuertes hombros y sus dedos masajearon la ancha espalda, dejándose guiar completamente por las caricias recibidas.

¿Quién se imaginaría que aquel simple mensaje los llevaría a terminar de esa forma? Para ser sinceros, todo el mundo.

La atracción de ese par fue una chispa instantánea que creció descontroladamente en cuestión de segundos; en cuanto Liam lo miró a los ojos esa noche y Zayn le dirigió la primera palabra, ambos lo sintieron.

Desde la escenita demasiado subida de tono que protagonizaron en la fiesta organizada por el primo del castaño, no habían dejado de mensajearse, o hacer videollamadas, o jugar en línea a media noche.

A Zayn le gustaba lo que tenían, pero lo único que le gustaba más que eso, era besarse y toquetearse con el mayor en cualquier salón vacío de la universidad... Nunca llegaban a segunda base, pero vaya que se entretenían.

Liam, separándose de sus labios una milésima de segundo, tomó los muslos del moreno, alzándolo a la altura de su cintura y consiguiendo que el menor se enroscara a su alrededor confianzudamente, retomando el húmedo beso mientras mantenía sus dedos ocupados en los mechones de brilloso cabello caoba.

El ojicafé apoyó su espalda en la pared más cercana del pequeño almacén, equilibrándose lo suficiente para frotarse ligeramente contra la erección del pelinegro, quien -nada disconforme con el gesto- reforzó el agarre de sus piernas alrededor de la cadera ajena, suspirando tras experimentar la exquisita sensación de ambos miembros rozándose.

Liam, sin previo aviso, interrumpió el beso con una risilla, atrayendo la atención de un jadeante Zayn que lo miró con una arruga en el entrecejo.

"¿Qué?" preguntó sin aliento, a lo que el mayor negó suavemente, minimizando su gesto en una pequeña sonrisa.

"Tu trasero está vibrando" le dijo, recibiendo una mueca cansina de vuelta.

Zayn se alejó del mayor y rebuscó en su bolsillo derecho, soltando un bufido tras echarle un ojo a la pantalla.

"¿Qué pasa?" la pregunta de Liam fue arrojada mientras se acomodaba el pelo con los dedos.

El ojimiel guardó el aparato de vuelta a su bolsillo, notablemente disconforme.

"Es Louis" replicó "Quiere que le entregue su mochila en la cafetería."

Liam rió para sí mismo, cuestionándose sobre tener una clase de imán que atrae amigos estúpidos.

"Tu hermano es un idiota" comentó con sorna, ganándose una pequeña mirada del moreno.

"Lo sé... Aunque la mujer se merecía algo de eso, le fascina avergonzar a sus alumnos" corroboró, acortando la brecha que había colocado entre ambos rostros. Los ojos ambarinos le observaron coquetamente, una lengua rosada humedeció los carnosos labios y una mano tersa acarició el cabello de su nuca lentamente "¿Nos vemos después?" cuestionó con voz suave.

Liam le envió un asentimiento corto antes de tomar sus labios en una breve caricia que deseó haber prolongado un poco más, cuando el de pelo azabache se marchó, dejándolo solo bajo la oscuridad del diminuto cuarto.

Suspiró.

Algún día tendrían un momento de privacidad, libre de interrupciones... Y Louis.

DICKHEADS! (and apparently, a naive kid)  [ZIAM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora