28. Teatro

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El sábado solía ser el día más aburrido de la semana. Todos se quedaban en cama hasta tarde, si es que no tenían nada mejor que hacer, como asistir a un compromiso importante, solo en el caso de Alanna; o planear alguna reunión alocada con Tyler, haciendo evidente referencia a Louis.

Zayn jamás se deshacía de su pijama hasta el lunes, cuando debía ducharse para ir a la escuela... A menos que su novio lo invitara a salir, entonces se daba el baño de su vida y cambiaba su disfraz de vagabundo por algo de ropa decente.

Sin embargo, aquella mañana todos decidieron tomárselo a la ligera.

Ya eran las doce menos trece minutos y a duras penas habían movido sus traseros hacia la planta inferior para tomar algo de desayuno. Todo se encontraba extrañamente tranquilo, Alanna se sentía relajada porque los chicos estaban muy ocupados en sus alcobas para sacarla de quicio, incluso sus bebés a penas se habían movido en toda la mañana.

Fue en el momento más inesperado, cuando el sonido del timbre hizo eco hasta la cocina, donde la madrina se encargaba de preparar unas tostadas con mermelada de cereza.

"¡Zayn, abre la puerta!" vociferó.

El moreno, demasiado concentrado jugando con su consola portátil en la calidez de su cama, gritó:
"¡¡Louis, la puerta!!"

El mayor de los gemelos no movió ni un músculo del sofá, donde yacía tendido despreocupadamente.
"¡Joeee! ¡La puerta!"

A los pocos segundos, Alanna salió de la cocina, llevando sus tostadas recién hechas en un plato.

"Joe no está aquí, no te servirá esta vez" le hizo saber a su ahijado, pidiéndole que fuera a abrir la puerta con un gesto antes de sentarse en el mueble.

El ojiazul soltó un bufido, acatando la orden de su madrina sin preocuparse por deshacerse de esa mueca de molestia que cargaba en el rostro, la cual cambió instantáneamente a una de auténtica sorpresa en cuanto se percató de quién se trataba.

"Louis..."

Su padre estaba allí, de pie frente a él, atónito tras verlo luego de casi una década.

El chico sintió su garganta seca de repente. Algo duro le golpeó el pecho; un sentimiento desagradable que le arrancó las palabras de la boca y lo forzó a arrojar la puerta con fuerza.

Louis regresó al salón. Sus manos temblaban ligeramente y su rostro estaba más pálido que una hoja de papel.

"¿Otros representantes de esa secta religiosa?" Alanna lanzó su pregunta, manteniendo la mirada fija en el televisor mientras tomaba el desayuno "Diles que somos católicos, huirán más rápido que los pitbulls de la otra calle".

"Y-yaser está aquí" el susurro del castaño se escuchó como un agudo grito en los oídos de la mujer, que volteó la vista hacia él repentinamente.

En cuanto pudo reaccionar, abandonó la comodidad del sofá, dirigiéndose directo a la puerta principal.

Zayn, quien al parecer se enteró de lo que ocurría, bajó las escaleras con apuro, deteniéndose junto a su gemelo para averiguar de qué se trataba.

El hombre yacía sentado en la banqueta del pórtico. Al verla, de inmediato se puso de pie, quedándose boquiabierto.

"Alanna, ha pasado una eternidad y, ¡Dios! ¿Estás embarazada?"

La castaña ignoró sus palabras, dedicándole una mirada empapada de odio.

"Sabes que no puedes estar aquí, Yaser" le recordó. Su voz baja, seria, autoritaria.

DICKHEADS! (and apparently, a naive kid)  [ZIAM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora